
Su nombre es James Howells, protagonista de una singular historia que involucra a las criptomonedas. Desde el año 2017, se sabe que mantiene una exigencia legal contra un vertedero de basura en Newport, en Gales. El hombre es de nacionalidad británica y desea recuperar un disco duro en el cual almacenó Bitcoins, pero que luego desechó sin querer. Él insiste en que su disco duro está en el vertedero, pero las autoridades nunca le han dado permiso de buscarlo.
¿Cuándo es que James Howells extravió su disco duro? Lo arrojó a la basura, por equivocación, en el 2013. Al parecer, ha hecho gran cantidad de intentos por recuperarlo, pero en 2017 es cuando establece una demanda legal al quejarse de que el ayuntamiento no le ha dado la oportunidad de buscar entre los montículos de basura. Las autoridades mantienen un estricto control sobre los vertederos de basura, ya que no desean que la gente entre a hurgar, a la vez que la normativa sanitaria es radical.
PREPARA TU WALLETJames Howells demoró cuatro meses en solicitar el permiso para buscar su disco duro
Estamos hablando del año 2013. Al parecer, Howells tardó en darse cuenta de que había extraviado su disco duro, hasta que finalmente se percató de que sin querer lo había colocado entre los desperdicios, junto con otros objetos y piezas tecnológicas desactualizadas. Es así como cuatro meses después de haber perdido la unidad de almacenamiento, se presentó ante las autoridades de Newport pidiendo permiso para buscar su dispositivo. ¡Pero dijeron que no!
¿Por qué la negativa? El ayuntamiento sí permite buscar objetos arrojados en los botaderos de desperdicios, pero esta solicitud debe hacerse con inmediatez. Por cada semana que transcurre, se acumulan toneladas y toneladas de basura, haciendo imposible hallar algo bajo las capas de desperdicios. Para rescatar el disco duro de James Howells es obligatorio mover varios metros de basura esparcidos en capas, lo cual implicaría un peligro. Al desplazar tanta basura, se exponen gérmenes y contaminación. De hecho, existe una normativa sanitaria que impide mover capas de basura acumulada.
Esta prerrogativa sanitaria se hizo más estricta luego de la pandemia. Para buscar algo que lleva tanto tiempo en un vertedero de basura, se necesita un permiso especial. A su vez, las autoridades locales tendrían que implementar un cordón sanitario, junto con una jornada de vacunación para quienes trabajen en la labor de desenterrar algo bajo toneladas de desperdicios. Todo este proceso no se justifica para buscar un disco duro, aun cuando James Howells asegure que hay una fortuna enterrada en ese vertedero de la localidad de Newport.
James Howells ofreció una recompensa en Bitcoins
En 2017, Howells pasó de hacer una “solicitud” a realizar una demanda. Insiste en que le están negando el derecho a recuperar sus Bitcoins. A esto se adiciona que, año tras año, el Bitcoin ha multiplicado su valor. Por ende, el disco duro enterrado entre la basura es una verdadera fortuna, por la cual James Howells está decidido a seguir batallando.
Desesperado, ante las constantes negativas del ayuntamiento, Howells prometió una recompensa en Bitcoins. Le ofreció a las autoridades un porcentaje de los Bitcoins almacenados en su disco duro (el 10% de los Bitcoins), pero para su mala suerte, el ayuntamiento de Newport dictaminó que ese ofrecimiento era un “soborno”, un intento por obligar a una institución a incumplir las leyes. Esto hizo que Howells recibiese una acusación por delito de soborno, la cual ha complicado su circunstancia legal.
Patrocinadores y buscadores de tesoros
No se puede negar que James Howells es insistente y creativo. Hizo una campaña para que aceptaran su petición. Ha prometido hacerse cargo de todos los gastos y trabajos necesarios para desenterrar su disco duro y hasta tiene un equipo de “cazadores de tesoros” que lo acompañan, quienes literalmente están dispuestos a sumergirse en la basura. Howells ha prometido pagarles a todos, pero dará una recompensa extra a quien extraiga su disco duro de entre los desperdicios. Esto ha hecho que muchos “voluntarios” se unan a su causa, ofreciéndose para desenterrar el tesoro.
Pero, como ya hemos dicho, el asunto ya ha pasado a tribunales. El juez Keyser KC es quien lleva el caso y ha descrito la petición de James Howells como irreal. Se dice que lo más probable es que el disco duro ya esté inservible. Fue lanzado al vertedero desde el año 2013, por lo que ya acumula más de una década bajo el peso de mucha basura. Además, la lluvia percola las capas de desperdicios y forma espacios de agua en los estratos bajos del vertedero, haciendo que cualquier dispositivo electrónico se dañe. Así que el juez no piensa dar permiso de excavación para un aparato que lo más probable es que ya esté inservible.
700 millones de euros enterrados bajo la basura
¡Es la cantidad de dinero que James Howells calcula para los Bitcoins que tenía en el disco duro! No hay que olvidar que esta criptomoneda ha incrementado su cotización año tras año. ¿Cuánto costaba el Bitcoin en 2013? En ese año (cuando Howells lanzó su disco duro a la basura) el Bitcoin oscilaba entre los 130 y 100 dólares. En diciembre de 2024, el Bitcoin supera la cifra de los 100.000 dólares, para luego descender a unos 83.000 dólares a inicios de 2025. Con sus altibajos, esta criptodivisa siempre ha tendido al alza año tras año.
Lo cierto es que James Howells ha tenido una nueva ocurrencia: ofreció comprar el vertedero de basura. Ha contactado a financistas y bancos que están dispuestos a reunir el dinero para comprar el vertedero. Howells calcula que los 700 millones de euros le alcanzan para pagar los préstamos, subsidiar los trabajos para desenterrar el disco duro y aun así, le quedaría una buena fortuna. Así que ya hizo la oferta ante el ayuntamiento de Newport.
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Pero, el gobierno de Gales ya ha dicho que el ayuntamiento no puede vender un vertedero de basura. Es una propiedad de utilidad pública, con un uso muy reglamentado. Ya le han repetido a Howells, casi hasta el cansancio, que desenterrar algo que lleva más de diez años bajo capas de basura es peligroso para la salud colectiva. Muchos gérmenes y patógenos quedarían expuestos, lo que sería un problema de salud pública que el ayuntamiento no está dispuesto a desencadenar. Sin embargo, James Howells sigue dispuesto a recuperar su disco duro y tener de nuevo sus Bitcoins para disfrutar de una fortuna que por ahora calcula en 700 millones de euros. ¡Pero, no hay que olvidar que cada año los Bitcoins valen más y más!
La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.