Así es como la economía onchain transforma el acceso global al dinero

Así es como la economía onchain transforma el acceso global al dinero

La economía onchain está revolucionando las finanzas al eliminar intermediarios mediante blockchain. Se trata de una nueva economía transparente, eficiente y accesible, que transforma servicios financieros, impulsa la inclusión y redefine el valor global.

Una nueva infraestructura digital está reconfigurando el comercio mundial: descentralizada, programable y cada vez más eficiente. Esta base tecnológica, impulsada por blockchain, reemplaza sistemas obsoletos con soluciones dinámicas que permiten operaciones financieras sin necesidad de intermediarios tradicionales. 

En un entorno de transformaciones geoeconómicas como la desdolarización, la desglobalización y el énfasis en desarrollos energéticos locales, la economía onchain emerge como protagonista de una nueva era.

Más que una tendencia aislada, esta economía conecta avances tecnológicos con cambios monetarios fundamentales. Al basarse en registros distribuidos, la economía onchain gestiona transacciones, activos y datos de forma directa, transparente y segura, abriendo acceso a millones de personas anteriormente excluidas del sistema financiero global. Sin embargo, su evolución enfrenta barreras importantes como la escalabilidad, la fragmentación tecnológica y los marcos regulatorios aún indefinidos.

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La economía onchain frente a los sistemas tradicionales

Drew Anderson, gerente de producto asociado de VanEck, publicó un informe titulado “What Is the Onchain Economy?” en el que explora los cambios profundos que está atravesando el comercio global gracias a la llegada de revoluciones disruptivas como la tecnología blockchain, las criptomonedas y los activos digitales. 

Según Anderson, la economía tradicional ha estado dominada históricamente por instituciones centralizadas: bancos, gobiernos y entidades financieras que actúan como intermediarios en casi toda transacción económica. Estos actores controlan y regulan el flujo de dinero, dinero que, en muchos casos, atraviesa largas cadenas burocráticas y está sujeto a restricciones geográficas y políticas. 

Por el contrario, con la llegada de blockchain, ha nacido un nuevo tipo de economía, llamada “economía onchain”, una que Anderson asegura está redefiniendo por completo este paradigma. Basada en tecnologías públicas y descentralizadas, esta nueva forma de economía permite que las transacciones, contratos y activos digitales se registren de manera transparente, inmutable y accesible para cualquier persona con conexión a Internet.

Anderson subrayó que, aunque en las últimas décadas gran parte de la economía se había digitalizado, muchos procesos siguen siendo lentos, fragmentados y dependientes de sistemas anticuados y poco eficientes, como ocurre con algunas plataformas gubernamentales. Sin embargo, la economía onchain representa un cambio radical, que reemplaza el papel por código, la intermediación por automatización y la opacidad por una absoluta transparencia.

Una economía basada en la tecnología blockchain

La verdadera revolución de la economía onchain reside en eliminar intermediarios, lo que reduce costos y tiempos de operación de una manera radical. La transparencia de todas las transacciones en una blockchain pública genera confianza sin necesidad de terceros, ya que cualquier usuario puede verificar la información en tiempo real. 

Además, la descentralización garantiza que no exista una autoridad única que controle o manipule los registros, lo que amplía la autonomía y empodera a los individuos para gestionar sus finanzas directamente. Toda esta innovación digital también mejora la eficiencia operativa. Es decir, las transferencias internacionales, que tradicionalmente implican días de espera y comisiones elevadas, ahora pueden procesarse de manera casi instantánea en redes blockchain.

Esta nueva economía también ofrece acceso global a servicios financieros y digitales para millones que antes no tenían una cuenta bancaria o no podían participar en sistemas complejos. En la actualidad, solo basta una billetera digital para acceder a préstamos, comprar activos digitales, participar en juegos blockchain o incluso recibir pagos transfronterizos sin las trabas habituales. Tal accesibilidad está cambiando la definición misma de inclusión financiera.

Sin embargo, si bien la economía onchain avanza rápidamente, la infraestructura todavía enfrenta retos técnicos. Por ejemplo, la fragmentación entre redes limita la interoperabilidad, aunque hay varios proyectos que abordan con éxito este desafío, como Polkadot, Cosmos y las propias soluciones de Ethereum, que buscan conectar sistemas y facilitar experiencias más fluidas en el ecosistema digital. Asimismo, las blockchain públicas enfrentan problemas de escalabilidad, aunque también existen soluciones, como las Layer 2, que mejoran la velocidad de las transacciones y reducen significativamente los costos.

La regulación es otro desafío crítico. Aunque avances como el reglamento MiCA en Europa y la discusión de proyectos como CLARITY y GENIUS en Estados Unidos están legitimando la industria, la falta de un marco global coherente sigue siendo una limitación de la confianza institucional. Sin claridad legal, muchas empresas y usuarios se mantienen cautelosos a pesar de la innovación que ofrecen las nuevas tecnologías. 

Impacto en la gestión del valor y la inclusión financiera

El informe de VanEck revela que la economía onchain está revolucionando nuestra manera de entender y manejar el valor. No se trata solo de cambiar cómo pagamos, sino de replantear conceptos fundamentales como la propiedad y la participación financiera. Hoy, los tokens que representan bienes físicos, las criptomonedas estables que facilitan el comercio internacional y los sistemas de gobernanza descentralizada están creando una nueva realidad económica, más flexible y accesible.

En regiones como América Latina, millones de personas han encontrado en esta economía digital una alternativa real y práctica al sistema bancario tradicional. Gracias a las billeteras digitales, pueden ahorrar, recibir remesas, acceder a créditos y participar en plataformas financieras descentralizadas sin la burocracia ni las barreras que suelen imponer los bancos convencionales.

Este ecosistema también abre la puerta a formas innovadoras de colaboración. Desde las DAOs, que son organizaciones autónomas donde las decisiones se toman de manera colectiva y transparente, hasta redes sociales basadas en blockchain donde los usuarios tienen voz y voto, la economía onchain fomenta la equidad, la transparencia y una distribución más justa del poder financiero.

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Lejos de ser un concepto abstracto o exclusivo para expertos, la economía onchain ya está cambiando la vida digital de millones de personas. Al eliminar intermediarios, aumentar la transparencia y generar nuevas oportunidades a nivel global, está sentando las bases para un sistema financiero más justo, eficiente e inclusivo.

Por supuesto, todavía enfrenta retos técnicos y regulatorios, pero su potencial para transformar la forma en que gestionamos el valor es innegable. Por ello, entender sus fundamentos no solo es una ventaja, sino una forma de estar a la vanguardia de un cambio que promete redefinir el futuro económico mundial.