China evalúa autorizar stablecoins respaldadas por yuanes, en un giro estratégico que busca internacionalizar su moneda y competir con el dólar. El Consejo de Estado revisará una hoja de ruta clave este mes.
Tras años de restricciones severas a los activos digitales, incluida la prohibición del comercio y la minería de Bitcoin y criptomonedas en 2021, China podría estar a punto de dar un giro histórico.
Según fuentes citadas por Reuters, el Consejo de Estado revisará este mes una hoja de ruta que contempla por primera vez la autorización de stablecoins respaldadas por yuanes. Este movimiento no solo redefine la postura del país hacia las criptomonedas, sino que también revela una ambición geoeconómica clara: convertir el yuan en una moneda global competitiva frente al dominio del dólar estadounidense.
El plan, según las fuentes, include objetivos concretos para el uso del yuan en mercados internacionales, asignación de responsabilidades regulatorias a agencias nacionales y pautas específicas para prevenir riesgos en flujos transfronterizos y procesos de convertibilidad.
Opera stablecoins sin fricción desde Bit2MeEn paralelo, se espera una sesión de estudio de alto nivel a finales de agosto, donde se definirá el tono político y los límites de aplicación de estas nuevas herramientas digitales. Con Hong Kong y Shanghái como posibles laboratorios regulatorios, el proyecto podría marcar el inicio de una nueva etapa en la política monetaria china, con implicaciones que trascienden el ámbito cripto y se proyectan sobre el tablero financiero global.
De la prohibición al diseño estratégico: el giro sorpresivo de China
La evolución de la política china hacia los activos digitales ha sido marcada por una narrativa de control y contención. En 2021, el país impuso una prohibición total al comercio y la minería de criptomonedas, citando preocupaciones sobre la estabilidad financiera y el consumo enérgico.
Sin embargo, el contexto global ha cambiado. Estados Unidos ha avanzado en la regulación de stablecoins bajo la administración Trump y la Ley GENIUS, consolidando un marco legal que permite su uso en pagos, comercio y servicios financieros. Este desarrollo ha generado presión geopolítica sobre China, que ahora busca ponerse al día y posicionar al yuan como alternativa viable en el ecosistema digital.
La hoja de ruta que será revisada por el Consejo de Estado este mes representa un cambio de paradigma. Por primera vez, se contempla la autorización de stablecoins respaldadas por yuanes, con objetivos explícitos de internacionalización monetaria. El documento incluye directrices para asignar responsabilidades regulatorias entre agencias como el Banco Popular de China, la Comisión Reguladora de Valores y el Ministerio de Comercio. Además, establece pautas para la prevención de riesgos, especialmente en lo que respecta a flujos transfronterizos y convertibilidad, dos aspectos clave para mantener el control sobre la cuenta de capital.
No obstante, este enfoque no implica una apertura total al ecosistema cripto, sino una estrategia de diseño institucional que busca aprovechar las ventajas de las stablecoins sin comprometer la soberanía financiera.
En lugar de competir con Bitcoin o Ethereum, China apunta a crear una infraestructura digital que refuerce el uso del yuan en transacciones internacionales, comercio bilateral y acuerdos multilaterales. Por ello, la narrativa oficial se centra en la utilidad, la eficiencia y la proyección global del sistema financiero chino, más que en la especulación o la innovación descentralizada.
Crea tu cuenta gratuita y gestiona stablecoins hoyStablecoins como herramienta geoeconómica: el yuan frente al dólar
La motivación detrás del giro del gobierno chino no es meramente tecnológica, sino geoeconómica. Según datos de SWIFT, el yuan representa apenas el 2,88% de los pagos globales, mientras que el dólar domina con un 47,19%. Esta brecha refleja no solo la hegemonía histórica del dólar, sino también la falta de convertibilidad plena del yuan y su limitada presencia en acuerdos comerciales internacionales.
Las stablecoins respaldadas por yuanes se presentan como una solución intermedia, que pueden permitir ampliar el uso de la moneda soberana de China sin abrir completamente la cuenta de capital, manteniendo el control sobre los flujos financieros.
En este contexto, las stablecoins son vistas como instrumentos estratégicos para facilitar pagos internacionales, reducir costos de transacción y fortalecer la presencia del yuan en plataformas digitales. El plan contempla la creación de protocolos de emisión, custodia y liquidación que garanticen la trazabilidad y la interoperabilidad con sistemas financieros existentes. Además, se estudia la posibilidad de integrar estas stablecoins en acuerdos bilaterales con países donde China ya tiene una presencia comercial significativa.
La sesión de estudio de alto nivel prevista para finales de agosto será clave para definir el tono político del proyecto. Se espera que los líderes del país establezcan límites claros sobre el uso de stablecoins en negocios, comercio internacional y servicios financieros.
Asimismo, Hong Kong y Shanghái podrían liderar los pilotos regulatorios, aprovechando sus marcos legales más flexibles y su experiencia en innovación financiera. Aunque el mercado de las stablecoins está dominado por el dólar, conviene recordar que Hong Kong puso en marcha un nuevo régimen de licencias de stablecoins a principios de este mes, que podría ayudar a acelerar la adopción de infraestructuras financieras basadas en blockchain, con implicaciones para bancos centrales, instituciones multilaterales y actores del sector privado.
Bit2Me: tu acceso a las principales monedas digitalesEn términos narrativos, la reciente propuesta de China representa una evolución de su discurso sobre los activos digitales, de la prohibición a la integración estratégica. Tal parece que la visión ya no es defensiva, sino proactiva, con un énfasis en la utilidad, la eficiencia y la proyección internacional. Si bien aún quedan definiciones y desafíos clave por resolver, el hecho de que el Consejo de Estado esté considerando esta hoja de ruta basada en stablecoins marca un punto de inflexión para el mercado.