En una denuncia reciente, el FBI y otras autoridades estadounidenses afirman que incautarán los fondos almacenados en 155 direcciones de Bitcoin, que se presume fueron utilizadas por grupos terroristas como ISIS y Al-Qaeda para el financiamiento de terrorismo. 

El FBI (Federal Bureau of Investigation), el Servicio de Impuestos Internos de Delitos Cibernéticos (IRS-CI) y la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) presentaron una denuncia por confiscación donde afirman que un total de 155 direcciones de Bitcoin estaban siendo utilizadas por Al-Qaeda, ISIS y Hamas para el lavado de dinero. Según señala la denuncia, a través de estas direcciones se solicitaban donaciones en grupos de Telegram y otras redes sociales para recaudar dinero y promover objetivos terroristas. 

A la fecha de esta publicación, las autoridades estadounidenses no han revelado la cantidad de bitcoins almacenada en dichas direcciones; solo afirmaron que se trata de la “mayor incautación de cuentas de criptomonedas de organizaciones terroristas” donde están almacenados varios millones de dólares. 

Para llevar a cabo las investigaciones, las autoridades utilizaron herramientas desarrolladas por Chainalysis, una reconocida firma de análisis e inteligencia blockchain, y Excygent, una compañía especializada en investigación y análisis de delitos financieros. En su informe, Chainalysis señala que ya ha incautado más de 1 millón de dólares en criptomonedas recaudadas en campañas con fines de terrorismo. Por su parte, la plataforma de información de la compañía, Chainalysis Market Intel, muestra que estas cifras representan tan solo el 1% del total de Bitcoin que circula en los mercados. 

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FBI cierra grupos y páginas en redes sociales que recaudaban donaciones en Bitcoin

El informe emitido por Chainalysis revela que la incautación de cuentas realizada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos proviene de direcciones alojadas por Bitcoin Transfer, un exchange de criptomonedas registrado en Idlib Siria, que permite el intercambio de criptomonedas por dinero fiat, incluido el dólar. Las investigaciones realizadas por las autoridades, en conjunto con las compañías de análisis e investigación, señalan que gran parte de las direcciones facilitadas por este exchange se utilizaron para recibir y lavar donaciones de sus seguidores, motivo por el cual las autoridades buscan cerrar sus operaciones. 

Así mismo, las autoridades estadounidenses anunciaron el cierre de varios grupos de Telegram, páginas de Facebook y páginas webs que recaudaban fondos de forma abierta con objetivos falsos de ayudas benéficas y de caridad o de venta de productos médicos, pero que su verdadera intención era la de encubrir operaciones terroristas. 

«La capacidad del IRS-CI para rastrear los fondos utilizados por los grupos terroristas hasta su origen y desmantelar las redes de comunicación y financieras de estos grupos radicales directamente les impide causar estragos en todo el mundo».

En base a esta investigación, las autoridades buscan confiscar los fondos almacenados en las direcciones rastreadas dentro del intercambio, aunque este sigue operativo a la fecha de esta publicación. De igual forma, Chainalysis alenta a los demás exchanges y casas de intercambio a verificar que las transacciones que reciban no provengan de direcciones asociadas a Bitcoin Transfer, a fin de evitar exposiciones futuras. 

Bitcoin y blockchain, tecnologías transparentes y confiables

No es la primera vez que la criptomoneda es señalada como uno de los activos supuestamente elegidos y preferidos por las organizaciones fraudulentas para realizar actividades ilícitas, como el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo. Si bien en un principio, cuando Bitcoin se lanzó al mercado, presentó cualidades y características bastantes similares e incluso superiores al dinero fiat, la criptomoneda también cuenta con una tecnología subyacente que hoy en día es ampliamente conocida, estudiada e implementada: la blockchain. 

La tecnología blockchain permite llevar un registro único, detallado, exacto, transparente y confiable de cada una de las operaciones que se realizan con la criptomoneda, desde sus inicios en 2009 hasta la actualidad. Al ser una tecnología de código abierto, cualquier persona, compañía u organización puede acceder a todo el registro de la blockchain para analizar o rastrear alguna dirección o transacción en particular. Simplemente por este hecho, se ha demostrado que Bitcoin es poco eficiente a la hora de llevar a cabo actividades ilegales, y más aún conociendo que la criptomoneda no garantiza un anonimato en la red, como muchos erróneamente creían. 

Un ejemplo reciente de esto es el hackeo masivo a las cuentas de Twitter, donde 3 jóvenes accedieron de forma no autorizada a cuentas de importantes personalidades y compañías para promover una estafa que pretendía recaudar fondos en Bitcoin. Aunque los hackers lograron que varios usuarios desprevenidos transfieran poco más de 130 mil dólares en BTC para el momento de la estafa, a los pocos días las autoridades arrestaron a los responsables al rastrear los movimientos realizados desde las direcciones que promovieron para la estafa. 

Entonces, a pesar de que aún existen organizaciones, grupos y personas que creen que depositar su confianza en Bitcoin para financiar actividades ilegales es prudente, también es importante resaltar que la criptomoneda no fue diseñada para ello, y que por sus características Bitcoin no permite que los delincuentes se salgan con la suya. Además, al igual que ocurre con el dinero fiat, que según Chainalysis, es el medio preferido por los delincuentes para ocultar sus delitos, el hecho de que una pequeña parte de estos activos se utilicen indebidamente, no le resta valor o importancia al proyecto, que hasta ahora ha demostrado ser una gran opción a los sistemas financieros tradicionales. 

Por último, es importante reconocer que las autoridades realizan un gran trabajo para prevenir actividades ilícitas relacionadas con criptomonedas y los activos digitales, pero en los sistemas financieros tradicionales también han tenido lugar mayores escándalos, como el caso de la multinacional alemana WireCard, cuya “buena reputación” se desplomó como un castillo de naipes cuando se descubrió la corrupción que existía dentro de la compañía, con la desaparición de más de 1.900 millones de euros de sus cuentas. Además, varios informes de investigadores señalan que WireCard, junto con ejecutivos de MasterCard y otras organizaciones, está involucrada en actividades ilegales como el lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y el abuso de menores de edad; y a pesar de todo el escándalo el regulador financiero del Reino Unido (FCA) levantó las sanciones y reactivó las operaciones de la compañía. 

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