CaixaBank y Bankia, dos de las entidades financieras más grandes de España y Europa, están planteando la fusión jurídica de ambas entidades como una medida para reforzar la estabilidad financiera del país y proteger el interés de los ciudadanos en general.
La fusión jurídica de dos entidades financieras tan importantes como CaixaBank y Bankia se está debatiendo esta semana en el seno del sector financiero. De consolidarse la propuesta, la expectativa de CaixaBank es ayudar al gobierno español a recuperar parte de las ayudas que recibió Bankia al momento de su rescate, ayudas que superan los 24 mil millones de euros. Así mismo, esta fusión dará paso a la creación de la entidad bancaria nacional más grande en España, que albergará a más de 50 mil empleados y gestionará recursos por el orden de los 650 mil millones de euros en activos.
La nueva entidad se posicionará como el primer banco de España por activos y como el tercer banco del país por activos en el extranjero, quedando únicamente detrás de los gigantes bancarios Santander y BBVA. Aunque, hasta el momento, no se ha confirmado ni se ha establecido una fecha exacta para la fusión de las entidades financieras, ambas revelaron su interés en un manifiesto emitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde se reconoce la intención de ambas entidades por llevar a cabo la fusión jurídica.
Ahora bien, si CaixaBank y Bankia se fusionan, ¿Qué pasará con los millones de usuarios y clientes de estas entidades? ¿Cómo afectará a los clientes esta fusión?. Veamos.
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Los cambios que aguardan
De materializarse la fusión jurídica entre CaixaBank y Bankia, los clientes de las dos entidades sufrirán varias consecuencias durante y después del proceso. La primera de ellas es el cambio del número de cuenta, ya que la fusión de Bankia, al ser absorbida por CaixaBank, inevitablemente provocará que el número de IBAN (International Bank Account Number) o número de cuenta bancaria internacional de Bankia cambie. Este cambio podría dejar a millones de usuarios sin acceso, por un período de tiempo, a los productos bancarios que ofrece la entidad, aunque se estima que las políticas comerciales de la nueva entidad permitirán la asociación del número de cuenta anterior con el nuevo, permitiendo el depósito o retiro automático de fondos en la nueva cuenta.
De igual forma, las políticas comerciales de la nueva entidad pueden variar respecto a las políticas manejadas por CaixaBank y Bankia de forma independiente. Si las políticas comerciales de la nueva entidad varían, podría afectar la gestión de productos y servicios, como hipotecas, préstamos, depósitos a plazo fijo, tarjetas de crédito, entre otros, aunque para saberlo hay que esperar a que la fusión se materialice.
Aquellos usuarios que disponen de fondos garantizados a través del Fondo de Garantía de Depósitos, que respalda a ambas entidades, podrían quedar desprotegidos si sus fondos superan los 100 mil euros. Recordemos que el Fondo de Garantía de Depósitos es un fondo que respalda hasta 100 mil euros por titular, tanto para CaixaBank como para Bankia. Entonces, si un titular tiene cuentas en ambas entidades, la fusión de estas puede dejar desprotegido los fondos de aquellos titulares que superen o excedan los 100 mil euros.
Por último, la fusión jurídica de CaixaBank y Bankia puede llevar al cierre de varias sucursales y al despido de una cantidad importante de empleados públicos.
Así mismo, la fusión puede producir un incremento de costos en algunos servicios, ya que la competencia en el sector se vería reducida. Por otro lado, clientes de otros bancos relacionados con Bankia se pueden ver afectados, sobre todo aquellos que utilizan los servicios de cajero automático de forma gratuita.
Panorama económico y financiero actual
Desde hace años se viene planteando la posibilidad de que Bankia fuera absorbida por alguna entidad financiera, entre las que por supuesto, CaixaBank figura desde hace tiempo. Ahora, la crisis económica actual y una decaída en las perspectivas positivas del sector financiero, de salir prontamente de la actual situación, impulsan el proceso de fusión de Bankia con uno de sus competidores más férreos.
Si la fusión se materializa, el gobierno podrá recuperar parte del rescate económico de Bankia, que tuvo lugar entre 2012 y 2013, y donde el estado invirtió más de 24 mil millones de euros. De esta cantidad, solo se ha recuperado poco más de 3 mil millones de euros hasta la fecha, por ello el interés del estado en acelerar este proceso. Según declara el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, de concluir la propuesta de fusión de forma exitosa, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) analizará detalladamente y con absoluta objetividad la perspectiva de generación de valor y optimización de la capacidad de la entidad para recuperar las ayudas entregadas durante el rescate.
«Como se ha señalado reiteradamente, el Gobierno tiene una prioridad en relación con Bankia: proteger el interés general de los ciudadanos españoles, maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país. Estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito».
Así mismo, de aprobarse la fusión, el Banco Central Europeo emitirá un informe detallado sobre esta integración, que será evaluado y analizado por la CNMC para su materialización definitiva.
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