Una nueva resolución de la Unión Europea podría atentar contra las aplicaciones de cifrado de extremo a extremo, que según la organización representan riesgo para la seguridad nacional.
La organización internacional de integración y gobernanza para los países de Europa, la Unión Europea, está considerando la posibilidad de prohibir las aplicaciones de mensajería y comunicación que utilicen técnicas de cifrado de extremo a extremo, según muestra el borrador de una nueva resolución emitida por la organización.
Los servicios de comunicación con cifrado de extremo a extremo, o punto a punto, utilizan avanzadas técnicas de criptografía que garantizan la seguridad y la privacidad de las conversaciones. Por ejemplo WhatsApp, uno de los servicios de mensajería instantánea más populares del mundo, que utiliza este método para proteger a sus usuarios, asegura las conversaciones entre dos personas o un grupo de personas a través de estas técnicas, para que solo sean leídas por las partes involucradas, sin interferencia de gobiernos ni otras compañías. De hecho, Facebook, que es el propietario de este servicio de mensajería, tampoco tiene acceso a las conversaciones de los usuarios de WhatsApp, por lo que estos disfrutan de absoluta privacidad en sus conversaciones.
Y aunque la privacidad es un derecho fundamental de los ciudadanos a nivel mundial, que la Unión Europea reconoce como un derecho importante de proteger y garantizar mediante técnicas de cifrado, la organización también expresa que para los gobiernos y organizaciones gubernamentales es importante conocer la información qué se trasmiten a través de este tipo de aplicaciones, a fin de garantizar y resguardar la seguridad nacional. Por ello, los servicios de mensajería y otras aplicaciones, que utilicen el cifrado de extremo a extremo, podrían prohibirse dentro de los países que conforman la UE, como indica el borrador publicado recientemente.
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Seguridad Nacional vs Privacidad
Desde que la criptografía dejó de ser un mecanismo de seguridad exclusivo de los gobiernos y las naciones, y comenzó a implementarse en productos y servicios accesibles a la gente común, comenzó el gran debate sobre el derecho a la privacidad que tienen los ciudadanos y el deber de los gobiernos de garantizar y mantener la seguridad nacional.
Si bien las técnicas de cifrado permiten que los ciudadanos disfruten de su derecho, es el uso que muchos pueden darles lo que preocupa a los gobiernos. La Unión Europea cita que el cifrado puede permitir que actores maliciosos realicen actividades ilícitas y criminales, como el reciente ataque a Viena, que dejó a 4 personas sin vida. Ante la posibilidad de que ataques similares se ejecuten en un futuro, la Unión Europea resalta la necesidad de encontrar un balance entre la privacidad de los usuarios y la necesidad de seguridad nacional. La organización señala que los gobiernos pueden acceder a conversaciones privadas de manera legal, para evitar que se orquesten actividades terroristas, o en caso de planearse, poder intervenir de manera oportuna.
“Para las autoridades competentes, el acceso a pruebas electrónicas no solo es esencial para realizar investigaciones exitosas y, por lo tanto, llevar a los criminales ante la justicia, sino también para proteger a las víctimas y ayudar a garantizar la seguridad”.
Así mismo, la organización señala que sigue promoviendo y reforzando un cifrado sólido, como el “ancla de confianza en la digitalización y en la protección de los derechos fundamentales” de los ciudadanos.
El cifrado, presente en todos los ámbitos de la sociedad actual
En su comunicado, la Unión Europea resalta que en la actualidad las técnicas de cifrado se utilizan cada vez con mayor frecuencia, y que forman parte de casi todos los ámbitos de la sociedad, tanto en la vida pública como privada. Desde plataformas gubernamentales y dispositivos electrónicos, hasta aplicaciones de mensajerías y otros servicios digitales, el cifrado está presente para garantizar la privacidad, confidencialidad, seguridad e integridad de las conversaciones, archivos y datos que se comparten o gestionan a través de estas aplicaciones y el Internet.
Se trata de un mecanismo de seguridad y protección del cual todos nos beneficiamos, pero que a juicio de la organización, también puede favorecer que actores maliciosos ejecuten actividades criminales. Por eso, la UE señala que es necesario e indispensable para la seguridad nacional reconocer que las autoridades competentes deben poder acceder a los datos, archivos y conversaciones privadas, aunque esta posibilidad active todas las alertas de los defensores de la privacidad y la ciberseguridad.
“Las autoridades competentes deben poder acceder a los datos de manera legal y específica, en pleno respeto de los derechos fundamentales y el régimen de protección de datos, mientras se defiende la ciberseguridad”.
Aunque el borrador de la UE no especifica que los servicios de cifrado serán prohibidos dentro de su jurisdicción, existe tal posibilidad en un futuro, compartiendo la visión que otros países tienen en relación a los servicios que utilizan cifrado de extremo a extremo. Por ejemplo, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, India, Japón y Nueva Zelanda se han pronunciado en contra de estos servicios y aplicaciones, manifestando que esas técnicas de privacidad son de alto riesgo para la seguridad nacional de sus naciones.
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