
Bitcoin rebota tras caer por debajo de los 90.000 dólares, pero los analistas advierten sobre los riesgos estructurales y posibles correcciones en el mercado cripto.
El precio de Bitcoin ha vuelto a moverse con fuerza. Tras una caída que lo llevó a tocar los 89.180 dólares el martes, la criptomoneda más capitalizada del mundo repuntó hasta los 94.000 dólares, para luego estabilizarse en torno a los 92.800 dólares por unidad. El rebote ha generado cierto alivio entre los inversores, pero no ha disipado las dudas que persisten en el mercado.
Para muchos analistas, este repunte en el precio de Bitcoin no basta para confirmar una recuperación sólida del mercado, y las señales técnicas y macroeconómicas siguen apuntando a un escenario de alta volatilidad e incertidumbre.

Fuente: CoinGecko
Bitcoin bajo presión: el análisis técnico apunta a nuevas correcciones
El martes, Bitcoin cayó por debajo de los 90.000 dólares, alcanzando su nivel más bajo desde abril y borrando las ganancias acumuladas durante los últimos seis meses. Aunque el precio logró recuperarse parcialmente, los expertos en análisis técnico advierten que la criptomoneda ha roto soportes clave, lo que indica que la presión bajista aún tiene fuerza y podría prolongarse.
Ali Martinez, analista reconocido del mercado, señala que el indicador SuperTrend en el gráfico semanal de Bitcoin ha entrado nuevamente en modo venta. Este cambio, explicó, sugiere que BTC podría estar comenzando una nueva fase correctiva.
Aunque el indicador SuperTrend no garantiza resultados, su historial de señales acertadas merece atención. Según Martinez, si la caída persiste, Bitcoin podría romper otros niveles críticos, como el soporte inmediato entre 83.000 y 84.000 dólares, y luego avanzar hacia una zona de consolidación mucho más sólida ubicada entre 69.000 y 72.000 dólares. Martinez incluso plantea que, considerando correcciones anteriores bajo condiciones similares, el precio de BTC podría llegar a bajar hasta los 40.000 dólares.

“Cada vez que el SuperTrend cambia para vender en la semana, Bitcoin ha respondido históricamente con una caída importante”, expresó el analista.
Desde el récord histórico alcanzado en octubre, Bitcoin ha perdido más del 25% de su valor. Este retroceso lleva a algunos expertos a pensar que el máximo del actual ciclo de cuatro años ya quedó atrás.
A pesar de este contexto a corto plazo, la visión optimista a largo plazo todavía prevalece entre muchos inversores. La oferta limitada de Bitcoin —con más del 95% ya minado— y su característica de activo descentralizado siguen siendo razones contundentes para quienes lo consideran una reserva de valor alternativa. Sin embargo, incluso los más entusiastas reconocen que el camino inmediato podría estar marcado por nuevas correcciones y volatilidad.
El factor macroeconómico y la liquidez tensionan la recuperación del mercado
Más allá de los gráficos de precios, hay factores estructurales que explican la fragilidad del rebote actual de BTC y las criptomonedas.
Tom Lee, presidente de BitMine, ha señalado que ciertos desequilibrios en los balances de grandes creadores de mercado podrían estar afectando la liquidez y generando movimientos abruptos en la criptomoneda, arrastrando al resto de criptoactivos. Además, otro elemento que pesa sobre el precio de Bitcoin y las criptomonedas es la incertidumbre macroeconómica.
Asimismo, la salida de capitales de fondos cotizados en bolsa (ETFs) vinculados a criptoactivos en la última semana ha sido interpretada como una señal de cautela por parte de los inversores institucionales. Esto apunta a que, en el contexto actual, muchos gestores están reduciendo su exposición a activos considerados de riesgo.
Opera BTC mientras analistas evalúan el rebote¿Un repunte temporal en medio de la incertidumbre?
El reciente repunte de Bitcoin ha ofrecido un respiro en un mercado tradicionalmente volátil, pero no ha logrado disipar las dudas que persisten entre los analistas y participantes. A pesar del optimismo momentáneo, múltiples señales técnicas advierten sobre posibles presiones de venta próximas, mientras que la salida sostenida de capital institucional de los fondos cotizados añade una capa extra de incertidumbre.
Además, la fuerte correlación de Bitcoin con otros activos de riesgo, principalmente en un contexto global marcado por tensiones económicas, alimenta la cautela. Así, aunque a largo plazo la criptomoneda líder sigue siendo valorada por su escasez y naturaleza descentralizada, el camino hacia una recuperación sólida a corto plazo parece incierto.
En este escenario, la prudencia emerge como una estrategia clave para muchos inversores y analistas, quienes están considerando no solo las dinámicas de grandes capitales, sino también el impacto de factores macroeconómicos globales que moldean la percepción y comportamiento del mercado.
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