New Hampshire lanza un bono respaldado por Bitcoin: así se financiará la innovación con cripto

New Hampshire lanza un bono respaldado por Bitcoin: así se financiará la innovación con cripto

New Hampshire ha aprobado un bono municipal respaldado por Bitcoin. La medida busca conectar activos digitales con el financiamiento público sin comprometer fondos estatales.

La Autoridad de Financiación Empresarial (BFA, por sus siglas en inglés) del estado aprobó un bono municipal de conducto respaldado por Bitcoin por un valor de 100 millones de dólares. Se trata del primero de su tipo en Estados Unidos, y su estructura busca canalizar capital hacia el desarrollo económico sin comprometer recursos públicos ni asumir riesgos fiscales.

La operación, anunciada por la periodista Eleanor Terrett, presentadora de Crypto in America, se enmarca en una estrategia más amplia del estado para integrar activos digitales en su política financiera. En mayo, New Hampshire ya había autorizado a su tesorería a invertir hasta un 5% de sus fondos en criptomonedas, convirtiéndose en el primer estado del país en establecer una reserva estratégica de Bitcoin.

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El bono aprobado por el estado de New Hampshire, valorado en 100 millones de dólares, no cuenta con el respaldo directo del estado ni de los contribuyentes. En cambio, la Autoridad de Finanzas Empresariales actúa como intermediaria, supervisando y aprobando la emisión sin asumir el riesgo de impago. La garantía que respalda el bono es Bitcoin, custodiado por una entidad regulada, y está sobrecolateralizado, lo que significa que los prestatarios deben depositar más del valor del préstamo en BTC para acceder a los fondos.

La estructura fue diseñada por Wave Digital Assets, en colaboración con Rosemawr Management, un actor especializado en bonos municipales. El objetivo es conectar el mercado tradicional de deuda con el ecosistema cripto, bajo un marco regulado y compatible con las normas institucionales. Según Les Borsai, cofundador de Wave, este modelo busca demostrar que los activos digitales pueden integrarse de forma segura y escalable en las finanzas tradicionales.

Para el estado, este bono funciona como un laboratorio regulado donde las empresas pueden obtener préstamos usando Bitcoin como garantía sin tener que vender sus activos digitales ni generar implicaciones fiscales por evento. Si el precio de Bitcoin cae por debajo de un umbral definido, se activa un mecanismo automático de liquidación para proteger a los tenedores del bono. Esta lógica de sobrecolateralización es común en el mundo DeFi, pero su aplicación en un bono municipal representa una innovación significativa, que podría abrir nuevas vías para la adopción institucional de criptomonedas dentro de marcos regulatorios convencionales.

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Una iniciativa pionera que prueba la madurez institucional del ecosistema cripto

El bono respaldado por Bitcoin aprobado en New Hampshire no solo representa una innovación financiera, sino también una prueba de madurez para el ecosistema cripto en su conjunto. A diferencia de los modelos de préstamo con garantía en cripto que han proliferado en plataformas descentralizadas o exchanges, esta iniciativa se desarrolla dentro de un marco regulado, con supervisión estatal y participación de actores institucionales. La estructura del bono cumple con los estándares de los mercados de deuda tradicionales, lo que permite su integración sin alterar las reglas del juego.

Los expertos han subrayado que este enfoque regulado permite a los emisores y prestatarios utilizar Bitcoin como activo productivo sin necesidad de liquidarlo, evitando así consecuencias fiscales inmediatas. 

Además, al exigir una sobrecolateralización del 160% y establecer mecanismos automáticos de liquidación si el valor del BTC cae por debajo del 130%, se introduce una capa de protección que mitiga la volatilidad inherente a los criptoactivos. En otras palabras, esta arquitectura no solo protege a los inversores, sino que también ofrece una vía para que el capital digital se movilice hacia fines productivos, como el financiamiento de proyectos de innovación y emprendimiento.

Finalmente, la participación de firmas especializadas en este proyecto refuerza la legitimidad del modelo. En conjunto, estos elementos convierten al bono en un caso de estudio sobre cómo los activos digitales pueden operar dentro de las reglas del sistema financiero tradicional. 

Según la publicación, si el piloto en New Hampshire demuestra ser funcional y seguro, podría sentar un precedente para que otros estados —e incluso gobiernos nacionales— exploren mecanismos similares, ampliando el alcance institucional de las criptomonedas más allá de los nichos especulativos.

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Una señal de apertura en las finanzas públicas

El bono respaldado por Bitcoin aprobado en New Hampshire no representa una transformación inmediata del sistema financiero, pero sí una señal clara de apertura. Al permitir que las criptomonedas funcionen como garantía en instrumentos de deuda pública, el estado explora nuevas formas de conectar la innovación tecnológica con las necesidades de financiamiento económico.

Este tipo de iniciativas podrían contribuir a legitimar el uso de activos digitales en contextos institucionales, siempre que se mantenga un enfoque prudente y regulado. La experiencia de New Hampshire será observada de cerca por otros estados, reguladores e inversores que buscan entender cómo las criptomonedas pueden integrarse en el sistema financiero sin comprometer su estabilidad.

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