Criptomonedas en nuestros genes: Bitcoin ya puede guardarse en ADN

En 2018, un estudiante de un doctorado en microbiología codificó y almacenó la información de una cripto billetera en una cadena de ADN sintético. El ADN sintético es artificial, pero inspirado en el contenido genético de los seres vivos. Lo interesante del ADN es que resulta muy similar a un código como el usado en ordenadores. De hecho, su misión es almacenar información sobre las características de los seres vivos. Así que existe una similitud entre el ADN y las cadenas de blockchain, por lo que algunos científicos han tenido la curiosidad de saber si los bloques de Bitcoin son compatibles con una cadena de ADN genético.

Todo sucedió gracias a un reto que combinaba la ciencia genética con el BTC. Este reto inicia en 2015, cuando un investigador del Instituto Europeo de Bioinformática, de nombre Nick Goldman, elaboró una presentación donde se especulaba acerca del uso del ADN para distintos tipos de información. Entre los tipos de información que se podrían compartir a través de este ADN se encontraba la clave de una billetera digital, la cual contenía 1 BTC

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El reto era el siguiente: Goldman distribuyó en 3 tubos un ADN codificado con la secuencia del Bitcoin. Si alguien lograba hacer una correcta secuencia de ADN para decodificar los archivos inmersos en la secuencia genética, entonces podía quedarse con ese Bitcoin. En 2015, cuando surge este reto, el Bitcoin valía 200 dólares. Pero, año tras año, el valor de esta criptodivisa subió, hasta que en 2018 superó los 6 mil dólares, convirtiéndose en un jugoso premio que muchos intentaron ganar.

El reto se llamaba DNA Storage Bitcoin Challenge

Nick Goldman dispuso un límite de tres años para otorgar el premio. Así que cuando ya faltaban unos meses para terminar este plazo, Goldman lanzó un tweet como recordatorio: el cual fue bastante comentado durante el 2018. Ese tweet fue leído por un estudiante del doctorado en microbiología de la Universidad de Amberes, llamado Sander Wuyts. Un estudiante doctoral que sintió bastante curiosidad y decidió revisar el rompecabezas de ADN para tratar de localizar el Bitcoin.

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Lo cierto es que Sander Wuyts tenía varias ventajas: su doctorado en microbiología, computación, por lo que tenía acceso a herramientas bastante sofisticadas, tales como software y elementos de laboratorio para la secuenciación de un genoma. Por eso, no dudó en pedir una muestra del ADN que Goldman había dispuesto en los tubos de ensayo. Además, el propio Goldman dejó algunas explicaciones para descifrar el código: usando un archivo de texto binario y reescribiendo con base en 3. ¿Por qué? Pues, por dos razones importantes:

  • Las secuencias de blockchain y códigos para los Bitcoins se escriben en un lenguaje binario
  • En cambio, en las cadenas de ADN están presentes cuatro elementos: citosina, timina, adenina y guanina. Un código de cuatro elementos se representa con archivo ternario (un dígito menos, por eso es con base en 3).
  • De manera muy simplificada, se puede decir que la secuencia de ADN se escribe en un sistema ternario, que puede ser análogo al de los ordenadores. Sin embargo, ocurre que los sistemas de computación utilizan un lenguaje binario. Así que la solución a una posible “traducción del ADN al código de BTC” está en la conversión de un lenguaje binario a uno ternario. 

En el desafío DNA Storage Bitcoin Challenge, había un total de nueve archivos en los fragmentos del ADN sintetizado por Nick Goldman. Cada uno de estos archivos estaba encriptado con un flujo de claves, entregando a los participantes a este reto el código keystream. Una vez liberados estos archivos, Sander Wuyts pudo hallar la secuencia lógica para crear una suerte de genoma que contenía una información distinta a la del fenotipo y características físicas de un ser vivo. Esa nueva cadena lo que mostraba era el Blockchain de un Bitcoin.

Un reto ganado y que abre un mundo de nuevas oportunidades a las criptomonedas

Cuando, en 2018, Sander Wuyts ganó este reto, no solamente obtuvo como recompensa un Bitcoin. El método que él utilizó levantó oleadas de comentarios positivos, ya que se valió de herramientas utilizadas para descifrar genomas de manera avanzada. A su vez, Wuyts demostró que una vez armado el código del Bitcoin con la estructura de un ADN es muy fácil de leer. No es un código que exija ordenadores complejos, pero al mismo tiempo es sumamente seguro.

ENLAZA CARD Y EARN

Pero, esto tiene otras consideraciones. El blockchain de las criptomonedas puede adaptarse al ADN de determinadas personas. Es así como resulta posible que el propio ADN de un individuo funja como cripto billetera. Las criptodivisas quedan totalmente asociadas al ADN de la gente, por lo que no se pueden escamotear. A su vez, es evidente a quién pertenecen esas divisas digitales. Pero, esto tiene otra secuela: ¡puedes llevar tus Bitcoins contigo! ¡Literalmente! ¡En tu propia secuencia genética, sin temor a perderlos o que los hackeen!

Este tipo de tecnología ya existe. Por ejemplo, en lectores digitales bancarios que se activan con la huella digital, o con la secuencia del iris o la retina de las personas. Sin embargo, se trata de lectores que ciertamente pueden almacenar algún tipo de información. En este caso, estamos hablando de la posibilidad de un lector biológico más avanzado. No solo es un lector, sino una manera de almacenar información con la propia secuencia genética humana.

¿Ya es posible esta tecnología que combina ADN y criptos? ¡No! Pero, ya se ha logrado decodificar un Bitcoin a partir de una cadena de ADN sintético. ¡Es un primer paso! Sin embargo, muestra la posibilidad de secuenciar el ADN para compartir información que ahora ha sido divulgada por medio de la informática

Tal vez, estamos a las puertas de una época donde la informática y la biología se funden. Y tal vez esta simbiosis suceda gracias a las criptomonedas, las cuales se han convertido en mucho más que simples monedas digitales, si no en una excusa para una experimentación avanzada