Perdió su clave privada y con ella 7.500 bitcoins: su historia es un drama

James Howells idea un nuevo plan para buscar su tesoro de $160 millones en Bitcoin

En el mundo de las criptomonedas, pocas historias encarnan la ironía y el desconsuelo como la de James Howells, un británico que perdió accidentalmente 7,500 bitcoins en 2013. Lo que entonces era una suma modesta, valorada en unos pocos millones de dólares, hoy representa una fortuna de más de $750 millones en 2025, con Bitcoin superando los $100,000. Su drama, nacido de un error cotidiano, es un recordatorio de la implacable seguridad de las criptomonedas: sin la clave privada, no hay acceso, y no hay vuelta atrás.

Un error fatal en la basura

Howells, un especialista en TI de Newport, Gales, minó esos 7,500 bitcoins en 2009, cuando la criptomoneda apenas despegaba y pocos entendían su potencial. Guardó su clave privada —la contraseña única que desbloquea una billetera digital— en un disco duro que almacenaba junto a otro vacío. En 2013, durante una limpieza, su pareja arrojó por error el disco equivocado a la basura. Las bolsas negras terminaron en un vertedero local, y con ellas se fue su acceso a los bitcoins.

Cuando Howells se dio cuenta del desastre, ya era tarde. El vertedero de Newport había recibido toneladas de desperdicios, enterrando el disco bajo capas de basura. En ese momento, sus bitcoins valían unos $7.5 millones, una pérdida dolorosa pero imaginable. Hoy, con el precio de Bitcoin disparado, la magnitud del percance es astronómica, convirtiendo su historia en una tragedia moderna.

Una lucha contra el tiempo y la burocracia

Desde entonces, Howells ha librado una batalla para recuperar su tesoro. Ha ofrecido al Ayuntamiento de Newport hasta un 25% del valor de los bitcoins —más de $180 millones— para financiar una excavación masiva en el vertedero. Su plan incluye tecnología avanzada y expertos en recuperación, pero las autoridades lo han rechazado. Argumentan que alterar el sitio violaría normativas ambientales y que no hay garantía de encontrar el disco tras más de una década bajo tierra.

En 2024, Howells llevó su caso a los tribunales británicos, exigiendo permiso para buscar o una compensación equivalente. Sin embargo, en enero de 2025, un juez falló en su contra, dictaminando que no tiene derechos legales sobre el disco perdido ni posibilidades reales de éxito. El veredicto cerró la puerta a su sueño, dejando sus bitcoins como un espectro digital inalcanzable.

El costo de la descentralización

La historia de Howells ilustra el filo de la descentralización de Bitcoin. Sin bancos ni intermediarios, la clave privada es la única llave; perderla equivale a perder todo. Se estima que entre 3 y 4 millones de bitcoins están atrapados en billeteras inaccesibles, un 20% del total emitido, según Chainalysis. Para Howells, la seguridad que hace a Bitcoin revolucionario se convirtió en su condena.

Un drama que resuena

A sus 39 años, Howells vive con la carga de lo que pudo haber sido. Su caso ha inspirado debates sobre la usabilidad de las criptomonedas y la necesidad de mejores métodos de respaldo. Mientras algunos lo ven como un cuento de advertencia, otros admiran su persistencia. En 2025, sus 7,500 bitcoins permanecen intactos en la blockchain, un tesoro visible pero intocable, encapsulando un drama que mezcla error humano, tecnología inflexible y un vertedero que guarda millones.