
La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de Estados Unidos actualizó su marco regulatorio para permitir que bancos nacionales custodien criptomonedas, operen con stablecoins y participen en redes blockchain sin requerir aprobación previa. La medida busca equilibrar innovación y control de riesgos.
La OCC, el ente regulador de los bancos en Estados Unidos, modificó su postura sobre la participación de instituciones financieras en actividades relacionadas con criptomonedas. Mediante la Carta Interpretativa 1183, la agencia eliminó el requisito de «no objeción supervisora», un proceso que obligaba a los bancos a solicitar autorización explícita antes de ofrecer servicios vinculados a activos digitales.
Ahora, tras esta decisión, los bancos pueden ofrecer ciertos servicios relacionados con criptomonedas y activos digitales sin la necesidad de solicitar autorización previa de la OCC.
ENLAZA CARD Y EARNEsta iniciativa ocurre en un contexto donde la adopción institucional de criptomonedas crece, pero persisten las tensiones entre la innovación y la regulación. La medida permite a los bancos ofrecer varios servicios de criptomonedas siempre que se cumplan con los estándares de gestión de riesgos equivalentes a los de servicios tradicionales.
Hacia una mayor integración de las criptomonedas en la banca tradicional
La OCC especificó que los bancos nacionales y asociaciones federales de ahorro ya no necesitan solicitar aprobación previa para tres actividades clave, la custodia de criptoactivos, el manejo de stablecoins vinculadas a monedas fiduciarias y la participación en redes de nodos independientes, como la validación de transacciones en blockchain. Según la carta, estas actividades están permitidas bajo la Ley Bancaria de Estados Unidos, siempre que los bancos mantengan controles de riesgo robustos, auditorías periódicas y planes de contingencia.
Un cambio notable es la eliminación de la Declaración de Riesgos de Liquidez de 2023, en la que la OCC advertía sobre posibles amenazas a la estabilidad financiera debido a la exposición a los activos digitales. Rodney Hood, contralor interino de la OCC, derogó la normativa 1179, eliminando así la obligación de que los bancos soliciten permiso previo.
La industria bancaria abre las puertas a las criptomonedas
Uno de los aspectos más relevantes de esta nueva regulación es la eliminación de la necesidad de obtener una «carta de no objeción» para participar en actividades con criptomonedas. Anteriormente, los bancos que deseaban ofrecer servicios de custodia de activos digitales o participar en actividades relacionadas con stablecoins debían solicitar esta carta, un proceso que resultaba largo y costoso.
OPERA CON STABLECOINSLa «carta de no objeción» exigía que los bancos presentarán una solicitud detallada, que incluía planes operativos, controles de riesgo y medidas de cumplimiento normativo. La OCC revisaba estos planes y emitía una opinión sobre su idoneidad. Si la carta era rechazada, los bancos debían modificar sus propuestas o abandonar la iniciativa.
Con la eliminación de este requisito, los bancos pueden operar con mayor flexibilidad y rapidez, lo que fomenta la innovación y la competencia en el sector financiero. No obstante, es importante mencionar que la OCC mantiene su supervisión para garantizar que las actividades relacionadas con criptomonedas se desarrollen de manera segura y responsable.
Las criptomonedas están cambiando el juego en Estados Unidos
En conclusión, la actualización regulatoria de la OCC marca un punto de inflexión en la relación entre la banca tradicional y las criptomonedas en Estados Unidos. Al eliminar trámites burocráticos, la agencia reconoce la madurez de tecnologías como blockchain y stablecoins, pero deja en claro que la innovación debe coexistir con controles estrictos.
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El impacto real dependerá de cómo otras agencias alineen sus políticas y si los bancos logran mitigar riesgos operativos y reputacionales.
Mientras tanto, la industria cripto sigue avanzando hacia una integración más profunda con el sistema financiero global, aunque con obstáculos regulatorios que aún requieren atención.
La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.