BRICS: desdolarización, crypto y la guerra geopolítica

BRICS: desdolarización, crypto y la guerra geopolítica

Rusia y China utilizan todo su peso en los BRICS con el fin de impulsar su agenda de desdolarización, con fines geopolíticos y financieros, pero al mismo tiempo, el grupo se enfrenta a problemas que sus propios miembros son incapaces de hacer frente y donde cada uno va por su propio camino e interés.

La decimosexta cumbre anual de los BRICS, que se celebra en Rusia por primera vez en nueve años, se inauguró ayer con un discurso del presidente ruso Vladimir Putin, seguido por una reunión a puerta cerrada. Esta cumbre, que reunirá a más 20.000 asistentes de 33 países, incluyendo 20 altos funcionarios estatales, es un acontecimiento histórico que podría marcar el inicio de un nuevo orden mundial.

Sin embargo, la agenda de desdolarización y la creciente tensión entre los miembros del bloque plantean desafíos significativos, y hace preguntar a especialistas sobre el impacto real que esta reunión podría tener.

Desdolarización: un objetivo ambicioso

Uno de los primeros planteamientos de esta nueva reunión de los BRICS gira en torno a la desdolarización, o la reducción de la dependencia del dólar estadounidense en el comercio internacional. La idea es teóricamente simple: los BRICS buscan fortalecer la cooperación económica y financiera internacional, y la desdolarización es una estrategia clave para lograrlo.

Sin embargo, la implementación de esta iniciativa enfrenta obstáculos importantes, por una simple razón: ¿Qué moneda permitirá desplazar al dólar como medio de intercambio global?

¿Pueden los BRICS impulsar la desdolarización gobal?

Ante esta pregunta, la narrativa de los BRICS sobre la desdolarización ha renovado el interés en el futuro del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Primero, porque la alianza ha comenzado a hacer pruebas con un sistema de pago sin dólares, lo que se ve como un éxito. Pero incluso con este avance, la realidad es muy clara: el dólar sigue siendo la moneda más usada en los intercambios comerciales internacionales.

De hecho, pese a que Rusia y China ya comercian usando el renmimbi (RMB, la moneda de China) la realidad es que estos cambios transfronterizos, tienen muy poco impacto a nivel global, y se enfrentan a una situación jocosa: China y Rusia, realizan estos intercambios en moneda local (rublos y renminbi), pero las operaciones conexas a estos intercambios se hacen en dólares, euros u oro. Y tampoco es que sea un intercambio de gran valor, ya que solo en 2023, dicho intercambio alcanzó los 50 mil millones de dólares y se enfrenta a un swap line con duras restricciones.

Mucho control, poca confianza

Ante esta situación, algunos economistas, como Paul Krugman, ganador del Premio Nobel de Economía, indican que esta posible desdolarización no es más que «mucho ruido y pocas nueces». Krugman sostiene que el dominio del dólar seguirá intacto y que no existe una alternativa real a la moneda estadounidense, especialmente porque quienes impulsan la idea de la desdolarización, son economía con enormes controles de capitales y con un nivel de confianza mínimo.

Y esto se puede ver muy claramente en los datos financieros de China, donde la salida de capitales extranjeros crece año tras año. Por ejemplo, solo en lo que va de 2024, China ha sufrido una salida de capitales que ha sobrepasado los 12 mil millones de dólares (datos de Financial Times), pero ante este evento (y en medio de una crisis financiera cada vez más aguda) el gobierno chino solo contabiliza 4,8 mil millones de dólares. No solo es control financiero, sino que el mismo gobierno chino oculta información financiera, a la vez que endurece los controles y genera burocracia para evitar la salida, algo que lleva a los inversores a desconfiar más y más, impulsando más las salidas de capital. La situación no es muy distinta en Rusia, donde el control gubernamental es mucho más fuerte.

Ante esta situación, analistas como Mohamed El-Erian, exsubdirector del Fondo Monetario Internacional, advierten que el sueño de una dolarización alternativa está en marcha y debe ser tomada en serio. El-Erian señala un fenómeno notable: el precio del oro ha experimentado un incremento del 40% en el último año, a pesar de que la inflación ha disminuido. Este cambio sugiere un movimiento hacia la búsqueda de activos más seguros, posiblemente en respuesta a las tensiones geopolíticas y la percepción de vulnerabilidad del dólar. Básicamente, El-Erian dice que estamos en un momento donde el dólar puede ser perfectamente hecho a un lado, pero para ello debe llegar un activo seguro, confiable y fácil de usar a nivel global.

Alternativas a la moneda única

A pesar de las aspiraciones de desdolarización, la creación de una moneda única para los BRICS, sigue en el etéreo. Vladimir Putin ha señalado que la idea de una moneda única no está madura y que se debe actuar de manera gradual y lenta. Los obstáculos incluyen la diversidad económica de los países miembros, las tensiones políticas, y la falta de integración similar a la de la Unión Europea.

En su lugar, los BRICS están explorando alternativas más viables. Una opción es desarrollar sistemas de pago integrados que permitan realizar transacciones directas entre las monedas nacionales de cada país, aumentando la eficiencia y resistencia a las sanciones internacionales. Otra posibilidad es continuar con el comercio utilizando monedas nacionales, lo que permitiría reducir la dependencia del dólar estadounidense y otras divisas de reserva.

Este último caso es más probable, pero no tendría ningún impacto real sobre el dólar y su papel como moneda de intercambio internacional, ya que al final, muchos de estos intercambios en monedas nacionales, tendrían sus salidas de actividades conexas usando el dólar como moneda de intercambio.

Tensiones geopolíticas: el gran obstáculo para la unidad

Sin embargo, la desdolarización no es el único tema en la agenda de los BRICS. Las tensiones geopolíticas, especialmente entre India y China, y las nuevas asociaciones que pueden no ser positivas para el grupo, como la llegada de Irán y Venezuela, son factores que complican la unidad del bloque.

India y China: una disputa en el Himalaya

En primer lugar, la tensión geopolítica entre India y China es un factor crucial que puede cambiar la dinámica del comercio internacional. India, miembro del bloque de los BRICS, ha manifestado su desacuerdo con la agenda de desdolarización y ha anunciado que seguirá utilizando el dólar estadounidense. Según Subrahmanyam Jaishankar, ministro de Asuntos Exteriores de la India, el país no está interesado en la desdolarización y seguirá usando el dólar donde sea aceptado como forma de pago.

¿Razones? India ve un inmenso peligro a su crecimiento económico, geopolítico y militar, el hecho de usar el renmimbi como moneda de comercio con China y Rusia, dos de sus grandes mercados. Y tienes razones para sentirse en peligro, porque actualmente existe una disputa fronteriza entre India y China en la región del Himalaya, además de una creciente desconfianza hacia las ambiciones económicas y geopoliticas de China. A pesar de los esfuerzos por estabilizar las relaciones comerciales, India prefiere mantener el dólar para sus transacciones futuras. Esto envía un mensaje claro sobre su compromiso con mantener el dólar estadounidense como moneda dominante.

Además, India ve en este proceso de «desdolarización» una preparación de China para avanzar en sus acciones militares en la región, especialmente contra Taiwán, algo que la India ve como una amenaza directa a sus intereses, ya que India depende íntegramente de Taiwán para acceder a chips y tecnología para sus programas tecnológicos militares y civiles.

Irán y Venezuela: relaciones peligrosas

Por otro lado, la idea de integrar a Irán y Venezuela en el bloque BRICS es otro factor que puede complicar la unidad del grupo. Irán, que se unió a los BRICS en enero de este año, ha expresado su interés en fortalecer la cooperación económica y política con los miembros del bloque. Sin embargo, la presencia de Irán plantea desafíos diplomáticos, especialmente en el contexto de las sanciones internacionales y las tensiones con Occidente.

Y aquí entran en juego las sanciones secundarias de Irán, algo que ha limitado de forma significativa el comercio de los BRICS con la nación persa. Recordemos que Irán no solo tiene sanciones que lo dejan fuera del SWIFT, sino que cualquier empresa que tenga negocios con Irán corre el riesgo de tener sanciones automáticas. En India han tenido especial cuidado y han evitado la negociación, mientras que Rusia y China, negocian por medio de empresas de maletín y bancos de poca importancia, todo con el fin de evitar que las sanciones secundarias tengan un impacto negativo en sus economías.

En el caso de Venezuela, la historia se repite. El país sudamericano, estaba entre los países que posiblemente formarían parte del club en las reuniones de enero y octubre de 2024, sin embargo, Brasil voto en contra de esto. El problema político, de derechos humanos y las sanciones, que pesan sobre Venezuela, podrían poner en grave riesgo la economía de Brasil, y por ello ha votado en contra y ha logrado convencer al resto de países del bloque de abstenerse.

Tecnología y finanzas: el papel de las criptomonedas

Por otro lado, la tecnología y las finanzas desempeñan un papel crucial en los planes de desdolarización de los BRICS. La minería de Bitcoin, el desarrollo de sistemas de pago digitales, y la exploración de monedas digitales de bancos centrales (CBDC) son algunas de las iniciativas que están impulsando el bloque hacia un sistema financiero multipolar.

Granjas mineras de Bitcoin en los BRICS

En este sentido, Rusia, a través del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y BitRiver, la mayor empresa minera del país, planea construir granjas de minería de Bitcoin en los países del bloque BRICS. El proyecto no solo se centrará en la minería de Bitcoin, sino también en la implementación de tecnologías de inteligencia artificial (IA). Igor Runets, CEO de BitRiver, comentó que, junto con RDIF, trabajarán «en crear una infraestructura basada en la minería», lo que implica la construcción de centros de datos y brindar las capacidades necesarias para desplegar e implementar proyectos relacionados con la IA.

La minería de Bitcoin en Rusia se legalizó recientemente (después de haber sido ilegalizada y duramente perseguida), lo que abre nuevas oportunidades para el desarrollo de la potencia informática y la implementación de tecnologías avanzadas. Este proyecto busca no solo aumentar la presencia de Rusia en la minería de Bitcoin, sino también en el mercado global de potencia informática.

BRICS Pay: un sistema de pagos sin el dólar

Por otro lado, en el marco de la celebración del Foro Empresarial BRICS, se presentó oficialmente BRICS Pay, una herramienta de pago sin efectivo mediante código QR. Las tarjetas de demostración contenían 500 rublos que los participantes del encuentro usaron para realizar pagos en tres ubicaciones del World Trade Center de Moscú. Se espera que el sistema entre en funcionamiento a finales de este año para los rusos en el extranjero, y en 2025 para los residentes en Rusia.

BRICS Pay permitirá hacer pagos con Visa, Mastercard y WeChat Pay, y se integrará a una serie de opciones que permitan a los países BRICS contar con opciones de pago ampliadas para liquidar bienes y servicios. La idea es depender cada vez menos del dólar, fomentar la diversificación financiera y reforzar la autonomía económica entre los miembros del bloque.

El sistema de desdolarización de los BRICS incluye la exploración de monedas digitales y stablecoins. Una de las iniciativas más destacadas es la Unidad de Cuenta Común (Unir), una stablecoin respaldada en oro. La nueva moneda estará vinculada a una canasta de reservas subyacente compuesta en un 40% por oro y en un 60% por monedas de los países miembros del bloque BRICS.

Mucho por avanzar

La cumbre de los BRICS en Rusia es un evento crucial que puede marcar el inicio de un nuevo orden mundial. La desdolarización, la tecnología financiera, y las tensiones geopolíticas son temas centrales que definirán el futuro del bloque. Aunque los BRICS tienen objetivos ambiciosos, la implementación de estos planes enfrenta desafíos significativos, especialmente en el contexto de las tensiones internas y las nuevas alianzas.

El tiempo dirá si las iniciativas de los BRICS darán lugar a un nuevo paradigma financiero o si el dólar se mantendrá como el rey indiscutible de las monedas. Sin embargo, lo que está claro es que los BRICS están tomando pasos concretos hacia un sistema financiero multipolar, y sus acciones tendrán implicaciones importantes para el resto del mundo.