La nominación de Caroline Crenshaw como comisionada de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha generado un fuerte rechazo entre líderes del sector cripto, quienes consideran que su enfoque no es «crypto friendly».
La reciente oposición de la industria cripto hacia un nuevo periodo de Caroline Crenshaw, del partido Demócrata, como comisionada de la SEC, pone de manifiesto las tensiones existentes en el ámbito regulatorio de este sector en expansión.
Crenshaw, reconocida por su postura escéptica hacia las criptomonedas y su rechazo a la aprobación de ETFs de Bitcoin al contado, busca ser reconfirmada para otro mandato en la SEC. Sin embargo, su enfoque ha generado descontento entre los líderes del sector cripto, quienes argumentan que sus decisiones podrían obstaculizar el desarrollo de un entorno regulatorio «crypto friendly» en la nueva administración de Donald Trump.
Durante su testimonio en el Senado, Caroline Crenshaw reafirmó su compromiso con la misión de la SEC, que se centra en proteger a los inversores y garantizar un mercado justo. Sin embargo, su postura ha suscitado críticas de figuras destacadas del sector cripto, como Katie Biber de Paradigm y Brad Garlinghouse de Ripple. Estas voces han cuestionado su negatividad hacia las decisiones judiciales relacionadas con criptoactivos y su resistencia a la aprobación de productos financieros innovadores, como los ETFs de Bitcoin.
La oposición a Crenshaw se basa en la percepción de que no representa adecuadamente los intereses del mercado cripto. Muchos en la industria creen que su reelección podría perpetuar un marco regulatorio restrictivo que ha obstaculizado el crecimiento del ecosistema cripto en Estados Unidos en los últimos años.
La postura regulatoria de Crenshaw va en contra de los objetivos «Crypto Friendly» de Trump
Caroline Crenshaw ha sido una figura controvertida dentro de la SEC, especialmente por su firme oposición a los ETFs de Bitcoin. Su postura se fundamenta en preocupaciones sobre la protección del inversor y la integridad del mercado, argumentando que los mercados spot de Bitcoin están plagados de fraudes y manipulaciones, lo que pone en riesgo a los inversores. Debido a esto, Crenshaw expresó su disidencia respecto a la aprobación de cambios normativos para listar productos cotizados en bolsa basados en Bitcoin, advirtiendo que estas acciones podrían comprometer la protección del inversor y llevar a un camino erróneo.
Su postura anti-crypto ha intensificado la desconfianza dentro de la comunidad, que percibe a Crenshaw como un obstáculo para el desarrollo y la adopción generalizada de las criptomonedas y los activos digitales.
Grupos como la Blockchain Association y DeFi Education Fund han manifestado su desacuerdo con la nominación de Crenshaw a un nuevo mandato como comisionada de la SEC. De hecho, ambas organizaciones dirigieron una carta reciente a Sherrod Brown, presidente del Comité del Senado de EE.UU. para la Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos, argumentando que las acciones de Crenshaw han socavado el mandato del Congreso para establecer políticas regulatorias claras y razonables para las criptomonedas.
“Les escribimos para oponernos a la reconfirmación de Caroline Crenshaw para ser Comisionada de la Comisión de Valores e Intercambio (SEC)”, escribieron la Blockchain Association y DeFi Education Fund en la carta, subrayando que, desafortunadamente, el mandato de Crenshaw como comisionada de la agencia ha estado marcado por acciones que parecen estar en desacuerdo con el mandato que tiene el Congreso de parte del pueblo estadounidense para “establecer políticas sólidas y razonables relacionadas con las criptomonedas”.
Aunque la organización reconoció que comprender la importancia de las nuevas tecnologías puede llevar tiempo, la comisionada no ha mostrado ningún interés por ello, por lo que se opone a su reelección. Además, la organización destacó que el Congreso debería avanzar hacia abordar las políticas fallidas del pasado, que han frenado el crecimiento de la economía digital y que ha afectado el liderazgo tecnológico de los Estados Unidos, en lugar de avanzar hacia la nominación y aprobación de una figura que ha sido polémica en este ámbito y que seguirá restringiendo y oponiéndose a la innovación.
Asimismo, Brian Armstrong, CEO de Coinbase, calificó a Crenshaw como un «fracaso total» en el ámbito cripto y ha hecho campaña en oposición a su reelección, señalando que su enfoque incluso ha sido más hostil hacia las criptomonedas que el del actual presidente de la SEC, Gary Gensler. Este sentimiento es compartido por otros líderes del sector y grupos de defensa, que han argumentado que su reelección podría perpetuar el marco regulatorio restrictivo que ha obstaculizado el crecimiento del sector cripto.
La votación sobre su nominación está programada para hoy, 11 de diciembre, y si es confirmada, Crenshaw podría servir como comisionada en la agencia federal hasta 2029.
La nominación de Paul Atkins y las funciones clave dentro de la SEC
Recientemente, Donald Trump nomino a Paul Atkins para ser el próximo presidente de la SEC tras la salida de Gensler, el 20 de enero de 2025. Esta nominación sugiere un posible cambio de la agencia hacia una regulación «Crypto Friendly», tomando en cuenta que Atkins es conocido por su enfoque pro-mercado y su defensa de un marco regulatorio que fomente la innovación y el crecimiento en el sector financiero digital.
Sin embargo, la figura del presidente no es la única clave dentro de la SEC. La agencia federal, que regula el mercado de valores, está compuesta por cinco comisionados, cuya diversidad ideológica tiene un impacto significativo en las decisiones regulatorias.
Hasta ahora, se conoce que la composición de la agencia incluye tanto miembros favorables como adversos a las criptomonedas, lo que puede reflejar diferentes visiones sobre la regulación del espacio cripto en el país. A pesar de esta diversidad, la Blockchain Association destacó que la misión de la SEC debe mantenerse neutral y no descuidar las necesidades de los inversores estadounidenses, incluidos aquellos que poseen criptomonedas.
En este contexto, la nominación de Paul Atkins representa una oportunidad para un cambio hacia un enfoque más pro-cripto, lo que podría facilitar la innovación y el crecimiento en el sector financiero digital en Estados Unidos.
