Guatemala se mantiene al margen de las criptomonedas mientras que Estados Unidos las está incorporando activamente a su estrategia para dominar la industria tecnológica. En este artículo, analizamos las diferentes posturas ante el auge del dinero digital.
Sin duda, la tecnología blockchain está redefiniendo el panorama financiero global. Sin embargo, no todos los países están abordando esta revolución con la misma estrategia. Mientras que algunas naciones buscan liderar la innovación en este sector a través de las criptomonedas y los activos digitales, otras prefieren mantener un enfoque más conservador.
Este es el caso de Guatemala y Estados Unidos, dos países que, recientemente, han adoptado posturas completamente opuestas con respecto a las nuevas formas de dinero digital, entre ellas las criptomonedas y las CBDC, creando un interesante contraste que refleja la diversidad de enfoques en la economía 2.0.
Guatemala elige un enfoque cauto y distante hacia las criptomonedas
A principios de esta semana, el Banco Central de Guatemala dejó muy en claro que las criptomonedas no son activos legales en el país y que su postura está a favor de las monedas digitales de los bancos, las CBDC.
Así, aunque la nación ha tenido una apertura considerable a las criptomonedas en los últimos años, su banco central no las considera ni reconoce como un medio de pago legal en el país.
En declaraciones oficiales, el presidente del Banco de Guatemala, Álvaro González Ricci, reafirmó que los criptoactivos se encuentran fuera de su radar regulatorio, argumentando una falta de control y una preocupación constante por la volatilidad de estos activos digitales en el mercado. Los expertos afirmaron que la postura del banco central refleja una estrategia cautelosa, en la que prefiere mantener el control sobre la política monetaria y evitar la incertidumbre que, a su juicio, conlleva la adopción de criptomonedas descentralizadas.
Además, el Banco de Guatemala ha reconocido el avance de las CBDC en el mundo, sugiriendo que este tipo de monedas digitales son una buena opción para la economía del país. Así, aunque la institución no ha anunciado planes de avanzar con la creación de una moneda digital propia, su reconocimiento de las CBDC muestra un interés en la tecnología blockchain subyacente, pero en una vertiente controlada y centralizada.
En este planteamiento se puede ver que la principal prioridad del banco central es mantener el marco tradicional de las finanzas, evitando las monedas digitales descentralizadas que podrían desafiar el control de la política monetaria. Así, Guatemala se mantiene al margen de la ola digital, observando desde la distancia cómo otros países exploran las oportunidades y desafíos de las criptomonedas.
Estados Unidos apuesta por el liderazgo global en la era cripto
La postura actual de Estados Unidos contrasta fuertemente con la de Guatemala. En lugar de rechazar las criptomonedas, el gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, ha optado por una estrategia activa que busca posicionar al país como líder en la industria cripto. Un elemento clave de esta estrategia es el apoyo a las criptomonedas descentralizadas, como Bitcoin, y a las stablecoins ancladas al dólar. Estas monedas digitales, cuyo valor está vinculado al dólar estadounidense, son vistas como un instrumento que puede fortalecer la moneda nacional y mantener su hegemonía en el sistema financiero global.
Además, Estados Unidos ha mostrado una fuerte resistencia frente a la idea de crear una CBDC. Contrario a lo que hacen otros países en el mundo, las autoridades estadounidenses han expresado su preocupación por los riesgos que podría acarrear una CBDC, incluyendo la posible vulneración de la privacidad y una excesiva concentración de poder en manos del gobierno.
La postura del gobierno estadounidense refleja una preferencia por un mercado descentralizado y una fuerte apuesta en la innovación impulsada por el sector privado. De hecho, al mismo tiempo que rechaza las CBDC, Estados Unidos está promoviendo un marco regulatorio que fomente el desarrollo de la industria cripto, buscando aprovechar todo su potencial económico y tecnológico. De esta manera, Estados Unidos no solo acepta el auge del dinero digital, sino que busca liderarlo.
El 23 de enero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que marcó un punto de inflexión en la estrategia digital de Estados Unidos. Con esta medida, la administración de Trump busca consolidar el liderazgo tecnológico de la nación, instando a las agencias federales a investigar y evaluar los riesgos y beneficios de la tecnología blockchain y los activos digitales.
La firma de esta orden ejecutiva es una clara intención de no quedar relegados en medio de la creciente adopción de criptomonedas a nivel global. Los lineamientos establecidos en la misma preparan el terreno para futuras acciones políticas y regulatorias que pudieran capitalizar el potencial de las criptomonedas y consolidar el dominio financiero y tecnológico de Estados Unidos en el futuro.
Las posibles consecuencias para Guatemala
Las diferentes posturas adoptadas por Guatemala y Estados Unidos reflejan dos visiones muy distintas sobre el papel del dinero digital en la economía global.
Por un lado, Guatemala, al optar por un enfoque cauteloso, busca proteger su economía de los riesgos asociados con la volatilidad y la falta de regulación en el espacio cripto. Este enfoque puede ofrecer estabilidad a corto plazo, pero también podría llevar a perderse las oportunidades que ofrece la innovación financiera y el liderazgo del sector tecnológico.
Por otro lado, Estados Unidos, con su estrategia proactiva, busca liderar la revolución digital, atrayendo inversiones y creando un entorno favorable para el desarrollo de nuevas tecnologías.