El Proyecto Mariana supone un paso hacia la adopción generalizada de las criptomonedas por parte de las grandes instituciones financieras.
Las finanzas descentralizadas (DeFi) tienen el potencial para convertirse en una parte importante del ecosistema financiero. Los bancos centrales de todo el mundo están comenzando a comprender el impacto que la tecnología descentralizada podría tener en los pagos transfronterizos y han comenzado a trabajar en consecuencia.
Esta semana, JP Morgan realizó su primera operación DeFi con el Banco Central de Singapur, en la que se han realizado transacciones de divisas y bonos del Estado, en forma de depósitos tokenizados, sobre la red de Polygon. Estas transacciones con activos tokenizados han podido liquidarse de forma instantánea, lo que libera costes y tiempo de gestión.
La operación forma parte del Proyecto Guardián que pretende explorar el potencial a nivel económico y los casos de uso de la tokenización de activos dentro de la industria financiera.
El Banco Internacional de Pagos y el Proyecto Mariana
En esta corriente de adopción DeFi, el Banco Internacional de Pagos (BIS) está trabajando en el Proyecto Mariana, que investiga el uso de los Automated Market Makers (AMM) para automatizar los mercados de divisas y la liquidación, con el objetivo de mejorar los pagos transfronterizos.
El Proyecto Mariana tiene tres objetivos principales:
- Explorar el diseño y la aplicación de los AMM para el comercio de CBDC.
- Investigar si una red supranacional podría convertirse en un centro eficiente y de confianza para la liquidación transfronteriza.
- Investigar los modelos de gobernanza de los CBDC dentro de la red.
Los AMM son un tipo de contrato inteligente que utiliza los pools de liquidez para transferir activos digitales de forma automática, en contraposición con los procesos tradicionales de emparejar a los compradores y vendedores, buscando el consentimiento en cada operación.
En pocas palabras, los AMM agrupan la liquidez usando algoritmos para determinar los precios entre dos o más activos tokenizados. De esta forma, el Proyecto Mariana pretende construir la base para crear nuevas infraestructuras financieras que faciliten el intercambio transfronterizo de CBDC.
El proyecto busca abordar una de las principales preocupaciones del G20, como es la aceleración de los pagos transfronterizos, así como la reducción de sus costes y el hecho de que sean más transparentes.
El BIS ha puesto en marcha este proyecto entre los centros de innovación que tiene repartidos en Francia, Suiza y Singapur.
Por el momento, el proyecto se basa en un programa piloto para la transferencia internacional de CBDC basadas en los francos suizos, el euro y los dólares de Singapur, entre instituciones financieras para liquidar operaciones de divisas de mercados financieros.
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