Según el informe CMC 2025 Q2, las criptomonedas Bitcoin y Ethereum lideran la preferencia global en todos los continentes, superando a memecoins y tokens emergentes. Su dominio revela madurez, adopción institucional y confianza transversal.
En un ecosistema cripto cada vez más saturado de propuestas virales, narrativas especulativas y tokens emergentes que prometen disrupción, dos activos continúan marcando la pauta con una solidez que trasciende ciclos de mercado y modas digitales.
Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), lejos de perder protagonismo ante el auge de memecoins o proyectos de reciente aparición, han consolidado su posición como las criptomonedas más populares en cada continente, según el informe CMC 2025 Q2 publicado por CoinMarketCap.
Compra BTC y ETH ahora en Bit2MeLa gráfica regional incluida en el reporte revela un patrón claro: mientras los tokens alternativos logran cierta tracción en mercados específicos, BTC y ETH mantienen una presencia dominante y transversal, tanto en el segmento institucional como en el retail. Esta preferencia no es homogénea, y en algunas regiones como Estados Unidos o África, otros activos como XRP o Pi Network logran posicionarse por encima de Ethereum. Sin embargo, el liderazgo global de Bitcoin es incuestionable, con porcentajes que superan el 49% en Sudamérica y se mantienen por encima del 36% incluso en los mercados más fragmentados.
Este artículo explora las razones detrás de esta consolidación, el contraste con otras criptomonedas emergentes y cómo la narrativa de madurez, utilidad y adopción sigue favoreciendo a los dos gigantes del ecosistema cripto.
Bitcoin y Ethereum: Dominio transversal en cada continente
Bitcoin, creado en 2009 por el enigmático Satoshi Nakamoto, se ha convertido en el activo digital más reconocido y adoptado del mundo. Su narrativa como reserva de valor, su escasez programada y su creciente aceptación institucional lo han posicionado como el referente absoluto en todos los continentes. Según el informe CMC 2025 Q2, BTC lidera la preferencia regional con cifras que van desde el 36,63% en África hasta un impresionante 49,93% en Sudamérica. Esta consistencia refleja una confianza consolidada, tanto por parte de grandes fondos como de usuarios individuales.
Ethereum, por su parte, lanzado en 2015 por Vitalik Buterin, ha sido el motor de la innovación en contratos inteligentes, aplicaciones descentralizadas y el ecosistema DeFi. Aunque su popularidad no alcanza los niveles de Bitcoin en todas las regiones, ETH se mantiene como la segunda criptomoneda más relevante a nivel global. Su presencia es especialmente fuerte en Europa, Sudamérica y Oceanía, donde supera el 15% de preferencia entre usuarios cripto.
Ambas criptomonedas han logrado penetrar tanto en mercados institucionales como en el retail, consolidando una adopción transversal que trasciende geografías, segmentos y ciclos de hype. Su madurez, liquidez y utilidad real las convierten en pilares del ecosistema, incluso frente a propuestas más recientes que apelan a la viralidad o la especulación.
Bit2Me: tu acceso seguro a BTC y ETHContrastes regionales: XRP y Pi Network en el mapa de preferencias
Aunque Bitcoin y Ethereum dominan el panorama global, el informe de CoinMarketCap también revela matices importantes en la distribución regional de preferencias.
En Estados Unidos, por ejemplo, XRP, el token nativo de Ripple, supera a Ethereum en popularidad, posicionándose como el segundo activo más buscado después de Bitcoin. Este fenómeno puede explicarse por la narrativa institucional que Ripple ha cultivado en el sector financiero, así como por su protagonismo en debates regulatorios que han captado la atención del público estadounidense.
En Asia y África, Pi Network emerge como un competidor inesperado. Este proyecto, que promueve la minería móvil y la inclusión financiera, ha logrado captar interés masivo en regiones donde el acceso a infraestructura cripto tradicional es limitado. Aunque Pi no supera a Bitcoin en ninguna región, su presencia en el top 3 de preferencias en Asia y África indica una demanda creciente por soluciones accesibles y móviles. En África, por ejemplo, Pi compite directamente con Ethereum, que queda relegado frente a propuestas más adaptadas al contexto local.
Por otro lado, Solana también destaca como una alternativa sólida en todas las regiones, especialmente en Sudamérica (14,37%), Europa (11,80%) y África (12,77%). Su velocidad, escalabilidad y ecosistema DeFi/NFT le han permitido consolidarse como la tercera opción más popular en varios mercados, superando a Ethereum en algunos casos.
Sin embargo, lo que está claro es que ni Solana ni los tokens emergentes logran desplazar el liderazgo de BTC, lo que refuerza la idea de que la madurez y la confianza siguen siendo factores determinantes en la elección de activos.
BTC y ETH dominan: entra hoy con Bit2MeMás allá del hype: razones detrás del liderazgo de BTC y ETH
El dominio de Bitcoin y Ethereum se relaciona con que ambos activos han construido una narrativa sólida basada en utilidad, adopción y evolución tecnológica. Bitcoin, con su política monetaria predecible y su creciente integración en productos financieros tradicionales, representa una alternativa seria frente a la inflación y la incertidumbre macroeconómica. Su presencia en todos los continentes refleja una confianza que trasciende culturas y niveles de desarrollo.
Ethereum, por su parte, ha sido el epicentro de la innovación cripto. Desde la explosión de las ICOs hasta el auge de DeFi y NFTs, ETH ha demostrado una capacidad única para adaptarse y liderar nuevas tendencias. La migración a Proof of Stake, la expansión de soluciones Layer 2 y la consolidación de su ecosistema lo posicionan como el activo más versátil del mercado. Aunque su popularidad varía según la región, su relevancia tecnológica lo mantiene como una pieza clave en cualquier portafolio cripto.
El informe CMC 2025 Q2 también destaca que, a pesar del crecimiento de tokens emergentes y memecoins, estos aún no han logrado consolidarse como líderes regionales, lo que sugiere que, aunque el ecosistema cripto sigue siendo fértil para la experimentación, los usuarios tienden a privilegiar activos con trayectoria, liquidez y utilidad comprobada.
En resumen, Bitcoin y Ethereum no solo dominan por antigüedad o capitalización de mercado, sino por haber construido una narrativa coherente, institucionalmente respaldada y tecnológicamente relevante. Su liderazgo global, aunque con matices regionales, confirma que en un mercado saturado de opciones, la confianza sigue siendo el activo más valioso.
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