El Banco Central Europeo pone en marcha la subida de los tipos de interés en 0,5 puntos para frenar la inflación, mientras trata de controlar el problema de la deuda soberana.
El Banco Central Europeo (BCE) sigue los pasos de la Reserva Federal y de otros bancos centrales y subirá los tipos de interés, en un intento por luchar contra la inflación. El banco central subirá 50 puntos básicos (0,5 puntos porcentuales) los tipos de interés, algo que no se producía desde junio de 2000.
Otros bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos ha incrementado en 75 puntos básicos el precio del dólar y se espera que lo haga de nuevo. Por otra parte, el Banco Central de Canadá ha elevado el tipo oficial en 100 puntos básicos. En este sentido, el organismo europeo destaca por ser más cauto y menos agresivo en este tipo de políticas monetarias.
El organismo también ha anunciado la creación de un mecanismo sin límite de recursos para evitar que esta decisión y la normalización de la política monetaria tengan un impacto negativo sobre las primas de riesgo y provoquen una fragmentación de la zona euro.
Con estas medidas, el BCE busca que la inflación regrese al 2% a medio plazo (se espera que para 2024) y evitar las previsiones más pesimistas, como la de Goldman Sachs que cree que alcanzará el 10% para septiembre. Al mismo tiempo, esta medida ha permitido que el euro vuelva a cotizar por encima del dólar.
Así será la Protección de la Transmisión de la Política Monetaria del Banco Central Europeo
Junto con el anuncio de la subida de tipos de interés, el BCE también ha anunciado la Protección de la Transmisión de la Política Monetaria (TPI), un mecanismo de intervención de los mercados que, desde el organismo, creen que es necesario para asegurar una transmisión efectiva de la política monetaria.
El TPI podrá activarse para contrarrestar una dinámica de mercado desordenada e injustificada que suponga algún tipo de amenaza grave para la zona euro. Esta herramienta solo se activará como último recurso y la magnitud de las compras dependerá de la gravedad de los riesgos que suponga para la Unión Europea.
Esta herramienta pretende prevenir la fragmentación de la zona euro. De esta forma, TPI permitirá a los institutos financieros intervenir en los mercados cuando encuentren una gran diferencia no justificada entre las primas de riesgo, lo que provocaría que unos países tuvieran créditos más baratos que otros.
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