La campaña de la Renta 2024 será especialmente rigurosa con los inversores en criptomonedas. Hacienda estrena nuevos modelos informativos obligatorios y multiplica las comunicaciones preventivas. Expertos advierten: «la transparencia será clave».
La campaña de la declaración de la Renta 2024 ha llegado con cambios significativos y una vigilancia sin precedentes por parte de la Agencia Tributaria española, especialmente dirigida hacia los inversores en criptomonedas. Por primera vez, los contribuyentes deberán enfrentar nuevas obligaciones informativas que buscan acabar con la tradicional opacidad del sector.
Tres modelos informativos clave
Para este ejercicio, la Agencia Tributaria ha puesto en marcha tres nuevos modelos específicos de declaración relacionados con las criptomonedas:
- Modelo 172: obliga a informar sobre los saldos en criptomonedas a fecha de 31 de diciembre.
- Modelo 173: destinado a informar todas las operaciones realizadas durante el año.
- Modelo 721: centrado en las criptodivisas custodiadas en plataformas extranjeras cuyo valor supere los 50.000 euros.
La campaña de este año será especialmente exigente, dado que la Agencia Tributaria envió recientemente casi 950.000 avisos preventivos, triplicando las cifras del año anterior, recordando a los contribuyentes sus obligaciones fiscales relacionadas con las criptomonedas. Con estas nuevas medidas, la administración fiscal pretende detectar de manera rápida y eficaz posibles irregularidades en la declaración de ganancias y pérdidas procedentes del comercio o intercambio de criptoactivos.
No hay nuevos impuestos, pero sí más control
Es importante aclarar que no se ha introducido un nuevo impuesto específico sobre criptomonedas; sin embargo, los inversores deberán declarar con precisión todas las ganancias o pérdidas derivadas de ventas, permutas, o pagos realizados en criptodivisas. Estas operaciones tributan como ganancias o pérdidas patrimoniales en el IRPF con tasas que oscilan entre el 19% y el 28% según el importe obtenido.
Riesgos y sanciones por incumplimiento
Los expertos advierten que cualquier omisión o error en la declaración puede derivar en sanciones severas. Las multas por no informar correctamente sobre activos situados en el extranjero (Modelo 721) comienzan en 500 euros, incrementándose según la cuantía no declarada. Además, ocultar ganancias superiores a los 3.000 euros puede implicar multas que van desde el 50% hasta el 150% del importe ocultado, mientras que montos superiores a los 120.000 euros podrían derivar en la comisión de un delito fiscal con consecuencias penales.
Consejos de los expertos para evitar problemas
La recomendación generalizada entre los fiscalistas es clara: los contribuyentes deben mantener una transparencia absoluta y rigurosa en sus declaraciones. Para ello, sugieren conservar historiales completos de transacciones realizadas durante el año, aprovechar los informes fiscales facilitados por las plataformas de criptomonedas y buscar asesoramiento especializado en caso de dudas. Además, insisten en la necesidad de declarar no solo conversiones a euros, sino también las permutas entre distintas criptodivisas.
Reacción del sector cripto
En respuesta a esta nueva normativa, el sector de las criptomonedas ha mostrado una mezcla de aceptación cautelosa y preocupación por la privacidad de sus usuarios. Muchas plataformas han comenzado a facilitar reportes fiscales detallados para ayudar a sus clientes a cumplir con estas nuevas exigencias, reconociendo que la profesionalización y la transparencia pueden beneficiar a largo plazo al ecosistema, otorgándole mayor credibilidad frente a inversores institucionales.
En definitiva, la declaración de la Renta 2024 será un punto de inflexión que pondrá a prueba la adaptación de los inversores en criptomonedas al nuevo marco regulatorio. La Agencia Tributaria, por su parte, advierte claramente: ya no hay margen para confiarse o apostar por la opacidad. La transparencia y el rigor fiscal serán las claves para evitar multas y complicaciones legales en esta campaña que promete marcar un antes y un después en la fiscalización de las criptomonedas en España.
