Ripple ha sido reconocida por la CNBC como una de las mejores empresas fintech del mundo por tercer año consecutivo. Su apuesta por el Internet del Valor consolida su posición global.
Por tercer año consecutivo, Ripple ha sido reconocida por la CNBC y Statista como una de las principales empresas de tecnología financiera a nivel mundial.
La distinción se enmarca en el ranking anual de las 300 compañías fintech más influyentes, elaborado a partir de criterios rigurosos, indicadores clave de rendimiento y aportes editoriales independientes. En un ecosistema marcado por la disrupción tecnológica y la incertidumbre macroeconómica, Ripple reafirma su protagonismo con una visión sólida sobre el futuro del dinero digital.
La constancia como métrica de liderazgo
La repetición del reconocimiento a esta compañía de criptomonedas no es un mero galardón simbólico. Aparecer en el listado por tres años consecutivos implica una sostenibilidad operacional y estratégica que aún es poco común en el universo fintech. Sin embargo, Ripple ha mantenido una hoja de ruta clara: construir una infraestructura para lo que denomina el “Internet del Valor”. Su propuesta consiste en facilitar pagos internacionales más rápidos, seguros y eficientes mediante la tecnología blockchain y los activos digitales como XRP, su criptomoneda insignia.
A la fecha, Ripple ha demostrado consistencia en métricas clave como crecimiento de ingresos, expansión de servicios y aumento de empleados, indicadores evaluados por Statista y la CNBC para la elaboración de este ranking.
Si bien los datos exactos de estas métricas no fueron publicados, la metodología incluyó la revisión confidencial de más de 2.000 compañías globales, además del proceso de solicitud voluntaria por parte de las empresas participantes.
Fuente: CNBC
Ripple y el futuro del dinero: construyendo el Internet del Valor
El concepto del “Internet del Valor” es más que una narrativa de marketing. La idea de Ripple apunta a un sistema financiero global interconectado donde activos digitales, contratos inteligentes y redes descentralizadas colaboren para mover valor con la misma velocidad que hoy se transmite información.
Esta visión ha impulsado desarrollos tecnológicos y pilotos regulatorios que posicionan a Ripple como un interlocutor activo en la transformación del sistema financiero tradicional. Desde soluciones para remesas hasta infraestructura para bancos centrales que exploran monedas digitales (CBDC), el enfoque de Ripple ha ganado credibilidad entre entidades públicas y privadas. Su listado en el prestigioso ranking elaborado por la CNBC y Statista es una prueba de su creciente influencia.
Este ranking analiza distintas áreas dentro del ecosistema fintech, abarcando desde la banca digital hasta la gestión patrimonial, seguros y pagos, sin jerarquías numéricas ni posiciones fijadas, sino desde una perspectiva que valora la innovación, la sostenibilidad operativa, el crecimiento y la variedad de soluciones ofrecidas. Para Ripple, ser parte de esta lista significa un respaldo tangible que valida su importancia en el mercado.
En X, la empresa comentó que ha sido un honor ser incluidos en este ranking de las compañías fintech más influyentes de la CNBC por tercer año consecutivo, subrayando su “compromiso continuo con la construcción del Internet del Valor y la transformación de la forma en que se mueve el dinero en todo el mundo”.
Tres años de confianza en cripto
En definitiva, la inclusión consecutiva de Ripple en el listado global de CNBC y Statista no solo valida su propuesta tecnológica, sino que confirma su capacidad de permanecer relevante en un entorno de alta competencia y evolución constante. En una industria donde las promesas muchas veces superan los resultados, Ripple ha logrado sostener una narrativa clara, alineada con desarrollos reales, métricas verificables y una ejecución estratégica constante.
Por ello, más allá de los titulares, este nuevo reconocimiento reafirma el papel de Ripple como un referente en la construcción de estándares operativos para la próxima generación de infraestructura financiera. Su compromiso con el Internet del Valor no es solo conceptual, sino operativo: una visión en marcha que sigue ganando espacio, interlocutores y validación año tras año.