Histórico: FED elimina restricciones para que bancos operen criptomonedas oficialmente

La FED permite a bancos operar con criptomonedas, transformando la regulación y el futuro financiero global y estadounidense.

La FED permite a bancos operar con criptomonedas, transformando la regulación y el futuro financiero global y estadounidense.

La relación entre los bancos tradicionales y el universo cripto experimenta un punto de inflexión que podría transformar para siempre el escenario financiero estadounidense y global. La FED ha dado un paso histórico al eliminar las restricciones que impedían a las instituciones bancarias operar con criptomonedas y stablecoins, marcando así un antes y un después en la regulación de estos activos digitales.

Este movimiento, que ocurre en un contexto donde la innovación y la regulación buscan equilibrio, abre las puertas a una participación más activa y oficializada de los bancos en el mercado de criptomonedas, con claras implicaciones para la transparencia, la seguridad y el desarrollo de nuevas estrategias financieras.

Con este nuevo paso, queda claro que el ecosistema blockchain avanza cada vez en la integración TradFi, donde la regulación y la confianza es vital, razón poderosa para confiar en herramientas que apuestan y se construyen pensadas en la regulación y generar servicios ajustados a sus usuarios.

ENTRA AL MERCADO DE FORMA SEGURA Y CONFIABLE

FED cancela restricciones para bancos y criptomonedas

En un comunicado oficial emitido el 24 de abril de 2025, la FED anunció la revocación unilateral de directrices que hasta ahora requerían que los bancos solicitaran aprobaciones previas para operar con criptomonedas y otros criptoactivos. Estas normas habían sido establecidas entre 2022 y 2023 en un contexto de cautela por la volatilidad e incertidumbre de activos digitales, y buscaban mitigar riesgos financieros y reputacionales. La cancelación de estas restricciones pone a la FED en línea con otras agencias regulatorias como la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), que ya habían retirado sus pautas limitantes.

Este giro concede mayor autonomía a las instituciones bancarias para decidir su participación en actividades relacionadas con criptomonedas, siempre dentro de los marcos internos de cumplimiento y gestión de riesgos. Cabe destacar que, aunque la supervisión específica por criptoactivos se elimina, la FED seguirá vigilando estas actividades mediante sus procesos regulares de supervisión bancaria. Por ejemplo, un banco ahora podrá decidir custodiar o facilitar compra y venta de criptomonedas sin la necesidad de esperar una autorización explícita, lo cual agiliza la operación y favorece la innovación en esta materia.

Esta flexibilización responde al objetivo de “respaldar aún más la innovación en el sistema bancario”, asegurando que las reglas se adapten a los riesgos reales y evolutivos del ecosistema digital, sin sobrecargar a los bancos con requerimientos excesivos.

Stablecoins ahora autorizadas bajo supervisión mínima

Paralelamente a esta decisión, la FED ha dejado claro que los bancos podrán involucrarse oficialmente con stablecoins —criptomonedas cuyo valor está atado a monedas fiduciarias como el dólar— bajo un esquema de supervisión mínima. Estas monedas estables, fundamentales hoy para facilitar pagos rápidos y estables en el mercado cripto, habían estado sujetas a restricciones bancarias debido a preocupaciones sobre riesgos asociados y falta de regulación clara.

Ejemplo de ello es la eliminación de la circular de supervisión de 2023, que prohibía a los bancos operar con stablecoins. Esta medida busca no interferir con los procesos legislativos en curso, como los proyectos STABLE y GENIUS, que se debaten en el Congreso estadounidense para establecer un marco regulatorio definido para estas monedas.

La autorización para que bancos operen con stablecoins incluye actividades como custodia, préstamos, compra y venta, bajo normativas estándar de seguridad bancaria. Este enfoque, similar al aplicado a otros activos financieros, refleja una confianza creciente en estas criptomonedas como instrumentos legítimos y funcionales del sistema.

Un banco nacional, por ejemplo, podría ofrecer cuentas vinculadas a stablecoins para facilitar pagos internacionales con tarifas más bajas y tiempos de procesamiento inmediatos, beneficiando a clientes con acceso digital innovador y seguro, bajo reglas conocidas del sistema bancario tradicional.

OPERA CON STABLECOINS DE FORMA SEGURA EN BIT2ME

Cambio regulatorio clave en la administración estadounidense

Este cambio regulatorio refleja un nuevo enfoque por parte del gobierno estadounidense, especialmente el liderazgo bajo la administración de Donald Trump, que ha revocado políticas anteriores consideradas restrictivas. Durante la administración anterior, liderada por Joe Biden, se promovieron medidas de cautela y controles estrictos bajo el argumento de proteger la estabilidad financiera.

Trump, por contra, ha firmado órdenes ejecutivas para promover el desarrollo y uso responsable de activos digitales, destacando la innovación económica que representan y su importancia para mantener la supremacía financiera internacional. Entre otras acciones, se ha comprometido a derribar barreras regulatorias que limitaban la operación con criptomonedas, especialmente la llamada «Operación Chokepoint 2.0», que había obligado a bancos a cerrar cuentas vinculadas a negocios cripto.

La expectativa es que este cambio favorezca la consolidación de un mercado más dinámico y competitivo, promoviendo al mismo tiempo la creación de nuevas normativas que integren estos activos en el sistema financiero de manera más coherente y segura.

Como muestra un caso reciente, numerosas compañías cripto y fintech han solicitado cartas fiduciarias para obtener cuentas maestras con la FED, lo que les permitiría operar sin intermediación bancaria tradicional, un paso que hasta ahora la FED había negado por consideraciones sobre riesgos sistémicos y regulaciones.

Desarrollo de leyes para legalizar monedas estables

Mientras la FED y los reguladores federales aflojan restricciones, la carga de regulación específica para criptomonedas y stablecoins comienza a recaer en el ámbito legislativo. En el Congreso estadounidense se discuten varios proyectos de ley, como la Ley STABLE y la Ley GENIUS, diseñados para regular la emisión, custodia y uso de monedas estables con normas claras y rigurosas.

Estos proyectos buscan garantizar transparencia, protección al consumidor, prevención de fraudes y cumplimiento de normativas contra lavado de dinero (KYC/AML). Además, buscan establecer un marco legal que legitime estas monedas y proteja la hegemonía del dólar estadounidense en el sistema financiero global.

Un ejemplo de la importancia de estas leyes es la intención de regular a emisores grandes de stablecoins, asegurando que dispongan de reservas reales, auditorías independientes y mecanismos de protección que eviten riesgos sistémicos. También se prevé la implementación de sanciones penales para fraudes relacionados con criptomonedas.

Este desarrollo normativo es vital, ya que aunque la FED flexibiliza supervisiones directas en la banca, el vacío regulatorio puede generar incertidumbre para inversores y usuarios, dificultando la adopción masiva de estos activos mientras no existan reglas claras y estables.

Nueva postura del FED con enfoque en seguridad

A pesar de eliminar restricciones específicas para bancos en la operación con criptomonedas, la FED subraya que su función de supervisión y control de riesgos permanece intacta. La vigilancia se realiza dentro del marco habitual de las prácticas de seguridad bancaria, incluyendo monitoreo continuo, análisis de riesgos y cumplimiento normativo.

Por ejemplo, los bancos deberán integrar las actividades con criptoactivos en sus sistemas de gestión de riesgos y cumplimiento, asegurándose de que las operaciones con criptomonedas cumplan con estándares equivalentes a los de otros activos financieros. Esto implica aplicar protocolos de seguridad, auditorías internas y evaluaciones periódicas.

Esta postura busca equilibrar la apertura hacia la innovación con la responsabilidad de proteger la estabilidad del sistema financiero, preventivo frente a posibles fraudes o malas prácticas. Así, la FED no abandona la supervisión, sino que la adapta al nuevo contexto, asumiendo que la experiencia y capacidad interna de los bancos es clave para el manejo responsable del sector cripto.

En síntesis, el mensaje es claro: los bancos están habilitados para operar con criptomonedas y stablecoins, pero deben mantener los estándares de seguridad y cumplimiento, siendo responsables de las decisiones y riesgos derivados.


La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.