Estafador de 19 años usó Minecraft y fingió ser empleado de Google/Yahoo para robar USD 245 M en cripto

Estafador de 19 años usó Minecraft y fingió ser empleado de Google/Yahoo para robar USD 245 M en cripto

Un joven de 19 años lideró una millonaria estafa que expone la creciente sofisticación del crimen en el mundo digital. 

Veer Chetal, un joven residente en Danbury, Connecticut, se declaró culpable de participar en una estafa que resultó en el robo de aproximadamente 4.100 bitcoins, valorados en unos 245 millones de dólares en agosto de 2024.

De acuerdo con las declaraciones y documentos judiciales, el esquema fraudulento se basó en técnicas de ingeniería social. Chetal y sus cómplices se hacían pasar por empleados de empresas reconocidas como Google y Yahoo para engañar a sus víctimas y obtener acceso a sus cuentas de criptomonedas. Las llamadas fraudulentas eran cuidadosamente diseñadas para parecer legítimas, y muchas veces incluían referencias técnicas y lenguaje corporativo que convencía incluso a usuarios experimentados.

El punto de partida de esta red fue Minecraft, el popular videojuego de construcción. A través de esta plataforma, Chetal conoció a Malone Lam y Jeandiel Serrano, quienes se convertirían en sus socios en el crimen. Lam se encargaba de conseguir bases de datos con información de personas adineradas, mientras que Chetal y Serrano ejecutaban las llamadas de suplantación de identidad.

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Un estilo de vida lujoso y un secuestro fallido

Tras el robo, los tres jóvenes disfrutaron de un estilo de vida que contrastaba con su edad y posición económica. Autos de lujo, relojes de alta gama, fiestas privadas y joyas costosas se convirtieron en parte de su rutina. Sin embargo, el desenlace fue tan abrupto como el ascenso.

Una semana después del robo, los padres de Chetal fueron víctimas de un intento de secuestro en Danbury. El grupo responsable exigía un rescate vinculado al robo de criptomonedas. La operación fue frustrada por las autoridades, que arrestaron a seis hombres provenientes de Florida. Además, otro individuo de Georgia fue acusado de conspirar para el secuestro, tras haber tenido un altercado previo con Chetal.

Este episodio marcó un punto de inflexión en la investigación. La violencia física, que hasta entonces no había sido parte del esquema, puso en evidencia el alcance y los riesgos del crimen digital. Las autoridades intensificaron la vigilancia sobre Chetal y sus cómplices, lo que llevó a su detención formal.

Durante el proceso, se incautaron grandes cantidades de efectivo, joyas y más de 39 millones de dólares en criptomonedas vinculadas directamente a Chetal. Además, se descubrió que había participado en al menos 50 robos similares, acumulando cerca de 3 millones de dólares adicionales mediante fraudes con el mismo modus operandi.

Cooperación judicial y problemas migratorios

Tras su arresto, Chetal se declaró culpable de conspiración para cometer fraude electrónico y lavado de dinero. Como parte de su acuerdo con la fiscalía, aceptó colaborar con las autoridades y testificar contra sus coacusados. Esta cooperación fue clave para desmantelar la red y rastrear los activos robados.

Sin embargo, su situación legal se complicó aún más por cuestiones migratorias. Chetal, de origen indio, enfrentó la expiración de su visa dependiente tras la pérdida del empleo de su padre. Esto lo obligó a abandonar la universidad Rutgers y aumentó el riesgo de fuga, según los fiscales.

La posibilidad de deportación a India se suma a una condena que podría oscilar entre 19 y 24 años de prisión, además de multas que podrían alcanzar el medio millón de dólares. Las autoridades han señalado que su perfil migratorio y académico no lo exime de responsabilidad penal, y que su cooperación no garantiza inmunidad.

Durante su libertad condicional, Chetal habría reincidido en otro robo de criptomonedas por aproximadamente 2 millones de dólares, utilizando el mismo método de llamadas fraudulentas haciéndose pasar por soporte técnico. Además, incumplió condiciones de su liberación, como no entregar su pasaporte, lo que motivó su re-arresto y detención preventiva hasta la sentencia.

¿Cómo protegerse ante los ataques de ingeniería social?

Una de las formas más efectivas para reducir el riesgo frente a fraudes como el que ejecutó Veer Chetal es la educación digital

Invertir en activos digitales implica entender los riesgos que conlleva la exposición en línea y saber reconocer intentos de ingeniería social. Los estafadores suelen utilizar tácticas psicológicas sutiles, como la urgencia, la autoridad falsa y la confianza emocional, para manipular a sus víctimas. Por eso, los inversores deben aprender a identificar comportamientos sospechosos, como llamadas inesperadas de soporte técnico, correos con enlaces urgentes o solicitudes de verificación que no han sido solicitadas.

Es vital que cualquier contacto que se presente como representante de una empresa como Google, Yahoo o plataformas de exchange cripto sea verificado con canales oficiales. Jamás se deben compartir contraseñas, frases semilla ni códigos de autenticación a terceros, por más creíble que sea la fuente. Las empresas legítimas nunca piden esta información por vía telefónica o correo no cifrado.

También es importante utilizar herramientas como autenticación de dos factores (2FA), almacenar claves en hardware wallets y activar alertas en apps de trading puede reducir significativamente el impacto de un intento de fraude. También se recomienda mantener actualizados los dispositivos y usar extensiones de navegador que detecten el phishing.

En el mundo de las criptomonedas, el poder está en la prevención. Así, entre más informado esté el inversor, menos vulnerable será ante las técnicas de manipulación emocional que buscan explotar su confianza.

Blindar el entorno digital

Además de identificar y evitar contactos falsos, los inversores deben trabajar activamente en blindar su entorno digital. Eso comienza por mantener su presencia en línea lo más discreta posible. No compartir públicamente detalles sobre inversiones, cartera de activos o plataformas que se utilizan es esencial para no convertirse en blanco de ataques dirigidos. Muchos estafadores, como en el caso de Chetal, elegían sus víctimas por su exposición en línea o nivel de riqueza visible.

También es recomendable separar las cuentas personales de las cuentas de inversión, usar correos electrónicos exclusivos para plataformas cripto y mantener contraseñas robustas y únicas. Nunca reutilizar credenciales en diferentes servicios, especialmente aquellos vinculados a activos digitales.

Finalmente, crear una rutina de revisión periódica de transacciones, historial de acceso y permisos en las apps utilizadas ayuda a detectar anomalías antes de que se transformen en pérdidas. Así, la combinación entre privacidad activa y vigilancia constante forma una barrera sólida contra los actores maliciosos que operan en el ecosistema cripto.

En conclusión, la estafa de Veer Chetal refleja cómo la ingeniería social, si no se enfrenta con educación, vigilancia y buenas prácticas, puede convertir a cualquier inversor en una víctima. Blindar nuestras inversiones cripto no requiere paranoia, sino consciencia digital. La clave está en combinar la discreción personal, el uso de herramientas de protección y una actitud proactiva frente a lo sospechoso. En un entorno cada vez más sofisticado, proteger nuestros activos es parte integral de participar responsablemente en el mundo cripto.

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