La posible elección de Teresa Goody Guillén como presidenta de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en la administración de Donald Trump ha generado un gran interés dentro de la industria de las criptomonedas.
Teresa Goody Guillén, una destacada abogada con experiencia en el ámbito de las criptomonedas y exfuncionaria de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, se perfila como una de las principales candidatas para liderar la agencia reguladora en la próxima administración de Donald Trump.
Su consideración para este puesto surge en medio de los crecientes rumores de renuncia del actual presidente de la SEC, Gary Gensler, quien podría dimitir de su cargo después del Día de Acción de Gracias, según fuentes citadas por Eleanor Terrett, de Fox Business.
¿Se avecina un cambio legendario en la regulación de criptomonedas?
Guillén es socia en la firma de abogados Baker Hostetler y líder del equipo de blockchain de este bufete. Por ello, la comunidad cripto anticipa que podría ser la reguladora que necesita la industria para avanzar y expandirse.
La experiencia de Guillén tambien incluye un periodo significativo en la SEC, donde trabajó como abogada en la Oficina del Consejero General entre 2009 y 2011. Durante su tiempo en la agencia federal, adquirió un profundo conocimiento sobre las operaciones internas de la agencia y las leyes que rigen los mercados financieros. Esta experiencia, junto con su actual desempeño relacionado con blockchain y las criptomonedas, podría ser crucial para una regulación favorable hacia los criptoactivos.
Según las fuentes, Guillén se ha dado a conocer como una defensora de las criptomonedas y su postura sobre estas innovaciones podría alinearse con las promesas de Trump, de crear un entorno regulatorio que promueva el desarrollo de los activos digitales.
Las fuentes dijeron que es una de las candidatas consideradas por el equipo de Trump para asumir el cargo de la presidencia de la SEC tras la salida de Gensler.
El experto en ETF de Bloomberg, Eric Balchunas, fue uno de los que reaccionó a los rumores de la posible nominación de Guillén a la presidencia de la SEC, destacando la importancia que podría tener un abogado especializado en criptomonedas al frente de esta agencia para cambiar la postura actual e implementar un enfoque más amigable hacia las criptomonedas en el país.
En contraste con Gensler, cuya gestión ha sido caracterizada por una regulación estricta y acciones agresivas hacia el sector de las criptomonedas, Guillén podría representar un cambio significativo hacia una regulación más equilibrada que fomente la innovación y el crecimiento en el sector de los activos digitales.
Teresa Guillén recibe el apoyo de la industria cripto
Además de Balchunas, otros expertos se han pronunciado sobre su posible nominación como presidente de la SEC. Tim Urista, fundador de la plataforma Trendvesting, dijo que Teresa Goody Guillén podría “aportar la claridad y la innovación que tanto se necesitan a las regulaciones de las criptomonedas” en Estados Unidos.
Asimismo, el criptoentusiasta Chad Steingraber destacó los comentarios que realizó sobre el caso de la demanda de la SEC contra Ripple, en los que subrayó que la empresa estaba estableciendo un precedente para seguir expandiendo su modelo de negocio en Estados Unidos y cambiar el panorama de los esfuerzos de cumplimiento de la SEC.
No obstante, a pesar del apoyo que parece estar recibiendo de parte de muchos usuarios y entusiastas de las criptomonedas, hay otros que se mantienen cautelosos ante su posible nominación, recordando lo “pro-cripto” que solía parecer Gary Gensler antes de asumir la presidencia de a SEC.
Como ha informado este medio, Guillén no es la única candidata considerada para dirigir la SEC. Otros nombres destacados que se perfilan para este cargo incluyen a la “Crypto Mom” Hester Peirce, actual comisionada de la SEC y a Robert Stebbins, entre otros.
No obstante, sin importar cual de estos nombres sea nominado a la presidencia de la agencia federal, lo que realmente espera la criptocomunidad es que establezca un nuevo marco regulatorio que proteja a los inversores pero que también favorezca el desarrollo de las criptomonedas.