En el mundo de las criptomonedas, pocas historias han captado la atención global como la de James Howells, un ingeniero informático de Newport, Gales, que se ha convertido en el protagonista de una odisea tan trágica como fascinante. Todo comenzó en 2013, cuando, durante una limpieza rutinaria, Howells arrojó por error a la basura un disco duro que contenía las claves privadas de 8.000 bitcoins que había minado en 2009, en los albores de esta criptomoneda. En aquel entonces, el valor de esos bitcoins era insignificante, apenas unos miles de euros. Sin embargo, con el paso de los años y la explosión del valor del bitcoin, ese pequeño dispositivo perdido en un vertedero municipal se ha transformado en un tesoro valorado hoy en aproximadamente 783 millones de euros (a marzo de 2025), convirtiendo esta anécdota en la historia viral del año.
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Howells fue uno de los pioneros en adoptar el bitcoin, minándolo en su ordenador personal cuando pocos creían en su potencial. En 2009, el proceso era rudimentario y accesible, y en solo una semana logró acumular 7.500 bitcoins (aunque él asegura que son 8.000). Tras guardarlos en un disco duro, el dispositivo quedó olvidado hasta que, por un descuido —atribuido en parte a su expareja, según algunas versiones—, terminó en un cubo de basura y, posteriormente, en el vertedero de Newport. Cuando Howells se dio cuenta del error, el bitcoin ya comenzaba a ganar tracción, y su valor ascendía rápidamente. Lo que empezó como una pérdida de unos pocos miles de euros se convirtió en una fortuna inalcanzable sepultada bajo toneladas de desechos.
Desde entonces, Howells ha dedicado más de una década a intentar recuperar su tesoro. El vertedero de Newport, un terreno de unas 110.000 toneladas de basura, se ha convertido en el epicentro de su obsesión. Ha propuesto planes ambiciosos, como una excavación multimillonaria financiada por inversores, con un equipo de expertos que incluye especialistas en recuperación de datos (uno de ellos vinculado a la NASA), gestión de residuos e incluso inteligencia artificial para optimizar la búsqueda. Ha ofrecido al ayuntamiento local hasta un 25% de los beneficios —decenas de millones de euros— para proyectos comunitarios, pero las autoridades han rechazado sistemáticamente sus solicitudes, argumentando riesgos medioambientales y la improbabilidad de encontrar el disco en un lugar tan vasto.
COMPRA BITCOINLa historia tomó un giro legal en 2024, cuando Howells demandó al Ayuntamiento de Newport por casi 600 millones de euros en daños, basándose en el valor máximo que alcanzaron sus bitcoins ese año. Sin embargo, en enero de 2025, un juez del Tribunal Comercial de Gales desestimó el caso, dictaminando que no había «posibilidades realistas» de éxito. A pesar de este revés, Howells no se rinde. Ha explorado opciones como comprar el vertedero entero o apelar la decisión con ayuda de inteligencia artificial, que utiliza para preparar su defensa ante el Tribunal de Apelación. «Esto es mi trabajo ahora», afirmó en una entrevista reciente con la BBC, subrayando su determinación.
