
El veterano analista Peter Brandt ha vuelto a encender el debate en el mercado de las criptomonedas con un escenario dual para Bitcoin, que combina cautela inmediata y optimismo a largo plazo.
Peter Brandt, un analista con décadas de experiencia en los mercados, ha planteado una visión que genera cautela y expectativa en el mundo cripto. En el corto plazo, señala que Bitcoin podría experimentar una caída hacia los 50.000 dólares, que supone un momento de precaución para los inversores.
Sin embargo, Brandt también anticipa que esta corrección será temporal y dará paso a un ciclo alcista importante, que podría llevar el precio de Bitcoin hasta los 250.000 dólares. Su perspectiva destaca la volatilidad inherente al mercado de las criptomonedas y la posibilidad de un crecimiento significativo, aunque no exento de desafíos en el corto plazo.
El precio de BTC enfrenta nuevos desafíos
La visión de Brandt se apoya en patrones históricos y en la lectura de un gráfico logarítmico que delimita zonas de techo y fondo de más de una década. En este marco, el soporte clave de Bitcoin se ubica en torno a los 61.200 dólares, mientras que el rango extremo de caída se sitúa en la franja de los 40.000 dólares.
Los expertos han comentado que la reciente caída en el precio de BTC no ha sido un evento aislado. De hecho, el incremento en los rendimientos de los bonos japoneses, que alcanzaron máximos no vistos desde 2008, afectó negativamente a los activos de riesgo y tensionó a los traders que operan con apalancamiento.
Además, desde mediados de octubre, el mercado ha estado influenciado por varios factores que comenzaron cuando Bitcoin llegó a un récord histórico de 126.000 dólares. En ese período, las amenazas de aranceles en Estados Unidos, una política monetaria más restrictiva y la salida de fondos de ETFs vinculados a Bitcoin generaron un escenario de incertidumbre, provocando fuertes correcciones y la liquidación masiva de posiciones apalancadas.
Recientemente, los datos de la plataforma Coinglass, muestran que el retroceso del precio de BTC, que llevó a Bitcoin desde los 93.000 hasta los 89.000 dólares, estuvo acompañado por liquidaciones cercanas a los 500 millones de dólares, que afectaron a más de 130.000 traders.

Fuente: Coinglass
Bitcoin entre la incertidumbre y el potencial crecimiento
Aunque el escenario bajista de Brandt advierte sobre riesgos inmediatos, su análisis complementario abre la puerta a un repunte significativo. La estructura de mercado de Bitcoin, sostiene, sigue patrones medibles en los que los retrocesos relativos tienden a ser menores conforme los ciclos avanzan. De ahí que, incluso si el precio cae hasta los 50.000 dólares, el próximo ciclo podría llevarlo a niveles de entre 200.000 y 250.000 dólares.

Fuente: CoinGecko
Otros expertos han coincidido en la lectura de Brandt sobre el mercado, señalando que Bitcoin podría moverse en un rango de entre 82.000 y 92.000 dólares antes de definir su próximo gran movimiento. Mientras tanto, las instituciones financieras continúan mostrando interés en la criptomoneda. Vanguard, por ejemplo, abrió recientemente la cotización de ETFs spot de Bitcoin en su plataforma, un gesto histórico que refuerza la percepción de que la demanda institucional sigue siendo sólida pese a la volatilidad.
Aunque en semanas recientes algunos ETFs han experimentado salidas de capital, esta dinámica refleja un mercado que está ajustando sus posiciones. La actividad de nuevos inversores institucionales y la expansión de productos financieros ligados a Bitcoin indican que el activo sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan diversificar sus portafolios.
Entre la liquidez y las tensiones globales
Además del cambio histórico de Vanguard, el mercado también observa con atención las posibles decisiones que tomará la Reserva Federal de Estados Unidos, consciente de que un ajuste en la política monetaria puede impactar directamente a los activos más volátiles, como Bitcoin.
Históricamente, Bitcoin ha mostrado capacidad para aprovechar fases de liquidez más abundante, beneficiándose cuando el dinero fluye con mayor facilidad. Sin embargo, la incertidumbre aumenta por la influencia de factores externos, como las tensiones comerciales globales y las fluctuaciones en el mercado de deuda. A esto se suman dinámicas propias del ecosistema cripto, como las liquidaciones masivas, que pueden agitar aún más los precios.
En conjunto, todas estas variables configuran un panorama complejo, pero que aún guarda espacio para que el precio de Bitcoin logre estabilizarse y retomar impulso.
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