Ethereum en 2026: La red integrará pruebas ZK y procesamiento paralelo para escalar a miles de TPS

Ethereum se prepara para una transformación radical en 2026. Descubre cómo la implementación de pruebas de conocimiento cero (ZK) y el procesamiento paralelo multiplicarán su escalabilidad, seguridad e interoperabilidad.

A medida que nos acercamos al cierre del año, la mirada de inversores, desarrolladores y entusiastas del ecosistema cripto se dirige inevitablemente hacia el horizonte. Si bien el presente de Ethereum es sólido, su futuro inmediato promete una reingeniería técnica sin precedentes. 

La red líder de contratos inteligentes se encuentra a las puertas de una metamorfosis que, para 2026, pretende resolver su desafío histórico más persistente: la escalabilidad masiva sin sacrificar la descentralización.

Actualmente, la capa base de Ethereum opera bajo limitaciones de procesamiento conocidas, gestionando unas pocas decenas de transacciones por segundo (TPS). Sin embargo, bajo la superficie, la maquinaria de desarrollo liderada por Vitalik Buterin y figuras clave como el investigador Justin Drake, está finalizando los detalles de una hoja de ruta agresiva. El objetivo es transformar a Ethereum en una infraestructura capaz de procesar miles de operaciones simultáneas, convirtiéndola en la red más rápida, segura y eficiente del entorno Web3.

La revolución de ‘Glamsterdam’: Paralelismo y Pruebas ZK

El calendario técnico de Ethereum marca en rojo el año 2026 para el despliegue del hard fork denominado Glamsterdam. Esta actualización representa un punto de inflexión técnico, comparable en magnitud al histórico paso al Proof of Stake, con The Merge. La ambición central de Glamsterdam es aumentar drásticamente el «límite de gas» —el combustible que permite las operaciones en la red— pasando de los actuales 60 millones con objetivos a unos 180 millones.

Ademas, para aumentar sus niveles de escalabilidad sin colapsar la red, Ethereum implementará el procesamiento paralelo.

En términos sencillos, el procesamiento paralelo permitirá que las transacciones se ejecuten al mismo tiempo, en lugar de una detrás de otra, como ocurre actualmente. Este cambio reducirá los tiempos de espera y hará que Ethereum funcione con mayor eficiencia. No obstante, para mantener su carácter descentralizado, parte de los validadores deberán adoptar un nuevo sistema de verificación basado en las llamadas pruebas de conocimiento cero (ZK).

Esta tecnología permite confirmar que las operaciones dentro de un bloque son válidas sin necesidad de revisarlas una por una. De esa forma, los validadores podrán comprobar la información con menos esfuerzo computacional. 

Según el investigador Justin Drake, cerca del 10% de los validadores comenzarán a usar este método durante 2026, allanando el camino para ampliar el límite de gas.

Además, la actualización Glamsterdam integrará ePBS, un nuevo sistema que elimina sanciones por retrasos en la validación. Esto resulta clave, ya que las pruebas ZK requieren más tiempo para completarse y propagarse por la red. Con ePBS, los validadores dispondrán de un margen mayor para certificar los bloques, lo que facilitará la adopción del nuevo modelo.

Hacia finales de 2026, otro hard fork, denominado Heze-Bogotá, se enfocará en reforzar la privacidad y la resistencia a la censura de la red. Con ello, Ethereum no solo mejorará su velocidad y capacidad, sino que también fortalecerá su descentralización, preparándose para afrontar los desafíos de la próxima generación de aplicaciones en blockchain.

El camino hacia una validación más ligera y descentralizada

La adopción de las pruebas de conocimiento cero en Ethereum avanzará paso a paso. En la llamada Fase Cero, solo algunos entusiastas y equipos de investigación están dispuestos a asumir el costo de validar pruebas en tiempo real. La siguiente etapa, prevista para 2026, estima que cerca del diez por ciento de los validadores adopten este sistema. Más adelante, en 2027, las pruebas ZK pasarán a ser una obligación para los productores de bloques, dando paso a la integración de los zkEVMs como nuevo estándar de ejecución en la red.

Con el tiempo, esta tecnología promete cambiar por completo la forma en que se validan las transacciones en Ethereum. Su principal atractivo es que reduce considerablemente los requisitos de hardware para los validadores. Hoy se necesita un ordenador de alto rendimiento para procesar todas las transacciones, pero con las pruebas ZK basta con confirmar una verificación matemática que garantiza la validez del bloque. Esto significa que incluso desde un teléfono móvil o un reloj inteligente sería posible participar en el proceso de validación, abriendo la puerta a una red más inclusiva y al alcance de cualquier usuario.

A la par de estos avances, los progresos técnicos del sector están llamando la atención. Equipos como ZKsync han logrado generar pruebas en tiempo real utilizando apenas dos tarjetas gráficas de consumo doméstico. Otros proyectos, con configuraciones más potentes, han reducido los tiempos de verificación a menos de ocho segundos. Aunque aún quedan desafíos en materia de seguridad y diversidad de probadores, los resultados apuntan a que Ethereum podría alcanzar un nuevo nivel de escalabilidad sin perder su espíritu descentralizado.

Finalmente, este modelo redefinirá cómo se distribuyen las tareas dentro de la red. Los productores de bloques y los probadores ZK manejarán las operaciones más complejas, mientras que los validadores se encargarán de funciones más ligeras. De esta manera, la red se volverá más eficiente y aprovecha mejor sus recursos, fortaleciendo su rendimiento y garantizando la participación de una comunidad más amplia.

Un 2026 decisivo para Ethereum

El 2026 se perfila como un año decisivo para Ethereum. Con la llegada del hard fork Glamsterdam, la integración de pruebas ZK y el desarrollo de nuevas capas de interoperabilidad, la red se prepara para una etapa clave en su evolución. Si los plazos avanzan según lo previsto, Ethereum podría consolidarse como una de las infraestructuras más seguras y escalables del ecosistema cripto.

En términos simples, las pruebas ZK y el procesamiento paralelo permitirán que la red procese más transacciones en menos tiempo, reforzando la eficiencia de la capa principal. A la vez, las mejoras en interoperabilidad harán que las distintas soluciones de segunda capa trabajen mejor entre sí, reduciendo los costos y evitando la fragmentación de liquidez. Como resultado, los usuarios experimentarán una red más rápida, mientras que los desarrolladores y empresas encontrarán un entorno más estable para construir nuevas aplicaciones basadas en blockchain.

Finalmente, Ethereum busca avanzar hacia una red más inclusiva y resistente frente a los cambios del mercado. Detrás de este paso se encuentra el trabajo colaborativo de la comunidad liderada por Vitalik Buterin, que continúa impulsando la descentralización como valor central y motor de innovación dentro del ecosistema cripto.