
El gobierno de Bután ha dado un paso firme hacia la soberanía digital, al migrar su sistema nacional de identificación a la cadena de bloques de Ethereum.
Con una población de aproximadamente 800.000 personas, el pequeño reino del Himalaya se convierte en el primer país del mundo en anclar su infraestructura de identidad directamente sobre una blockchain pública. Esta decisión marca un hito en la evolución de los sistemas de gobernanza digital y plantea nuevas posibilidades para el uso estatal de tecnologías descentralizadas.
Bután pone su identidad en Ethereum. Opera ETH en Bit2MeBután y Ethereum unen fuerzas para la nueva era de identidad digital
La ceremonia oficial de lanzamiento tuvo lugar este mes de octubre, con la presencia del primer ministro Tshering Tobgay, el joven príncipe heredero Jigme Namgyel Wangchuk, y dos figuras clave del ecosistema Ethereum: Vitalik Buterin y Aya Miyaguchi. El evento coincidió con el décimo aniversario de Ethereum, reforzando el simbolismo de una tecnología que ha pasado de ser una idea disruptiva a convertirse en infraestructura estatal.
El sistema BhutanNDI, que sustenta esta migración, permite a los ciudadanos verificar su identidad en línea sin ceder el control total de sus datos personales.
Basado en identificadores auto-soberanos y pruebas de conocimiento cero, el nuevo sistema busca garantizar privacidad y verificabilidad simultáneamente. Esta arquitectura representa una evolución respecto a los sistemas anteriores utilizados por Bután, que incluyeron Hyperledger Indy y Polygon. La transición a Ethereum se completará en el primer trimestre de 2026, según los informes.
Ethereum como columna vertebral de la identidad estatal
La elección de Ethereum como plataforma para alojar la identidad digital de toda una nación no responde únicamente a criterios técnicos. Bután ha buscado consolidar una infraestructura que refleje sus valores de transparencia, resiliencia y autonomía tecnológica. Al utilizar una blockchain pública, el país evita depender de proveedores centralizados y refuerza su soberanía digital.
El sistema BhutanNDI permite que cada ciudadano posea un identificador único en la blockchain, con capacidad para compartir información personal de forma selectiva. Esta lógica descentralizada se alinea con los principios de identidad auto-soberana, donde el individuo controla sus credenciales sin intermediarios estatales o corporativos. La implementación de pruebas de conocimiento cero añade una capa de confidencialidad, permitiendo validar información sin revelar su contenido.
Este enfoque contrasta con las iniciativas de identidad digital en otras regiones, como la Unión Europea, que ha optado por sistemas centralizados bajo el reglamento eIDAS 2.0. En Europa, el monedero digital incluirá documentos como el DNI y el carné de conducir, pero sin recurrir a tecnologías blockchain.
Ethereum es infraestructura estatal. Entra en Bit2Me y opera ETHBután y su estrategia cripto: más allá de la identidad
La apuesta de Bután por Ethereum y las criptomonedas se inscribe en una estrategia más amplia de integración de tecnologías cripto en su modelo de desarrollo. El país ha estado minando bitcoin de forma discreta durante años, aprovechando su capacidad hidroeléctrica para operar de manera limpia y sostenible. Actualmente, Bután posee 6.220 bitcoins, lo que lo ubica en el séptimo lugar mundial entre los estados con mayores reservas de BTC, detrás de Estados Unidos, China, Reino Unido, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y El Salvador.

Este posicionamiento no solo refleja una visión pragmática sobre el valor de los activos digitales, sino también una voluntad de experimentar con modelos alternativos de infraestructura estatal. La migración de identidad a Ethereum, la acumulación de bitcoin y el desarrollo de aplicaciones como BhutanNDI forman parte de un laboratorio nacional de soberanía digital.
Un modelo emergente para el Estado digital
La decisión de Bután de integrar su sistema de identidad nacional en Ethereum plantea preguntas relevantes para el futuro de la relación entre tecnología y gobernanza. En lugar de adoptar soluciones propietarias o centralizadas, el país ha optado por una infraestructura abierta, verificable y distribuida. Este modelo redefine el papel del Estado en la era digital, no como controlador exclusivo de la información ciudadana, sino como facilitador de herramientas que empoderan al individuo.
La migración completa prevista para 2026 será observada de cerca por gobiernos, tecnólogos y analistas financieros. Si el experimento resulta exitoso, podría abrir la puerta a nuevas formas de interacción entre ciudadanos y servicios públicos, basadas en confianza programable y transparencia estructural.
En un mundo donde la identidad digital se vuelve cada vez más central, Bután ha decidido construir la suya sobre una arquitectura que prioriza la autonomía y la verificabilidad.
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