Hacienda impone tres modelos informativos obligatorios para quienes operan con criptomonedas. Te explicamos qué son, cómo afectan y qué debes hacer para cumplir.
La Agencia Tributaria de España refuerza su supervisión sobre las criptomonedas con la implementación de tres modelos informativos obligatorios que afectan a los particulares que operan con criptoactivos. Este cambio responde a la necesidad de adaptar la normativa fiscal al creciente uso de criptomonedas y garantizar que todos los movimientos relacionados con estos activos digitales queden debidamente registrados y declarados.
La medida evidencia un paso firme para mejorar la trazabilidad y el control de las operaciones, en un entorno donde el ecosistema cripto experimenta una rápida expansión y cada vez más ciudadanos confían en esta nueva forma de gestionar su patrimonio.
PREPARA TU WALLETTres modelos fiscales que todo poseedor de criptomonedas debe conocer
Para quienes operan criptomonedas, entender qué obligaciones fiscales se deben cumplir es crucial para evitar sanciones y manejar con transparencia sus finanzas. Con el aumento del escrutinio fiscal, Hacienda ha definido tres modelos específicos que todo titular de criptoactivos debe conocer.
Primero, el Modelo 100 corresponde a la Declaración de la Renta o IRPF, y es obligatorio para quienes hayan vendido, intercambiado o utilizado criptomonedas durante el año fiscal.
Las ganancias o pérdidas resultantes de estas operaciones deben declararse como variaciones patrimoniales que afectan la base del ahorro. Esto implica que si vendes bitcoins y obtienes un beneficio, esa cantidad se tributará a un tipo progresivo que empieza en el 19% y puede llegar hasta el 28%, dependiendo de la cantidad ganada.
Pero, no solo la compra-venta está sujeta a declaración, sino también actividades relacionadas como el staking, donde recibes recompensas por mantener ciertas criptomonedas; los airdrops, que son entregas gratuitas de tokens; la minería, y cualquier pago recibido en criptomonedas, que se clasifican como rendimientos del capital o actividad económica según el caso.
Por otro lado, el Modelo 714 se enfoca en el Impuesto sobre el Patrimonio. Este es relevante para quienes poseen un patrimonio total –incluyendo criptoactivos– cuyo valor supere los dos millones de euros. Aquí, las criptomonedas deben ser declaradas como bienes inmateriales, es decir, como parte intangible del patrimonio.
Aunque pocos contribuyentes superen el umbral establecido, la inclusión explícita de las criptomonedas dentro de este modelo muestra cómo Hacienda quiere tener control absoluto sobre grandes fortunas con presencia en el mundo digital.
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Finalmente, el Modelo 721 es quizás el que más ha llamado la atención, pues exige a los residentes fiscales españoles declarar si tienen en el extranjero más de 50.000 euros en criptomonedas, incluso si no han realizado operaciones con esos activos durante el ejercicio. Este modelo es una evolución directa del antiguo Modelo 720, que servía para declarar bienes situados fuera de España y evitar la ocultación de activos.
Con esta última norma, se cierra un vacío legal importante y se refuerza la capacidad del Estado para detectar posibles fraudes derivados de activos digitales mantenidos en exchanges o wallets fuera del país.
En suma, estas tres obligaciones conforman un entramado normativo que busca no solo un cumplimiento más riguroso sino también una mejor integración de las criptomonedas dentro del sistema fiscal español, alineándose con las directrices europeas que exigen mayor transparencia y control en esta materia.
¿Qué implica esta nueva fiscalidad para el usuario de criptomonedas?
En 2025, Hacienda está poniendo más atención que nunca en las criptomonedas, y eso significa que quienes operan con estos activos digitales deben estar muy organizados y llevar un control detallado de cada movimiento. Por ejemplo, si alguien vende Ethereum por 2.000 euros y gana 500 euros, tendrá que pagar impuestos sobre esa ganancia, que se considera una ganancia patrimonial y tributa según una escala progresiva.
Pero no solo eso: los ingresos que provienen de actividades como el staking o los airdrops también cuentan como rendimientos y deben declararse, ya que Hacienda los considera parte de los ingresos del contribuyente.
Además, las plataformas y exchanges ahora están obligados a compartir toda la información de sus usuarios con Hacienda, lo que dificulta ocultar operaciones y aumenta el riesgo de sanciones.
En resumen, el control es más estricto, y la transparencia es clave para evitar problemas con la Agencia Tributaria.
Del auge a la regulación en España
En España, las criptomonedas dejaron de ser una simple moda para convertirse en una pieza clave del nuevo panorama financiero. El país se posiciona como uno de los líderes europeos en adopción de Bitcoin y otros activos digitales, lo que obliga al Estado a ponerse al día con regulaciones claras para evitar fraudes y evasiones fiscales.
La Agencia Tributaria ha intensificado su control con nuevas obligaciones y modelos fiscales como el 100, 714 y 721. Pero ojo, no se trata solo de recaudar, sino de promover la transparencia y la legalidad en un sector que crece a pasos agigantados. Estas medidas también están alineadas con las políticas europeas contra el fraude y el lavado de dinero, que ven en las criptomonedas un área prioritaria para supervisar.
Así, para cualquier usuario de criptomonedas, entender y cumplir con estas nuevas reglas es fundamental, igual que llevar un registro detallado, asesorarse cuando haga falta y presentar correctamente los modelos. Todo esto evitará problemas y sanciones y, además, permitirá aprovechar las ventajas de esta creciente y prometedora industria de forma segura.