Ulrich Bindseil, del BCE, explica cómo las blockchain públicas y DeFi redefinen la infraestructura financiera

Ulrich Bindseil, del BCE, explica cómo las blockchain públicas y DeFi redefinen la infraestructura financiera

Ulrich Bindseil, del BCE, ha analizado el impacto de la tecnología blockchain en pagos y liquidaciones. Su investigación destaca que las redes descentralizadas como las de criptomonedas ofrecen eficiencia, transparencia y automatización sin precedentes, aunque advierte sobre riesgos técnicos y regulatorios.

La tecnología blockchain ha dejado de ser un concepto marginal para convertirse en un tema central en el diseño de futuras infraestructuras financieras. Ulrich Bindseil, director general de infraestructura de mercado y pagos del Banco Central Europeo (BCE), detalló en una investigación reciente cómo las redes públicas descentralizadas, usadas en criptomonedas como Ethereum y protocolos financieros descentralizados (DeFi), podrían transformar sistemas de pago y liquidación.

Según el estudio, la tecnología blockchain permite transacciones inmediatas, acompañada de una operación continua y liquidación de múltiples activos en una misma plataforma. 

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A diferencia de los sistemas tradicionales, que dependen de intermediarios como bancos y cámaras de compensación, estas redes de cadenas de bloques funcionan con validación automatizada y registros inmutables. Por ello, Bindseil señala que, aunque persisten desafíos técnicos y regulatorios que se deben abordar, la adopción de arquitecturas descentralizadas podría resolver problemas históricos como los altos costos transfronterizos y los retrasos en liquidaciones.

Bindseil subraya las ventajas centrales de la tecnología blockchain

En un artículo de investigación titulado “Public crypto networks as financial market infrastructures”, Bindseil, junto con Omid Malekan, de la Universidad de Columbia, explicó que las redes blockchain ofrecen liquidez en tiempo real, permitiendo transacciones instantáneas las 24 horas sin fronteras geográficas. Comparó esta tecnología con sistemas tradicionales como TARGET2 del BCE, que funcionan en horarios limitados y requieren intermediarios, para destacar que cadenas de bloques como Solana o Ethereum procesan pagos en segundos con tarifas mínimas. Según Bindseil, esto es clave para optimizar las transferencias internacionales, donde actualmente una operación puede demorar días y costar hasta el 6,3% del monto enviado.

Además, la tecnología blockchain permite manejar múltiples activos, desde divisas hasta acciones, en una misma infraestructura, evitando la fragmentación. 

Por ejemplo, plataformas descentralizadas como Uniswap facilitan el intercambio entre criptomonedas y tokens vinculados a activos reales, como bonos o materias primas. El directivo destacó que esta capacidad, llamada «omni-activo», reduce significativamente la complejidad operativa y riesgos como el Herstatt, donde fallos en liquidaciones cruzadas generan pérdidas millonarias en los sistemas tradicionales.

Protocolos DeFi: El campo de pruebas de las finanzas descentralizadas

En el estudio de investigación también se destacan las ventajas, utilidades y riesgos de las aplicaciones descentralizadas (dApps), como Aave, enfocada en los préstamos, o Compound, en los ahorros automatizados. Estas dApps operan con contratos inteligentes y códigos autoejecutables que eliminan la necesidad de intermediarios. 

Bindseil subrayó que estos protocolos, aunque asociados a criptomonedas, podrían adaptarse para servicios tradicionales. Por ejemplo, los flash loans, que son préstamos sin garantía que se liquidan en segundos en la cadena, son imposibles en los sistemas bancarios convencionales, pero en DeFi son una realidad que permite arbitrajes eficientes entre mercados

Sin embargo, no todo es ventajas y utilidades, ya que Bindseil también destacó los posibles riesgos detrás de la innovación de estas tecnologías. El estudio aborda varios de los exploits que han ocurrido en protocolos descentralizados, como Euler Finance, que dejó pérdidas por alrededor de $200 millones de dólares, exponiendo vulnerabilidades en códigos mal auditados. Además, la volatilidad de activos en DeFi y la dependencia de stablecoins como USDT para las operaciones plantean dudas sobre estabilidad sistémica, indicó. 

Entre la innovación y la regulación

Desde otro punto de vista, Bindseil argumenta que la descentralización extrema de la tecnología blockchain también puede convertirse en un arma de doble filo. A diferencia de los bancos, las redes públicas como las de Bitcoin, Ethereum y Solana no tienen mecanismos para revertir fraudes o errores. Además, considera que, por su diseño y operativa, los marcos regulatorios aún no abordan todas estas complejidades, por lo que persisten vacíos legales que han limitado su uso y adopción. 

Bindseil subrayó que los reguladores en la Unión Europea están avanzando hacia la regulación del espacio cripto con la implementación de la ley MiCA, la Ley de Mercados de Criptoactivos, que exige licencias a emisores de stablecoins y transparencia en DeFi, pero que aún no aborda la supervisión de dApps que sean totalmente descentralizadas. Por ello, indicó que el BCE urge de marcos globales que ayuden a mitigar los riesgos y que permitan proteger a inversores minoristas.

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En conclusión, el experto del BCE reconoce que la tecnología blockchain y, específicamente el espacio DeFi, representan una evolución técnica con potencial para democratizar los servicios financieros, reducir costos y eliminar barreras geopolíticas. Sin embargo, su adopción masiva también requiere resolver dilemas clave como garantizar seguridad sin centralización y equilibrar la privacidad con el cumplimiento normativo, entre otros. 

El reto, a juicio de Bindseil, es integrar la innovación descentralizada de la tecnología blockchain y la estabilidad tradicional del sistema actual. Por tanto, el futuro no está en elegir entre sistemas antiguos o nuevos, sino en diseñar infraestructuras híbridas que aprovechen lo mejor de cada uno, concluyó. 

La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.