El Foro Económico Mundial advierte que la automatización desplazará 92 millones de empleos, pero surgirán 170 millones en sectores como Inteligencia Artificial (IA), ciberseguridad y energías renovables. Con esto, la organización subrayó que el 59% de los trabajadores actuales necesitará recapacitarse.
El impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral ha sido objeto de intenso debate en los últimos años. Mientras algunos advierten sobre la pérdida masiva de empleos debido a la automatización, otros destacan las oportunidades que esta tecnología puede generar.
En un reciente informe titulado «Future of Jobs Report 2025: The jobs of the future – and the skills you need to get them», el Foro Económico Mundial (WEF) arrojó luz sobre este tema, revelando que, aunque la IA desplazará alrededor de 92 millones de puestos de trabajo, según las estimaciones para 2030, también creará 170 millones de nuevos empleos para la fecha, lo que representa un aumento neto de 78 millones de oportunidades laborales.
El informe, basado en una encuesta realizada a más de 1.000 empresas de diversos sectores, ofrece una visión detallada de cómo la IA transformará el futuro del trabajo.
Según el WEF, el 41% de los empleadores planea reducir su fuerza laboral debido a la automatización de tareas repetitivas y rutinarias. Sin embargo, esta misma tecnología impulsará la creación de empleos en áreas emergentes como el desarrollo de IA, big data, ciberseguridad y energías renovables.
El doble impacto de la automatización de la IA
La automatización no es un fenómeno nuevo, pero su ritmo se ha acelerado exponencialmente con los avances actuales en IA. Según el informe, los trabajos más vulnerables son aquellos que implican tareas repetitivas y predecibles, como los empleos administrativos o de diseño gráfico. Estas ocupaciones serán gradualmente reemplazadas por sistemas de IA capaces de realizar las mismas funciones de manera más rápida y eficiente.
Sin embargo, el informe también destaca que la IA no solo destruirá empleos, sino que también generará nuevos roles que hoy en día son difíciles de imaginar. Por ejemplo, se espera un aumento significativo en la demanda de profesionales especializados en inteligencia artificial, analistas de datos, expertos en ciberseguridad y técnicos en energías renovables. Además, sectores tradicionales como la agricultura, el transporte, la salud y la educación también experimentarán un crecimiento en la demanda de mano de obra.
La necesidad de recapacitación de los trabajadores
Uno de los aspectos más preocupantes del informe es la brecha de habilidades que podría surgir como consecuencia de estos cambios. Según el WEF, el 59% de la fuerza laboral necesitará recapacitarse para 2030, y más de 120 millones de trabajadores corren el riesgo de ser desplazados si no adquieren las competencias necesarias para adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
Las empresas son conscientes de este desafío. El 77% de los empleadores encuestados afirmó que planea invertir en la capacitación y el reciclaje de sus empleados. Sin embargo, el informe advierte que el desajuste de habilidades sigue siendo la principal barrera para la transformación empresarial, con un 63% de los empleadores identificándolo como su mayor obstáculo.
Para abordar este problema, el WEF recomienda un enfoque dual que combine habilidades técnicas con competencias humanas. Mientras las habilidades técnicas relacionadas con la IA, el análisis de datos y la programación serán esenciales, las llamadas «habilidades blandas», como el pensamiento creativo, la resiliencia, la flexibilidad y la colaboración, seguirán siendo fundamentales en el mundo laboral del futuro.
Sectores en crecimiento
El informe del WEF identifica varios sectores que experimentarán un crecimiento significativo en la próxima década. Uno de los más destacados es el de la inteligencia artificial y el big data, donde se espera una demanda exponencial de profesionales capaces de desarrollar, implementar y gestionar sistemas de IA.
La ciberseguridad también será un área clave, ya que el aumento en el uso de tecnologías digitales y la automatización generará nuevas vulnerabilidades que requerirán soluciones innovadoras para proteger la información y los sistemas.
En el ámbito de las energías renovables, el informe prevé un aumento en la demanda de técnicos e ingenieros especializados en energía solar, eólica y otras fuentes sostenibles, impulsado por la transición global hacia una economía baja en carbono.
El papel de las habilidades humanas
A pesar del avance de la IA, el informe del WEF también subrayó que las habilidades humanas seguirán siendo indispensables. La creatividad, la empatía, la capacidad de resolver problemas complejos y la colaboración son competencias que las máquinas no pueden replicar fácilmente.
Por ejemplo, en sectores como la salud y la educación, donde la interacción humana es fundamental, se espera un aumento en la demanda de profesionales como enfermeros, médicos, maestros y entrenadores. Del mismo modo, en el ámbito de la restauración y el comercio, la atención personalizada y la experiencia del cliente seguirán siendo factores clave para el éxito.
Por otro lado, el informe también destacó que la IA no será el único factor que moldee el futuro del trabajo. Las presiones económicas y los cambios demográficos también jugarán un papel importante.
Por ejemplo, el envejecimiento de la población en países de ingresos altos aumentará la demanda de trabajadores en el sector de la salud y los cuidados a largo plazo. Por otro lado, en países de ingresos bajos, el crecimiento de la población en edad laboral generará oportunidades en sectores como la manufactura y los servicios.
Además, el aumento del costo de vida y las presiones económicas globales podrían acelerar la adopción de tecnologías de automatización en sectores donde la mano de obra es más costosa.
Una revolución laboral para la próxima decada
En general, el informe del Foro Económico Mundial ofrece una visión equilibrada del impacto de la IA en el mercado laboral. Si bien es cierto que la automatización desplazará millones de empleos, también es innegable que la IA generará nuevas oportunidades en sectores emergentes y tradicionales.
Según el WEF, la clave para navegar este cambio radica en la capacidad de los trabajadores y las empresas para adaptarse y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece esta revolución tecnológica.
En última instancia, la organización señaló que el futuro del trabajo no se trata de elegir entre humanos y máquinas, sino de encontrar la manera en que ambos puedan colaborar para crear un mundo laboral más eficiente, innovador y equitativo. El informe concluye con que el éxito dependerá de nuestra capacidad para combinar adecuadamente las fortalezas de la inteligencia artificial con las habilidades únicas que solo los seres humanos podemos ofrecer. Por lo tanto, el mensaje es claro y es que la IA no es una amenaza, sino una oportunidad para aprender, adaptarnos y evolucionar.
