El Departamento de Justicia de EE.UU. ha ordenado la incautación de más de 2,8 millones de dólares en criptoactivos, efectivo y bienes. Esta operación podría reforzar la estrategia del gobierno de acumular BTC sin compras directas ni impacto presupuestario.
La reciente incautación de más de 2,8 millones de dólares en criptomonedas, efectivo y bienes ordenada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) no solo representa un golpe a las actividades delictivas, sino que también podría aumentar significativamente las reservas de activos digitales del gobierno federal.
Según datos consultados, Estados Unidos se ha convertido en uno de los mayores tenedores de Bitcoin a nivel global, con más de 198.000 BTC bajo custodia, equivalentes a unos 23.000 millones de dólares.
Ahora bien, considerando que el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha sido claro en que Estados Unidos no comprará Bitcoin para su reserva estratégica, sino que se apoyará exclusivamente en incautaciones judiciales como vía de acumulación, la reciente operación del DOJ podría reafirmar el enfoque estratégico del Estado para reforzar su soberanía digital sin comprometer recursos presupuestarios.
Acumula bitcoins como EE.UU. en Bit2MeEE.UU. se apoyará en incautaciones judiciales como vía para acumular bitcoins
La revelación de estas seis nuevas órdenes judiciales por parte del Departamento de Justicia están fortaleciendo la estrategia de acumulación de Bitcoin por parte del gobierno estadounidense, sin realizar compras directas en el mercado. En esta ocasión, las incautaciones incluyeron más de 2,8 millones de dólares en criptomonedas, efectivo y un vehículo de lujo, todos vinculados a investigaciones penales en curso. Aunque el DOJ no especificó los activos digitales exactos, sí señaló que estos bienes y propiedades eran controlados por Ianis Aleksandrovich Antropenko, vinculado al ransomware Zeppelin.
Ahora bien, estos nuevos fondos incautados en criptomonedas representan una vía para que Estados Unidos aumente sus tenencias de activos digitales de manera eficiente y sin afectar las dinámicas del mercado.
De acuerdo con las declaraciones de Bessent durante una entrevista con Fox Business, el gobierno no busca competir como comprador institucional en el mercado de criptomonedas. En cambio, su enfoque es pasivo y se basará exclusivamente en la acumulación a través de incautaciones judiciales, lo cual considera una forma inteligente que evitará tanto las fluctuaciones de precio como las controversias políticas en torno al uso de fondos públicos.
La política de acumulación pasiva se alinea con la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, que establece la necesidad de fortalecer la soberanía digital del país mediante la consolidación de activos estratégicos. En este marco, Bitcoin se posiciona como un instrumento de reserva no convencional, cuya tenencia puede ofrecer ventajas en escenarios de tensión geopolítica o disrupción financiera. La reciente operación del DOJ, aunque modesta en monto, refuerza esta narrativa institucional y confirma que el gobierno sigue ampliando su posición en el ecosistema cripto.
Más de 198.000 BTC bajo custodia: ¿una reserva silenciosa?
Con esta nueva incautación, las tenencias cripto del gobierno estadounidense superan los 198.000 BTC, según estimaciones basadas en datos del mercado. La plataforma Bitcoin Treasuries muestra que EE.UU. es el país con mayor tenencia de Bitcoin en la actualidad, con una reserva que supera los 23.000 millones de dólares, a precios actuales del mercado.
Fuente: Bitcoin Treasuries
En sus declaraciones, Bessent aclaró que la decisión del gobierno es de no vender los BTC y criptoactivos incautados, sino de mantenerlos a largo plazo. Esta postura de largo plazo contrasta con prácticas anteriores, donde los activos confiscados eran subastados por el Servicio de Alguaciles y otras agencias federales. Por tanto, se trata de una reversión de políticas que sugiere un cambio de visión sobre el rol de Bitcoin y las criptomonedas en la arquitectura financiera del Estado. Ya no se trata de liquidar activos para recuperar fondos, sino de construir una reserva digital que pueda ser utilizada —o simplemente conservada— como parte de una estrategia de resiliencia económica.
Compra BTC antes que el gobierno se lo quedeEl presidente Donald Trump ha detallado características clave de Bitcoin, como su descentralización, liquidez global y resistencia a censura, como criterios para considerar a la criptomoneda un activo estratégico. Estos mismos fundamentan la posición de Bitcoin como un instrumento atractivo en escenarios de incertidumbre.
Aunque la criptocomunidad esperaba que Trump tomará más acción en el mercado, expertos han señalado que la acumulación pasiva permite al Estado posicionarse sin generar presión de compra, evitando distorsiones en el mercado y manteniendo una postura neutral frente a la volatilidad. En este contexto, cada incautación judicial, como la anunciada por el DOJ, no solo representa una acción legal, sino también una contribución silenciosa a la reserva digital del país.
Estados Unidos busca liderar con una reserva cripto federal
La consolidación de una reserva estratégica de Bitcoin por parte del gobierno estadounidense marca un cambio profundo en el papel que el Estado quiere jugar dentro del mundo cripto: deja de ser solo un regulador para convertirse en un actor con presencia activa y significativa dentro del mercado. Al convertirse en un “holder” relevante de Bitcoin, el gobierno no solo puede influir en el mercado, sino también en la narrativa global sobre la legitimidad y el valor de las criptomonedas.
Desde el punto de vista geopolítico, esta reserva de más de 198.000 BTC otorga a Estados Unidos una poderosa herramienta de influencia. Vivimos en un mundo donde la soberanía monetaria y la infraestructura digital se vuelven claves para el poder global, y tener control sobre un volumen importante de Bitcoin le brinda al país un papel estratégico sin precedentes en estos ámbitos. Aunque el Departamento del Tesoro ha asegurado que no planea utilizar estos bitcoins en el corto plazo, el solo hecho de poseerlos fortalece la posición estadounidense frente a otros países que aún dudan o debaten cómo integrar las criptomonedas en su modelo financiero y político.
Además, la decisión de no vender estos activos digitales, incluso cuando sus precios en el mercado pueden fluctuar, revela una visión clara de largo plazo: Estados Unidos está construyendo una arquitectura digital robusta, con un enfoque en la resiliencia y la soberanía en el espacio financiero del futuro.
En conjunto, la incautación de 2,8 millones de dólares por parte del DOJ no solo amplía la reserva cripto federal, sino que subraya la intención estadounidense de posicionarse como líder global en el ámbito de las criptomonedas, consolidando una base firme que combina poder económico, influencia estratégica y avances institucionales en la revolución digital.
Opera tus criptomonedas con confianza