El Banco de Inglaterra considera la integración de stablecoins para pagos mayoristas, en su búsqueda por equilibrar la innovación y estabilidad financiera con la transformación regulatoria.
El Banco de Inglaterra está abierto a avanzar hacia la digitalización y la innovación financiera. Sasha Mills, su directora ejecutiva, ha marcado un rumbo progresista que equilibra con maestría la necesidad de innovación tecnológica y la imprescindible estabilidad financiera.
En un discurso reciente, Mills dijo que las stablecoins emergen como una herramienta viable para modernizar los pagos mayoristas, por lo que la entidad está abierta al abanico de oportunidades que esta innovación puede ofrecer para optimizar el sistema financiero británico y global.
OPERA CON STABLECOINSApertura regulatoria hacia las stablecoins: un giro regulatorio histórico
Sasha Mills ha dejado claro que el Banco de Inglaterra ya no ve las stablecoins con recelo, sino como un catalizador potencial para transformar los pagos mayoristas. En su discurso, subrayó que la institución adoptará un enfoque regulatorio más flexible y abierto para explorar y aprovechar, de forma segura, las ventajas de las nuevas tecnologías y para que estas coexistan con las existentes.
Aunque la estabilidad financiera sigue siendo la máxima prioridad, el Banco de Inglaterra ahora reconoce el papel valioso que las stablecoins pueden ofrecer para modernizar la infraestructura de pagos, permitiendo transacciones más rápidas y eficientes sin poner en riesgo el sistema financiero.
“Consideramos la digitalización de los mercados financieros mayoristas como una forma de mejorar su funcionamiento y eficiencia”, aseguró.
La postura de Mills, y del Banco, representa un cambio significativo respecto a posiciones anteriores más restrictivas, que limitaban fuertemente el uso y el desarrollo de monedas digitales respaldadas por activos.
Mills enfatizó que la innovación y la estabilidad no son polos opuestos y que, por el contrario, deben coexistir para avanzar hacia un sistema financiero más robusto y adaptado a la era digital. Al considerar la posibilidad de uso controlado de stablecoins en pagos mayoristas, el Banco de Inglaterra está abriendo la puerta a un ecosistema donde la tecnología blockchain y las finanzas tradicionales pueden integrarse de forma efectiva.
Stablecoins, una solución eficiente y segura para pagos mayoristas en tiempo real
Las stablecoins son monedas digitales basadas en tecnología blockchain, cuyo valor está vinculado a activos estables, como monedas fiduciarias o bonos, lo cual les otorga una menor volatilidad en comparación con otras criptomonedas. Este atributo las hace ideales para usar en transacciones de gran valor dentro de los mercados mayoristas, donde la confianza y seguridad en el valor son esenciales.
En los pagos mayoristas, que involucran transferencias significativas entre grandes entidades financieras o empresas, la velocidad, transparencia y seguridad son primordiales. Las stablecoins ofrecen la capacidad de liquidar operaciones casi en tiempo real con menores costos operativos, especialmente si se utilizan sobre infraestructuras blockchain públicas o privadas adecuadamente reguladas. Por ello, estas monedas digitales representan una verdadera innovación frente a los sistemas tradicionales, más lentos y costosos, que a menudo requieren días para finalizar transacciones.
COMPRA STABLECOINS EN BIT2MELa posición dual del Banco: innovación con límites claros
Aunque el Banco de Inglaterra se muestra más abierto a la evolución tecnológica, igualmente mantiene un firme compromiso con la estabilidad financiera.
Mills ha reiterado que, a pesar de la apertura hacia las stablecoins, el dinero del banco central debe seguir siendo el principal activo de liquidación en el sistema financiero. Esto significa que, aunque las stablecoins tengan un rol más relevante, no reemplazarán el dinero emitido por el banco central, garantizando así la confianza y solidez del sistema.
Para mitigar riesgos, el Banco planea establecer ciertos límites en la tenencia y uso de stablecoins. Mills dijo que, en el caso de aprobarse el uso de stablecoins, se han considerado límites de entre 10.000 y 20.000 libras (aproximadamente $13.000 y $27.000 dólares) para los clientes minoristas, mientras que, para las empresas, estos límites podrían alcanzar hasta 10 millones de libras (equivalentes a $13.584.000 dólares).
Estas medidas buscan evitar fugas masivas de depósitos bancarios que puedan afectar la provisión de crédito, al mismo tiempo que mantienen un equilibrio sano entre innovación y seguridad financiera.
Depósitos tokenizados: la otra gran inversión tecnológica
Junto con el avance de las stablecoins, el Banco de Inglaterra también explora intensamente la integración de depósitos tokenizados como parte del sistema financiero regulado. Estos depósitos son representaciones digitales del dinero bancario comercial, registradas en libros de contabilidad programables que permiten liquidación en cadena en tiempo real. Dicha tecnología promete combinar la eficiencia y rapidez de las transacciones digitales con la protección y generación de crédito que ofrecen los depósitos tradicionales.
El Banco confía en que los depósitos tokenizados coexistan y complementen a las stablecoins, fortaleciendo el sistema financiero y habilitando nuevas funcionalidades dentro de un marco regulatorio seguro y escalable.
“La tokenización de activos (representación digital de activos financieros mediante la Tecnología de Registro Distribuido o DLT) y los contratos inteligentes en registros programables y compartidos pueden profundizar los mercados existentes, abrir nuevos mercados y transformar la forma en que se movilizan las clases de activos, el capital y los balances dentro del sistema financiero”, puntualizó Mills.
La innovación regulatoria para un mercado financiero digital
La apertura regulatoria del Banco de Inglaterra hacia las stablecoins y los depósitos tokenizados representa un avance tecnológico que puede desencadenar profundas transformaciones en los mercados mayoristas. La posibilidad de usar stablecoins en pagos de gran volumen facilitaría operaciones internacionales, reduciría costos operativos y aumentaría la transparencia.
Por otro lado, el Banco ha manifestado que está considerando cómo estas tecnologías pueden integrarse con infraestructuras de cadena de bloques que actúen como capas de conectividad, sin comprometer la seguridad ni los requisitos regulatorios de los sistemas privados. Esta integración híbrida tiene el potencial de generar un ecosistema financiero más ágil, seguro y competitivo.
Mills concluyó su discurso con una invitación clara a dejar atrás las demostraciones aisladas y trabajar en conjunto con el sector para construir una nueva generación de servicios financieros que mantengan el prestigio de Londres como corazón del sistema financiero global, impulsando así toda una revolución digital.
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