El presidente electo Donald Trump se está preparando para firmar una orden ejecutiva que beneficiará a la industria de las criptomonedas, según el Washington Post. Esta orden ejecutiva podría revertir regulaciones infructuosas de la era Biden y priorizar la innovación tecnológica.
Trump podría marcar un hito en su segundo mandato, al firmar una orden ejecutiva que busca liberar el potencial de la industria de las criptomonedas desde su primer día en la presidencia del país, según un informe exclusivo del Washington Post.
El medio informó que esta medida, que ha sido calificada como una prioridad por el equipo de transición de Trump, podría revertir algunas de las regulaciones más controvertidas implementadas durante la administración de Joe Biden y allanar el camino para un entorno más favorable a la innovación tecnológica de las criptomonedas y los activos digitales en Estados Unidos.
La orden ejecutiva, que se espera sea firmada el 20 de enero de 2025, el día de la ceremonia de toma de posesión de Trump de la Casa Blanca, abordaría dos de los principales desafíos que enfrenta la industria de las criptomonedas: la «desbancarización» y la polémica norma contable conocida como SAB 121. Ambas políticas han sido criticadas por líderes de la industria y legisladores por obstaculizar el crecimiento y la adopción de las criptomonedas en el país.
El problema de la «desbancarización» de la industria cripto en Estados Unidos
Uno de los principales focos de la orden ejecutiva, según informó el Washington Post, será abordar el fenómeno de la «desbancarización» en el mundo cripto, que ha impedido a empresas e inversores del sector acceder a servicios bancarios sin justificación alguna. Durante la administración Biden, varias instituciones financieras comenzaron a restringir o cancelar servicios a empresas de criptomonedas, alegando preocupaciones regulatorias y de cumplimiento.
Por otro lado, la orden ejecutiva que podría firmar Trump en su primer día como presidente podría incluir la derogación del SAB 121, una directriz emitida por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en 2022 que obliga a las empresas a registrar los activos digitales de sus clientes como pasivos en sus balances. Como ha informado este medio, esta norma ha sido ampliamente criticada por aumentar los costos operativos de las empresas de criptomonedas y desincentivar la custodia de activos digitales por parte de instituciones financieras tradicionales.
David Sacks, el recién nombrado «zar de criptomonedas» de Trump, trabajará estrechamente con líderes de la industria para desarrollar una estrategia legislativa que revierta esta política y que fomente la innovación de las nuevas tecnologías en el país. En declaraciones al Washington Post, Sacks describió la normativa SAB 121 como un obstáculo innecesario para la innovación y prometió que la nueva administración tomaría medidas concretas para eliminarla.
«El equipo de Trump ha dejado muy claro que esta es una prioridad», dijo una fuente cercana a las conversaciones. «Quieren enviar un mensaje fuerte de que Estados Unidos está abierto para los negocios y listo para liderar la revolución tecnológica».
Liderar la innovación por encima de China
La decisión de Trump de priorizar las criptomonedas como un factor clave para acelerar la innovación no ha surgido en el vacío. Durante los últimos meses, el presidente electo ha recibido el respaldo de algunas de las figuras más influyentes de Silicon Valley, incluyendo al inversionista Marc Andreessen y al CEO de Tesla, Elon Musk.
Andreessen, cofundador de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, ha sido un defensor vocal de las políticas pro-cripto y ha jugado un papel clave en la selección de personal para la nueva administración. Según el Washington Post, Andreessen ha estado reclutando activamente candidatos para puestos clave en áreas como tecnología, defensa e inteligencia, con el objetivo de asegurar que la agenda de «Little Tech» sea priorizada en Washington.
Por su parte, Elon Musk, quien ha sido descrito como el «primer amigo» de Trump durante la transición, también ha expresado su apoyo a las políticas pro-cripto. Musk, cuya empresa SpaceX ha colaborado con la NASA en misiones espaciales, ha sido nombrado como uno de los directores del nuevo departamento de eficiencia gubernamental, DOGE, de Trump y como uno de sus principales asesores en temas tecnológicos.
Además, el medio destacó que, durante una cena íntima celebrada recientemente, Trump dijo a Andreessen que su objetivo es lograr que las empresas tecnológicas estadounidenses ganen la carrera mundial contra China, por lo que removerá las medidas enérgicas que la administración Biden impuso contra las criptomonedas y otras innovaciones emergentes, y que pusieron en peligro multimillonarias inversiones en el sector.
Un cambio radical en la política regulatoria estadounidense
La orden ejecutiva de Trump, que se espera que se presente en su primer día de gobierno, podría marcar un cambio radical en la política regulatoria de Estados Unidos hacia las criptomonedas. Durante la administración de Joe Biden, la industria enfrentó un aumento en la supervisión regulatoria, incluyendo investigaciones antimonopolio, demandas judiciales y nuevas normas para la inteligencia artificial y las criptomonedas.
En contraste, la nueva administración ha prometido adoptar un enfoque más favorable a la innovación, reduciendo la carga regulatoria y fomentando la competencia en el sector tecnológico.
Brian Hughes, portavoz del equipo de transición de Trump, la prioridad será «salvaguardar la libertad de expresión en línea, alejarnos de la censura de las grandes tecnológicas y desarrollar un marco legal para que la industria de las criptomonedas pueda prosperar en los Estados Unidos». Por lo tanto, si esta orden ejecutiva finalmente se firma, las implicaciones para las criptomonedas y su futuro en el país serían significativas. Al eliminar barreras regulatorias y fomentar un entorno más favorable a la innovación, la nueva administración podría atraer mayores inversiones y talento al país, consolidando su posición como líder global en tecnología financiera.
Sin embargo, no todos están convencidos de que esta estrategia sea la correcta. Algunos críticos, como el exasesor de Trump Stephen K. Bannon, han advertido sobre los riesgos de lo que llaman «tecnofeudalismo», un sistema en el que el poder y la riqueza se concentran en manos de unas pocas empresas tecnológicas.
A pesar de estas preocupaciones, el mensaje de la administración Trump es claro, y es que Estados Unidos está listo para abrazar el futuro de las criptomonedas y liderar la próxima ola de innovación tecnológica.