Kiyosaki: «Bitcoin es mi refugio ante el colapso del dólar»

Robert Kiyosaki, el célebre autor de Padre Rico, Padre Pobre, ha convertido su nombre en sinónimo de advertencias sobre el sistema financiero tradicional y en un firme defensor de activos alternativos como el Bitcoin. En los últimos años, Kiyosaki ha reiterado una y otra vez su creencia de que el dólar estadounidense, junto con otras monedas fiduciarias, está al borde del colapso debido a políticas económicas insostenibles, como la impresión masiva de dinero y el aumento de la deuda nacional en Estados Unidos. Para él, Bitcoin no es solo una inversión especulativa, sino un «refugio seguro» frente a lo que percibe como una crisis financiera inminente.

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La postura de Kiyosaki se basa en su crítica al sistema bancario y a la Reserva Federal (FED), a los que acusa de manipular la economía con «dinero falso». Según él, el dólar está perdiendo valor rápidamente debido a la inflación y a la falta de respaldo tangible, una situación que contrasta con activos como el oro, la plata y, especialmente, Bitcoin, que considera «dinero del pueblo». En publicaciones recientes en redes sociales y entrevistas, ha afirmado: «Cuando guardo dólares falsos me vuelvo más pobre. Cuando guardo Bitcoin, me vuelvo más rico. Por eso amo Bitcoin». Esta declaración encapsula su visión de la criptomoneda como una herramienta para preservar la riqueza en tiempos de incertidumbre.

Kiyosaki no está solo en su percepción del Bitcoin como un escudo contra la devaluación monetaria. El contexto actual, con una deuda nacional de Estados Unidos que supera los 34 billones de dólares y un creciente interés de países como China y Rusia en reducir su dependencia del dólar, respalda parcialmente sus temores. Sin embargo, su predicción de un «colapso total» del dólar ha sido objeto de escepticismo, ya que, aunque la moneda ha perdido poder adquisitivo, sigue siendo la principal reserva mundial. Aun así, Kiyosaki insiste en que eventos como la adopción de criptomonedas por parte de inversores institucionales y la desconfianza en los sistemas tradicionales están impulsando a Bitcoin hacia nuevos horizontes, proyectando precios que oscilan entre los 175.000 y 350.000 dólares para finales de 2025, e incluso hasta un millón en escenarios más extremos.

A diferencia de otros defensores de las criptomonedas, Kiyosaki no ve los recientes productos financieros como los ETF de Bitcoin con buenos ojos. Los califica de «dinero de los banqueros», argumentando que centralizan el control en manos de las instituciones que él tanto critica, y prefiere la compra directa de BTC para mantener su esencia descentralizada. «Si el precio de Bitcoin cae, llenaré el camión y compraré más», ha dicho, mostrando su convicción de que las caídas son oportunidades de compra y no señales de debilidad.

Sin embargo, sus detractores señalan que sus predicciones catastrofistas no siempre se han cumplido y que su entusiasmo por Bitcoin podría ser más una estrategia de autopromoción que un análisis riguroso. A pesar de ello, su mensaje resuena con un público que desconfía del establishment financiero. Para Kiyosaki, Bitcoin no es solo una apuesta económica, sino una filosofía: un medio para escapar de un sistema que, según él, está diseñado para beneficiar a los ricos y castigar a los ahorradores. Mientras el dólar siga tambaleándose bajo presiones económicas globales, su grito de «Bitcoin es mi refugio» seguirá ecoando, inspirando tanto admiración como debate.