Chat GPT, Dall-e o Stable Difusion, en los últimos meses todo el mundo está hablando de las inteligencias artificiales y de lo que son capaces de hacer.
Para unos son una herramienta que nos ayudará a trabajar de forma más eficiente. Para otros, suponen una amenaza y temen que suplanten a los trabajadores.
Sea como sea, lo que parece claro es que la Inteligencia Artificial ha dado un paso de gigante en los últimos años, siendo cada vez más eficientes en sus campos, ya sea creando imágenes, respondiendo a preguntas o realizando tareas por nosotros.
Al final, la pregunta que de verdad importa es: ¿estamos preparados para afrontar la revolución de la IA?
Esta es una de las preguntas que intentó responder Rodrigo Taramona, creador de contenido y especialista en tecnología, en nuestro podcast Las voces de Satoshi.
Para Rodrigo uno de los problemas más delicados será cómo combinar las diferentes tecnologías.
Por ejemplo, un desafío al que nos tendremos que enfrentar será cómo combinar la inteligencia artificial con el IoT (internet of things o internet de las cosas) y cómo afrontar que diferentes dispositivos se conecten permanentemente a Internet y extraigan datos en todo momento.
Otro desafío que plantea la Inteligencia Artificial llega con los derechos de autor. Por ejemplo, algunas galerías de arte han llegado a acuerdos con Stable Difusion para compartir sus obras. Sin embargo, no se ha informado a los autores…
¿Hasta qué punto las inteligencias artificiales respetan los derechos de autor? En su opinión, la reproducción infinita de activos digitales a coste, es algo inevitable en Internet y que, aunque se trate de evitar es como poner puertas al campo.
Otro desafío será la forma en la que los estudiantes y profesionales se adaptarán a la presencia de la IA en su día a día.
Se trata de una revolución, a la altura de la llegada de las cámaras digitales, que obligará a los usuarios a adaptarse y aprovechar todos los beneficios que este tipo de herramientas aportan.
Por otra parte, otro desafío al que nos tenemos que enfrentar son los sesgos que la IA tiene a la hora de aprender y que, en su mayor parte, son culpa nuestra.
Finalmente, el ser humano tendrá que encajar las IA en el mundo laboral. Si bien estas herramientas nos pueden liberar de las partes más pesadas o peligrosas de nuestro trabajo, hemos de ser capaces de saber cómo afrontar (económicamente) este desafío.
¿Estamos preparados para afrontar la revolución de la IA? En parte sí y en parte no, porque la tecnología va muy por delante de lo que somos capaces de concebir.