La Casa Blanca de Joe Biden ha publicado unas pautas sobre cómo deberá ser la regulación cripto en Estados Unidos.
La administración Biden acaba de publicar su primer marco regulatorio sobre criptografía, que ofrecerá una guía a los reguladores y legisladores sobre cómo deben ser las leyes que rigen el sector.
En el marco regulatorio publicado por la Casa Blanca, se incluyen guías sobre cómo deben evolucionar las industrias de servicios financieros para facilitar las transacciones sin fronteras o cómo tomar medidas contra el fraude en el espacio de los activos digitales.
Este marco regulatorio ofrece a los reguladores unas directrices con las que podrán alinearse con las grandes agencias reguladoras como la Comisión de Valores y Bolsa o la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas.
La publicación del marco regulatorio sigue a la orden ejecutiva de marzo, en la que el presidente Biden solicitaba a las agencias federales que examinaran los riesgos y los beneficios de las criptomonedas, emitiendo informes oficiales sobre sus conclusiones.
De la orden ejecutiva de Joe Biden al marco regulatorio
Las agencias gubernamentales han estado trabajando durante seis meses para desarrollar una serie de marcos propios y recomendaciones políticas con las que abordar media docena de prioridades enumeradas en la orden ejecutiva como la protección del consumidor e inversor, promoción de la estabilidad financiera, lucha contra el fraude, la búsqueda del liderazgo estadounidense en el sistema financiero mundial, la competitividad económica, la inclusión financiera y la innovación responsable.
En conjunto estas recomendaciones conforman el primer “enfoque de todo el gobierno” para regular el sector. Con ellas, el gobierno de Biden pretende posicionar a Estados Unidos como un líder en la gobernanza del ecosistema de las criptomonedas en todo el mundo.
¿Cuáles son los puntos claves del nuevo marco regulatorio cripto de Biden? Vamos a ver:
Lucha contra el fraude
Una de las secciones del marco regulatorio Biden se centra en la eliminación de la actividad ilegal en el sector.
Para ello, se está estudiando enmendar la Ley de Secreto Bancario, los estatutos contra el soborno y las leyes contra la transmisión de dinero sin licencia, para que se apliquen a los proveedores de servicios de criptomonedas, como los exchanges o los marketplaces NFT.
También se está evaluando que el Congreso aumente las penas por transmisión de dinero sin licencia, y los estatutos federales para permitir que el Departamento de Justicia persiga delitos relacionados con criptomonedas.
Para finales de 2023, el Tesoro deberá tener lista una evaluación del riesgo de financiación ilícita sobre las finanzas descentralizadas y otra para los tokens no fungibles.
Un nuevo dólar digital
El marco también señala los beneficios de una moneda digital de banco central (CBDC) para los Estados Unidos.
En EEUU los bancos comerciales disponen de una “especie de dólar digital”. Se trata de las llamadas “reservas fraccionarias”, dinero digital respaldado en parte por reservas de dólares.
La creación de un Dólar Digital serviría para eliminar el uso de estas reservas fraccionarias, así como para luchar contra la proliferación de stablecoins como el USDT o el USDC.
El Dólar Digital estaría controlado por la Reserva Federal de los Estados Unidos y serviría, como ya señaló Jerome Powell, para que la gente no tuviera la necesidad de utilizar ningún tipo de criptomoneda.
El nuevo marco de Biden señala que una CBDC estadounidense permitiría un sistema de pagos más eficiente, al tiempo que proporcionaría una base para una mayor innovación tecnológica, facilitaría transacciones transfronterizas más rápidas y sería más sostenible para el medioambiente.
Asegurar la estabilidad financiera
El marco regulatorio de Biden señala expresamente a las stablecoins, ya que al estar respaldadas por dólares crean canales que provocan consecuencias en los mercados financieros tradicionales.
La administración Biden quiere evitar una nueva debacle como la ocasionada por la caída del ecosistema Terra y de su stablecoin UST. Para ello, se plantea la necesidad de crear una regulación adecuada.
El Tesoro y la administración trabajará con las instituciones financieras para reforzar la capacidad de identificar y mitigar las vulnerabilidades cibernéticas mediante el intercambio de información y la promoción de una amplia gama de conjuntos de datos y herramientas analíticas, así como la colaboración entre agencias para identificar, rastrear y analizar riesgos estratégicos emergentes que se relacionan con los mercados de activos digitales.
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