Ni Dogecoin ni Shiba Inu: Floki Inu se inspiró en el perro de Elon Musk

Floki Inu

En el universo de las criptomonedas, los memes han demostrado tener un poder inesperado, y las monedas inspiradas en perros han liderado esta tendencia. Dogecoin, nacida en 2013 como una broma basada en el meme «Doge», y Shiba Inu (SHIB), lanzada en 2020 como un supuesto «asesino de Dogecoin», son nombres conocidos en el mercado cripto. Sin embargo, otra moneda canina ha emergido con fuerza: Floki Inu, inspirada directamente en el perro de Elon Musk, un Shiba Inu llamado Floki. Esta criptomoneda no solo lleva el nombre de la mascota del magnate, sino que ha capitalizado su influencia para convertirse en un fenómeno digno de atención.

Floki Inu surgió en junio de 2021, creada por un grupo anónimo de desarrolladores que aprovecharon la popularidad de Musk y su nuevo cachorro. Todo comenzó cuando Musk tuiteó en marzo de ese año: «Voy a tener un Shiba Inu». Meses después, en septiembre, compartió una foto del pequeño Floki con la leyenda «Floki ha llegado», desatando una ola de especulación. A diferencia de Dogecoin, que Musk impulsó con bromas y comentarios en redes sociales, o Shiba Inu, que creció como un derivado, Floki Inu tiene un vínculo más personal: lleva el nombre exacto de su perro, un Shiba Inu real que ha aparecido en fotos virales, como una en el maletero delantero de un Tesla.

Construida sobre la blockchain de Ethereum, Floki Inu tiene una oferta total de 10 billones de tokens (FLOKI). Aunque carece de una utilidad práctica más allá de la especulación, sus creadores han intentado darle un propósito, asociándola con proyectos como el Million Gardens Movement, una iniciativa benéfica liderada por Kimbal Musk, hermano de Elon. Sin embargo, su verdadero motor ha sido la comunidad y el «efecto Musk». Cada vez que el magnate menciona a Floki —como cuando bromeó en 2023 que su perro era el «CEO de Twitter»—, el precio de FLOKI tiende a dispararse. Ese tuit, acompañado de una imagen de Floki en un escritorio, hizo que el token subiera un 200% ese año, superando temporalmente a Dogecoin y SHIB en rendimiento.

A diferencia de Dogecoin, que alcanzó una capitalización de mercado de 50,000 millones de dólares en 2021, o SHIB, con su auge viral, Floki Inu opera en una escala menor, pero su crecimiento ha sido notable. Su estrategia incluye campañas publicitarias agresivas, como carteles en el metro de Londres con el lema «Missed Doge? Get Floki». Esta combinación de marketing y respaldo implícito de Musk la ha convertido en una favorita entre los fans de las memecoins.

Sin embargo, como sus predecesoras caninas, Floki Inu es altamente especulativa y volátil. Su valor depende del entusiasmo de la comunidad y de los guiños de Musk, más que de fundamentos sólidos. Aun así, su historia demuestra cómo una mascota real y el carisma de una figura como Elon pueden transformar una broma en una criptomoneda millonaria.