
La Casa Blanca evalúa la adopción del estándar internacional CARF para que el IRS supervise las transacciones cripto en jurisdicciones extranjeras y refuerce la fiscalidad digital.
La administración estadounidense ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría transformar la manera en que se vigilan las operaciones con criptomonedas realizadas por ciudadanos del país en plataformas extranjeras. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) tendría acceso a información sobre transacciones de activos digitales efectuadas fuera de las fronteras nacionales, en un intento por reforzar la transparencia fiscal y reducir la evasión en un sector que crece con rapidez.
La iniciativa en cuestión, que está actualmente en revisión por parte de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios, se vincula directamente con el Crypto Asset Reporting Framework (CARF), un estándar internacional diseñado para homogeneizar el reporte de operaciones con criptoactivos y facilitar la cooperación entre autoridades tributarias de distintos países.
De acuerdo con los informes, la Casa Blanca considera que la adopción del estándar CARF es clave para evitar que sus contribuyentes puedan trasladar sus activos a exchanges offshore con el objetivo de esquivar las obligaciones fiscales establecidas en el país.
Compra cripto con confianza en Bit2MeEl CARF está transformando la supervisión fiscal de las criptomonedas
El CARF fue desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como respuesta a la expansión de los activos digitales y la necesidad de contar con un marco común de supervisión. Su propósito es que los proveedores de servicios cripto, como exchanges y plataformas de custodia, reporten información detallada sobre las transacciones de sus clientes a las autoridades fiscales correspondientes.
Este estándar internacional busca replicar en el ámbito digital lo que ya ocurre con el intercambio automático de información financiera entre países, conocido como CRS. En la práctica, permitiría que los gobiernos tengan acceso a datos sobre operaciones transfronterizas, reduciendo los espacios para la evasión y fortaleciendo la cooperación internacional.
En general, la propuesta de Estados Unidos para adoptar este estándar se enmarca en un contexto donde varias jurisdicciones ya han comenzado a preparar la implementación del CARF. Países europeos, como Suiza, han anunciado calendarios de adopción que se extienden hasta por tres años, con el objetivo de dar tiempo a las empresas para ajustar sus sistemas de cumplimiento. En América Latina, naciones como Argentina también han mostrado interés en avanzar hacia la adopción y puesta en marcha de este estándar, conscientes de que la integración financiera global exige reglas claras y compartidas.
Por su parte, la Casa Blanca sostiene que la incorporación del CARF no solo reforzaría la transparencia, sino que también protegería la competitividad de los exchanges locales, que ya operan bajo marcos regulatorios estrictos. Al establecer un terreno de juego más equilibrado, se busca evitar que plataformas extranjeras sin obligaciones de reporte capten usuarios estadounidenses en busca de ventajas fiscales.
Opera con criptoactivos ahora mismoEntre la innovación y la regulación del ecosistema cripto
El debate sobre el papel de los exchanges offshore se ha convertido en uno de los temas más delicados dentro de la regulación financiera. Muchas de estas plataformas operan sin exigir identificaciones claras ni reportes detallados, lo que para las autoridades estadounidenses supone un desafío importante. Han señalado que este vacío pone en riesgo tanto la recaudación fiscal como la estabilidad de los mercados, pues permite que ciertas operaciones queden fuera del control oficial. Sin embargo, la propuesta en análisis busca precisamente cerrar este espacio y asegurar un mayor control sobre las transacciones que se realizan fuera del territorio nacional.
Al mismo tiempo, los reguladores reconocen que el ecosistema de las Finanzas Descentralizadas presenta características únicas que no pueden ser tratadas de la misma forma que los exchanges tradicionales. Desde la Casa Blanca se ha señalado que las reglas previstas en el acuerdo CARF no deberían aplicarse de forma automática a las transacciones en plataformas DeFi, donde no hay intermediarios convencionales y las operaciones se llevan a cabo directamente entre usuarios a través de contratos inteligentes.
Aunque las autoridades destacan la necesidad de regular este sector, los expertos comentan que este enfoque refleja la dificultad de alcanzar un equilibrio entre la regulación y la innovación. En el seno del debate, legisladores, desarrolladores y usuarios mantienen posturas distintas. Mientras algunos defienden la necesidad de normas claras y estrictas para dar legitimidad y proteger al sector de las DeFi, otros alertan que imponer obligaciones de reporte podría limitar el desarrollo y modificar la esencia descentralizada de estas plataformas, afectando su crecimiento y potencial disruptivo.
Opera Bitcoin y criptos fácilmente en Bit2MeEl rumbo de EE.UU. hacia una regulación cripto más transparente
La revisión de la propuesta para implementar el CARF continúa en manos de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios, sin un calendario definido para su aprobación final. Sin embargo, lo que sí resulta evidente es que Estados Unidos busca alinearse con las tendencias internacionales en materia de transparencia fiscal y regulación de activos digitales.
Si el estándar CARF se adopta, marcaría un avance significativo en la estrategia estadounidense para supervisar operaciones cripto en contextos transfronterizos. Al mismo tiempo, enviaría una señal clara a los contribuyentes y empresas del sector sobre la importancia de cumplir con las obligaciones fiscales, independientemente de dónde se realicen las transacciones.
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