El gobierno de Portugal ha solicitado a las autoridades fiscales una “evaluación” que podría representar el primer paso para comenzar a gravar las criptomonedas.
Portugal ha sido un paraíso para los usuarios e inversores de criptomonedas, gracias a la escasa legislación y a los bajos impuestos. Esta situación no acaba de gustar a la Unión Europea, que ha optado por una legislación más dura, al implementar las normas MiCA sobre el cripto.
En Portugal, Bitcoin está regulada como una moneda más, por lo que la compraventa de criptomonedas está libre de impuestos. Sin embargo, desde hace tiempo grupos políticos y miembros del ministerio de Hacienda portugués han estado alertando de la volatilidad de las criptomonedas y de la necesidad de establecer una regulación más estricta.
Sobre este hecho, algunos funcionarios han señalado que resulta muy difícil explicar por qué algunos activos financieros tienen bases impositivas de hasta el 28%, mientras que las criptomonedas no cuentan con ningún impuesto.
Portugal ha establecido una serie de regulaciones con el objetivo de estimular el crecimiento económico. Por ejemplo, cuenta con políticas flexibles para los inversores extranjeros del sector inmobiliario, así como visados especiales para los “nómadas digitales”, personas que trabajan en remoto y no tienen residencia permanente.
Por otra parte, muchos expertos en economía y finanzas han señalado que la normativa laxa de Portugal podría resultar perjudicial y crear una especie de burbuja, similar a la de 2007, que provocó una grave crisis económica mundial.
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El final del paraíso fiscal de Portugal
Como respuesta a estas dudas y, debido a presiones del Banco Central Europeo, la Autoridad Fiscal de Portugal, a petición del Secretario de Estado de Asuntos Fiscales, ha iniciado los procesos necesarios para crear un marco regulatorio para las criptomonedas, con el objetivo de acabar con el estatus de paraíso fiscal para las criptomonedas.
El plan de las autoridades portuguesas es analizar la forma en que otros países están gravando las criptomonedas. De esta forma, se busca crear un marco de regulaciones que graven la compra y venta de Bitcoin, así como los beneficios que se obtengan de cualquier inversión.
Sobre este tema, Diogo Mónica, fundador de Anchorage Digital, ha explicado que la narrativa de que Portugal está perdiendo ingresos por no imponer impuestos a las criptomonedas es falsa y que, en realidad, muchas empresas se han mudado al país por los bajos impuestos y la legislación flexible.
Aunque no es partidario de imponer una batería dura de regulaciones, Diogo Mónica sí que cree que existe una necesidad de crear un marco regulatorio claro, estable y competitivo que siga atrayendo empresas de inversores de todo el mundo.
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