A pesar de la incertidumbre regulatoria que pesa sobre la industria de las criptomonedas en Estados Unidos, 136 bancos en el país están explorando los servicios basados en criptoactivos.
Un gran número de bancos estadounidenses ya se han adentrado en la industria de las criptomonedas o tienen planes de hacerlo en el futuro cercano. Así lo reveló un reciente estudio publicado por la Oficina del Inspector General de los Estados Unidos (OIG), adscrita al Departamento del Tesoro.
Titulado “Top Management and Performance Challenges Facing the Federal Deposit Insurance Corporation”, en dicho estudio la agencia gubernamental analiza los posibles retos y los riesgos a los que se enfrenta la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) con el auge de nuevas tendencias y tecnologías, como las criptomonedas.
Aun así, OIG también reconoce que la adopción de los criptoactivos en los Estados Unidos ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, al igual que se ha estrechado la relación de los bancos con los criptoactivos. Actualmente, se estima que unas 52 millones de personas en el país poseen criptomonedas, mientras que 136 bancos comerciales y de inversión están explorando diferentes servicios relacionados a estos activos digitales.
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¿Por qué los bancos estadounidenses se están acercando a las criptomonedas?
Varios de los grandes bancos estadounidenses, como JP Morgan, BNY Mellon y Goldman Sachs, han señalado la necesidad de satisfacer las crecientes demandas de sus clientes e inversores, que cada vez se interesan más por las criptomonedas y los activos digitales.
Ante esta constante y creciente demanda de criptoactivos, los bancos han comenzado a explorar las criptomonedas y los activos digitales con la finalidad de diversificar sus servicios y de ofrecer nuevos productos innovadores y de vanguardia que les permitan mantener la relación con sus clientes.
La agencia gubernamental señaló que la mayoría de los bancos estadounidenses, asegurados por la FDIC, están ofreciendo a sus clientes y usuarios servicios de depósito y custodia de criptomonedas, intercambio y gestión de criptoactivos, acceso a los préstamos, emisión de tarjetas de cripto, entre otros servicios. La mayoría de los bancos han estado colaborando con entidades de terceros para poder ofrecer estos servicios a sus clientes.
La orden ejecutiva de Joe Biden para la industria cripto
Aunque la industria cripto carece de reglas claras en Estados Unidos, la OIG señala que la orden ejecutiva que el presidente del país firmó en marzo del año pasado con miras a regular las criptomonedas promueve el desarrollo y la innovación tecnológica de este nuevo sector.
En dicha orden, Joe Biden manifestó su intención de crear un marco regulatorio para los criptoactivos en colaboración con sus agencias reguladoras.
El presidente del país reconoció el potencial de las criptomonedas para transformar y optimizar el sistema financiero, impulsar la inclusión y acelerar los pagos transfronterizos, aunque al mismo tiempo indicó la necesidad de supervisar su desarrollo para garantizar un mercado saludable y responsable.
Por otra parte, pese a que reguladores como la Comisión de Bolsas y Valores (SEC) consideran a las criptomonedas una amenaza para la estabilidad financiera, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), el banco central del país, recientemente se ha mostrado neutral sobre la criptoindustria, a tal punto de permitir a los bancos comerciales del país la posibilidad de ofrecer servicios de criptomonedas y activos digitales a sus clientes y usuarios.
Recomendaciones de la OIG
El informe de la OIG señala algunos riesgos relacionados a la adopción de los criptoactivos y al mismo tiempo insta a la FDIC a trabajar de forma coordinada con otros reguladores estadounidenses para crear un marco de ley apropiado y coherente que permita gestionar las amenazas de la industria y aprovechar los beneficios potenciales que ofrece, así como sus tecnologías subyacentes.
Uno de los mayores temores de las agencias en relación a las criptomonedas es la volatilidad de los precios en el mercado y que esta fluctuación termine afectando la estabilidad del sistema financiero. La OIG también habló sobre la posibilidad de lavado de dinero con criptoactivos.
En la definición de activos digitales, la OIG incluye las criptomonedas como Bitcoin, así como las stablecoins, los tokens y las monedas digitales de banco central (CBDC).
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