La prohibición de la minería de Bitcoin en China en 2021 marcó un punto de inflexión significativo en la historia de las criptomonedas, especialmente en términos de sostenibilidad y gobernanza ambiental, social y corporativa (ESG).
A pesar de la opacidad en la información post-prohibición de la criptominería en China, investigaciones independientes, como la realizada por Daniel Batten, analista ESG y cofundador de CH4 Capital, han arrojado luz sobre las adaptaciones y la resiliencia de los mineros de Bitcoin en este país.
En la edición #009 de The Bitcoin ESG Forecast, Batten destacó un importante hallazgo en las operaciones de los mineros de Bitcoin. Resaltó que, actualmente, los mineros ubicados en China se están encaminando hacia prácticas más ecológicas, como el reciclaje de calor residual de la criptominería para aplicaciones de calefacción, con el fin de mantener sus operaciones de forma más eficiente. Esto, según Batten, representa un significativo avance en la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono en la minería de Bitcoin.
Aumenta el hashrate de Bitcoin en China
La migración del hashrate de Bitcoin ha sido un fenómeno notable tras la prohibición de las criptomonedas y su actividad comercial en China desde mediados de 2021.
Inicialmente, una parte significativa del hashrate de la red que operaba en el país se trasladó hacia jurisdicciones más amigables, como Kazajistán, en ese momento, y Estados Unidos. Los mineros que abandonaron China buscaban aprovechar la estabilidad y los recursos disponibles de otras jurisdicciones con legislaciones más favorables. Sin embargo, aunque esta dispersión geográfica en la potencia computacional de Bitcoin tiene sus ventajas, como la redistribución global del hashrate y el reforzamiento de la descentralización y la robustez de la red, informes recientes sugieren que China sigue siendo un actor importante en la minería de Bitcoin.
Así, a pesar de la prohibición existente, el sector ha estado experimentando un aumento considerable, que indica una posible reubicación clandestina de los criptomineros dentro del país. Según Batten, los datos del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge indican que China opera el 21,1% del hashrate global de Bitcoin, lo que lo convierte en el segundo país con la mayor porción de la potencia computacional de la blockchain, después de Estados Unidos.
Fuente: CBCEI
Los mineros de China operan con energía hidroeléctrica
Aunque el hashrate de Bitcoin en China haya disminuido en comparación con años anteriores, cuando dominaba hasta el 70% del mismo, los informes también sugieren que la porción de mineros que permanecen en el país en la actualidad podrían estar empleando una mezcla de energía más verde, lo que indica un cambio positivo hacia la sostenibilidad del sector en el país.
En 2021, entre las razones que citó el Banco Popular de China para prohibir la minería de Bitcoin y otras criptomonedas en su territorio fue el consumo energético, las emisiones de carbono y la necesidad de cumplir con el acuerdo de París y de alcanzar sus objetivos climáticos en 2030.
No obstante, según Batten, en la actualidad, “ya no se produce minería basada en carbón” sino que los mineros de la criptomoneda están operando con energía hidroeléctrica, principalmente.
En el informe, Batten destacó que en las provincias de Xi’an, Wuhan, Pekín y Xining la energía hidroeléctrica se vuelve atractivamente barata durante la estación húmeda.
Nace una nueva práctica en la criptominería
La minería de Bitcoin ha sido difícil de erradicar completamente en China, debido a la naturaleza descentralizada de la red blockchain y a la posibilidad que tienen los mineros de eludir las restricciones utilizando métodos más discretos o moviéndose hacia regiones con regulaciones menos estrictas dentro del propio país.
Con relación a esto, Batten destacó que una nueva práctica ha estado ganando relevancia en el contexto de la minería de criptomonedas, particularmente en regiones donde las restricciones financieras y la regulación de divisas son estrictas. Esta nueva práctica, llamada “minería minorista”, se refiere a la operación de equipos de minado especializados, conocidos como ASICs, con el uso de electricidad que se paga con tarifas minoristas para minar BTC, que luego es intercambiado por dólares.
Aunque esta práctica de criptominado puede resultar en una rentabilidad negativa, debido a las tarifas de electricidad, para algunos mineros los beneficios de la liquidez y el acceso a divisas extranjeras compensan las pérdidas operativas.
“¿Por qué minarían con pérdidas? Simple: sacar dinero de China, o del yuan a dólares. Convierten yuanes chinos por ASICS y electricidad, lo que crea BTC, que se convierte en USD. Muchos mineros minoristas están felices de aceptar el golpe de rentabilidad simplemente para tener una forma de convertir yuanes a USD”, explicó Batten.
Se trata de una práctica que subraya la complejidad del mercado de las criptomonedas y cómo los factores económicos y regulatorios pueden influir en las estrategias de minería individual.
China avanza hacia fuentes de energía más amigables con el medio ambiente
Por otro lado es vital mencionar, por la ineludible relación que une a la minería de Bitcoin con el consumo energético, la transición de China hacia fuentes de energía más sostenibles. Esta transición energética es un testimonio del compromiso de China con la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad ambiental.
La provincia de Shanxi, una vez dependiente del carbón, está emergiendo como un líder en la adopción de energía solar, reflejando un crecimiento impresionante en su capacidad solar y eólica.
La integración de tecnologías como la energía hidroeléctrica y el hidrógeno como combustible, junto con mejoras en la eficiencia energética, son pasos cruciales hacia la reducción de la huella de carbono de China.
Estos esfuerzos no solo están en consonancia con los objetivos nacionales, sino que también contribuyen a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático, en línea con el Acuerdo de París. A pesar de los desafíos que persisten, el cambio hacia un futuro energético más limpio y sostenible es un cambio positivo y significativo para el país y el mundo, que podría beneficiar a la industria cripto, permitiendo el regreso de Bitcoin y los criptoactivos.
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