Según Matt Hougan, el tradicional ciclo de cuatro años del mercado cripto ha perdido relevancia. Ahora los ETFs, la regulación y los fondos institucionales son las fuerzas que moldean el rumbo del ecosistema digital.
“El halving es la mitad de importante cada cuatro años.” Con esa frase, Matt Hougan, director de investigación en Bitwise, marcó un cambio de paradigma en la comprensión del comportamiento cíclico de las criptomonedas. La afirmación, respaldada por datos y por una creciente institucionalización del ecosistema, plantea un escenario en el que las viejas narrativas de ciclos explosivos dan paso a tendencias estructurales más profundas y duraderas.
La tesis que sostiene Hougan no se limita a una observación coyuntural: las fuerzas que durante más de una década han definido los ciclos del mercado, como el halving de Bitcoin o la política monetaria agresiva, aunque siguen siendo relevantes, están perdiendo su capacidad de generar booms y caídas. En su lugar, emergen dinámicas que operan sobre horizontes temporales más largos, como la migración hacia ETFs, la entrada de fondos de pensiones y endowments, y el avance de marcos regulatorios estables.
COMPRA Y GESTIONA BITCOIN EN BIT2MEHalving y tipos de interés: viejos catalizadores que pierden poder
En una publicación en X, Hougan destacó que, durante años, la narrativa predominante giraba en torno al halving de Bitcoin como motor de los ciclos alcistas. Cada reducción a la mitad de las recompensas por bloque de la red generaba una disminución en la oferta nueva de BTC, lo que históricamente se traducía en aumentos de precio. Sin embargo, parece que el impacto de este fenómeno se está diluyendo.
Desde el último halving, que tuvo lugar en abril de 2024, el precio de BTC ha subido alrededor de un 85%, pasando de cotizar a $64.800 a $119.600 en la actualidad. Aunque se trata de un crecimiento importante, no se puede negar que este queda corto si lo comparamos con las subidas anteriores que, históricamente, alcanzaron incrementos que se contaban en miles de por ciento.
Por ejemplo, después del primer halving, en noviembre de 2012, el precio de Bitcoin pasó de $12 a $150, en abril de 2013, lo que supuso un incremento de 1.250%. Tras el segundo halving, en julio de 2016, el precio de la criptomoneda pasó de $650 a $20.000, para diciembre de 2017, subiendo más de un 3.000%. Finalmente, tras el tercer halving, que tuvo lugar en mayo de 2020, BTC pasó de cotizar de unos $8.700 a $69.000, valor que alcanzó en noviembre de 2021 y que supuso un incremento del 790%.
Fuente: CoinGecko
Además del impacto del halving, Hougan también señala que se ha modificado la relación entre las criptomonedas y las tasas de interés. En ciclos anteriores, como los de 2018 y 2022, los aumentos de los tipos por parte de la Reserva Federal coincidieron con caídas significativas en el precio de los activos digitales. Hoy, la correlación se ha invertido parcialmente: ante un entorno de mayor inflación y búsqueda de activos alternativos, las criptomonedas ganan atractivo.
A esto se suma otro elemento clave: el fortalecimiento regulatorio. La presencia creciente de marcos legales coherentes reduce el riesgo sistémico y proporciona confianza tanto a inversores minoristas como institucionales. Ante esto, Hougan sugiere que la explosión del riesgo se está atenuando, porque el espacio está más regulado y más institucionalizado.
COMPRA BITCOIN EN BIT2MELos ETFs y la irrupción de Wall Street
La aprobación de múltiples ETFs de Bitcoin y Ethereum en 2024 marcó el inicio de una tendencia transformadora. Más allá del impacto en volumen o precio, su relevancia radica en el horizonte temporal que inauguran: el movimiento hacia vehículos regulados y de bajo costo es una dinámica de cinco a diez años, no un estímulo de corto plazo.
Los ETFs están sirviendo como puerta de entrada para actores tradicionalmente conservadores: fondos de pensiones, endowments universitarios y gestores institucionales que apenas están considerando seriamente las criptomonedas como parte de sus portafolios estratégicos. Este proceso es gradual, pero consistente.
Hougan advierte que la adopción institucional apenas comienza y que muchos ETFs cripto recién se están aprobando y que los grandes fondos apenas exploran la exposición a los criptoactivos a través de estos instrumentos financieros.
“Wall Street recién ahora está comenzando a construir sobre las criptomonedas e invertirá miles de millones en los próximos trimestres y años. Esto comenzó en serio con la aprobación de la Ley GENIUS este mes.”, señala Hougan.
La claridad regulatoria como catalizador del mercado cripto
Desde enero, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el enfoque regulatorio hacia el mercado cripto tomó una nueva dirección. Ahora, con la aprobación de la llamada Ley GENIUS y otras en curso como la Ley CLARITY, se formalizan estándares para que empresas del sector puedan operar con mayor claridad y seguridad. Este efecto de mayor claridad y seguridad también se extiende a los inversores institucionales y fondos.
Hougan señala que los mecanismos de supervisión establecidos equilibran la innovación con la protección del consumidor, permitiendo a las grandes firmas de Wall Street acelerar su exposición al sector de las criptomonedas. Todo esto se hace evidente, ya que desde su entrada en vigor, varias empresas han anunciado planes de inversión por miles de millones en productos cripto, incluyendo derivados, staking regulado y soluciones de custodia institucional.
Hougan sintetiza este proceso como un movimiento sostenido y constante. En sus palabras, “Todo esto me sugiere que las fuerzas pro-cripto a largo plazo abrumarán a las fuerzas clásicas del «ciclo de cuatro años», en la medida en que existan, y que 2026 será un buen año”.
En resumen, Hougan considera que el escenario futuro se aleja del esquema de “cuatro años de boom y caída” que tradicionalmente caracterizó al mercado cripto. La combinación de migración hacia ETFs, adopción institucional, claridad regulatoria y menor influencia del halving configura un entorno más estable y menos propenso a picos explosivos.
Aunque esto no implica una ausencia de volatilidad, ya que Hougan reconoce que esta seguirá siendo significativa, la tendencia es hacia el crecimiento sostenido. “Creo que nos esperan buenos años. No será un superciclo, pero sí un boom constante.”, concluyó.
La afirmación de Hougan no se basa en especulaciones, sino en un análisis de las fuerzas subyacentes del mercado. Así, el clásico ciclo de cuatro años no está necesariamente “muerto”, pero sí eclipsado por factores que operan a largo plazo. Según Hougan, la narrativa del próximo ciclo de Bitcoin y las criptomonedas no será la del halving, sino la de los fondos de inversión, las leyes más claras y las estructuras financieras más maduras.
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