El Grupo de Acción Financiera Internacional, también conocido como GAFI, está volteando su mirada hacia la gran popularidad que tienen los NFT actualmente. El regulador está haciendo pequeños ajustes en sus términos que señalan en dirección de los tokens no fungibles. 

El GAFI ha publicado un borrador de su guía de orientación, en donde explica su enfoque hacia los riesgos que representan las criptomonedas y los activos digitales para los usuarios, consumidores e inversores. Este documento señala los estándares del GAFI contra el lavado de dinero (AML) y la lucha contra el financiamiento del terrorismo a través de los activos virtuales (VA) y los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP). 

La guía de orientación, que fue publicada en 2019, está sujeta a modificación desde mediados de 2020, como lo establece su informe de revisión de 12 meses, para actualizar varios términos y definiciones relacionados con sus 6 áreas principales. Según el borrador del documento, la guía del GAFI se está interesando también en lo que son las finanzas descentralizadas (DeFi) y los tokens no fungibles (NFT), apuntando en dirección de estos sectores del criptoespacio. 

Las DeFi, que le permiten a los usuarios realizar transacciones de cualquier volumen sin intermediarios, y por tanto, de forma privada y anónima, están en la mira de los reguladores por su forma de funcionar. Mientras que los NFT están despertando el interés por el rápido crecimiento de estos espacios en la actualidad, que ya albergan unos 550 millones en volumen negociado al mes y unos 10 millones al día según los datos de DappRadar

Los tokens no fungibles o NFT ahora son la nueva sensación en el mundo criptográfico. Desde mediados del año pasado, despertó en la sociedad un nuevo frenesí por esta clase de activos digitales. Sus cualidades atrajeron a varios creadores que vieron un potencial único para lanzar toda clase de coleccionables; desde los CryptoPunks y los CryptoKitties, los primeros coleccionables de NFT exitosos. Luego, su utilidad fue adquiriendo mayor popularidad hasta capturar la atención de artistas, músicos, celebridades, cadenas de televisión y restaurantes, casas de subastas, y muchas otras empresas más, que han lanzando toda clase de productos tokenizados en blockchain

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Nuevas definiciones del GAFI

En el borrador de la guía, el GAFI señala que no pretende regular a los usuarios individuales  que no actúan como empresa de servicios VASP; aunque si reconoce que dichos usuarios pueden estar sujetos a obligaciones de cumplimiento de conformidad con el marco de sanciones o de aplicación de la ley. Del mismo modo, el GAFI señala que no pretende captar o regular los tipos de artículos de circuito cerrado que son intransferibles, no intercambiables y no fungibles, como los NFT, pero que al igual que los usuarios particulares, este tipo de tokens podrían estar sujetos a obligaciones de cumplimiento y a la aplicación de la ley. 

Hasta el momento, el GAFI no ha publicado una definición clara sobre lo que son los NFT, o cómo estos tokens encajan en las normativas vigentes. No obstante, ya comienza hacer mención sobre ellos en su borrador. 

Siân Jones, socio senior de la firma XReg Consulting, señala que los NFT, como activos convertibles e intercambiables por cripto o fiat siempre ha estado dentro del alcance del GAFI. También, la firma de análisis forense en blockchain, CipherTrace, indica que a los ojos del GAFI, los NFT pueden usarse como activos digitales que favorecen el lavado del dinero, por lo que es bastante probable una regulación. 

“Algunos tokens no fungibles (NFT) que inicialmente no parecen constituir AV pueden de hecho ser AV debido a mercados secundarios que permiten la transferencia o intercambio de valor o facilitan el lavado de dinero”.

Aplicable a propietarios y empresas de DeFi

Respecto a los VA y VASP, el GAFI señala que la intención es la de captar todo tipo de actividades y funciones financieras específicas, como transferencias, intercambios, custodia, administración, emisión, entre otros de activos digitales fungibles, ya sea de cripto a cripto, o de cripto a fíat. En el caso de las DeFi, el organismo aclara que el software con el que funcionan los protocolos no pueden regularse bajo sus normativa, pero si a las propietarios o empresas que presten u ofrezcan estos servicios. 

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