La Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) continúa consolidando su papel como referente en el mundo financiero digital, con una propuesta que apunta a modernizar la regulación bancaria respecto a los criptoactivos.
El pasado 8 de septiembre, la HKMA presentó el borrador CRP-1, un documento clave que plantea cómo los bancos deben clasificar y gestionar los criptoactivos para calcular el capital necesario, un paso fundamental para medir riesgos y proteger la estabilidad financiera.
Este nuevo módulo regulatorio busca alinear las normas locales con los estándares internacionales del Comité de Basilea, dando claridad y precisión a un tema complejo y en constante evolución. La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia que Hong Kong ha venido impulsando para crear un ecosistema financiero digital robusto, seguro y competitivo.
En este sentido, el CRP-1 se suma a otras medidas recientes de la HKMA, como la implementación de un régimen para licencias de emisores de stablecoins, que demuestran el compromiso de la ciudad por equilibrar innovación y regulación. Con estas acciones, Hong Kong se posiciona como un centro financiero dinámico, capaz de atraer inversión y talento en el ámbito cripto, sin sacrificar la transparencia ni la solidez del sistema.
Opera con confianza: Bit2Me te conecta al futuro financieroCRP-1: nuevo lenguaje regulatorio que conecta bancos con criptoactivos en Hong Kong
El CRP-1 es un nuevo marco regulatorio que busca traducir el lenguaje cripto a un formato que los bancos pueden entender y aplicar de forma clara y práctica.
Propuesto por el Banco Central de Hong Kong (HKMA), este módulo forma parte del Manual de Política de Supervisión Bancaria y se propone flexibilizar los requisitos de capital para las entidades financieras que manejan activos digitales, especialmente aquellos emitidos en redes blockchain públicas sin autorización. Esto significa que, mientras los bancos sigan buenas prácticas de gestión, podrán ajustar el capital que necesitan reservar según el riesgo real de sus inversiones en criptomonedas, alineándose con los estándares internacionales de Basilea que entrarán en vigor en 2026.
Im Wesentlichen die CRP-1 ofrece una clasificación precisa de los criptoactivos para que las instituciones financieras tengan claridad y confianza al ampliar su participación en el mundo cripto de forma supervisada y ordenada.
Hong Kong busca con esta iniciativa crear un ambiente regulatorio que fomente la innovación sin comprometer la estabilidad financiera. Esto contrasta con otras regiones, como Estados Unidos, donde las normas para activos digitales se mantienen más restrictivas hasta la fecha, a pesar de los avances del gobierno actual en materia. Además, la propuesta de Hong Kong está abierta a consulta pública, mostrando la intención de las autoridades por mantener un diálogo abierto con los participantes de la industria cripto y adaptarse a este mercado, que cambia y evoluciona rápidamente.
Más que un simple ajuste técnico, el CRP-1 es una puerta abierta hacia una integración responsable y moderna de los criptoactivos en el sistema bancario tradicional, reduciendo las incertidumbres que han frenado la entrada institucional y apuntalando un futuro donde la regulación y la innovación no solo coexisten, sino que se potencian mutuamente.
Bit2Me abre una puerta segura a los criptoactivosUna estrategia integral: del régimen de stablecoins al ecosistema bancario
Desde principios de año, Hong Kong ha venido construyendo una hoja de ruta destinada a consolidar su posición en el ámbito de los activos digitales.
En agosto, la región dio un paso importante al establecer un marco regulatorio para las stablecoins, que incluye la exigencia de licencias para los emisores junto con protocolos rigurosos para la gestión y separación de los activos. Esta medida fue valorada positivamente por referentes del sector como Chainalysis, quienes destacaron el papel fundamental de las stablecoins para facilitar pagos y liquidaciones internacionales.
Con la reciente propuesta regulatoria bancaria CRP-1, que busca conectar la emisión controlada de activos digitales dentro del sistema bancario tradicional, Hong Kong establece un enfoque integral que lo diferencia del modelo adoptado en China continental, donde las políticas han sido mucho más restrictivas.
La incorporación del CRP-1 en el Manual de Política de Supervisión Bancaria orienta a las entidades financieras y transmite un mensaje firme al mercado: los activos digitales son reconocidos como componentes legítimos dentro de la arquitectura financiera local.
En este escenario, la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) juega un papel clave como impulsora de esta nueva etapa, en la que la banca y las criptomonedas se consideran elementos complementarios de un ecosistema común. La consulta pública sobre el CRP-1 permitirá afinar aspectos técnicos, mientras que el objetivo general de Hong Kong permanece claro: liderar el desarrollo del futuro financiero digital, avanzando con reglas definidas, diálogo transparente y una visión estratégica a largo plazo.
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