Así es cómo las ballenas compran Ethereum de forma silenciosa: ¿Regresa la confianza en ETH?

Los inversores acumulan $870 millones en ETH mientras la actividad de la red Ethereum alcanza máximos de 5 meses, sugiriendo un cambio estratégico en el mercado.

Durante la última semana, el segundo criptoactivo más grande del mercado había estado cotizando lateralmente, estabilizándose justo por encima de la barrera psicológica de los 4.000 dólares. Pero, esta aparente calma en la superficie oculta un movimiento aún más significativo; una corriente doble de actividad que señala un cambio profundo en la confianza del mercado. 

Mientras el precio de Ethereum se mantiene estable, sobre los 4.200 dólares en la actualidad, los grandes inversores están comprando agresivamente la criptomoneda, y el uso fundamental de esta red blockchain está alcanzando niveles no vistos en cinco meses.

Según expertos, esta desconexión entre el precio de ETH y unos indicadores fundamentales en alza revela una historia de acumulación estratégica. Los datos recientes del mercado muestran cómo el capital inteligente ha estado aprovechando la calma de las últimas semanas para construir posiciones, apostando por el valor a largo plazo de la red, más allá de la volatilidad diaria de ETH. 

Al mismo tiempo, el motor de la red Ethereum muestra signos de aceleración, indicando que la demanda de utilidad real sigue creciendo.

Los grandes inversores reclaman terreno tras la tormenta

Según datos de plataformas de análisis on-chain, el pasado 24 de octubre, las billeteras que controlan entre 100 y 10.000 ETH iniciaron una fase de compra intensiva de ETH. En un corto período, estos inversores, conocidos como «ballenas» y «tiburones», incrementaron sus tenencias en más de 218.000 ETH. A los precios actuales del mercado, esta acumulación representa una inyección de capital superior a los 870 millones de dólares.

De acuerdo a los datos consultados, este mismo grupo de inversores cripto había sido un vendedor neto de ETH a principios de mes. Entre el 5 y el 16 de octubre, estas ballenas vendieron alrededor de 1,36 millones de ETH. Ese período coincidió con uno de los tramos más volátiles del año para los criptoactivos y los activos de riesgo, provocado por el anuncio del presidente Donald Trump de aplicar un arancel del 100% sobre productos tecnológicos de origen chino. 

Como reportó Bit2Me News, las amenazas de Trump desencadenaron una liquidación masiva de más de 19.000 millones de dólares en posiciones apalancadas, que quedó registrada como el mayor evento de liquidación del mercado cripto, en toda su historia. 

Las ballenas vendieron durante el pánico general del mercado. Sin embargo, ahora, con el mercado estabilizado, están recomprando metódicamente el ETH vendido, habiendo recuperado ya casi una sexta parte de sus ventas de principios de octubre. 

Los analistas interpretan esta acción no como una especulación a corto plazo, sino como un posicionamiento estratégico. Están acumulando mientras el precio cotiza sobre niveles clave, una señal de que su confianza en los fundamentos de la criptomoneda supera el miedo a la incertidumbre macroeconómica. La estabilidad del precio de ETH esta semana, que se situó en torno a los 4.200 dólares al cierre de esta edición, parece estar respaldada por esta demanda silenciosa.

La actividad de la red, una señal clara de un nuevo auge

El reciente movimiento de las ballenas, que compran nuevamente el ETH vendido semanas atrás, no ocurre en aislamiento. En realidad, encuentra un sólido respaldo en los datos fundamentales de la propia red Ethereum. 

La plataforma de análisis CryptoQuant informó que la actividad on-chain está experimentando un fuerte impulso. La media móvil de siete días del «Gas Used», una métrica clave que mide la demanda total de espacio en los bloques de la red, ha subido hasta alcanzar los 112K. Este es su nivel más alto desde mayo de 2025.

Los analistas explican que este indicador ha mostrado un crecimiento constante desde junio, cuando se situaba por debajo de 90K, y, un aumento sostenido en el uso del gas es una señal inequívoca de salud del ecosistema. Es decir, significa que hay una demanda creciente de transacciones, una mayor actividad en aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi) y más interacciones con contratos inteligentes. Por tanto, no se trata solo de inversores comprando y reteniendo el activo o haciendo HODLing, sino que se trata de usuarios que pagan por utilizar la infraestructura de la red.

Históricamente, los aumentos sostenidos en el uso del gas de la red, que indican una expansión de la utilidad, a menudo han precedido a las fases alcistas del mercado. Este repunte actual puede estar siendo impulsado por la tracción renovada en los protocolos de rendimiento, el comercio en exchanges descentralizados (DEX) o la integración creciente de soluciones de Layer 2. Si esta tendencia de uso de la red continúa, Ethereum podría estar entrando en un nuevo ciclo de expansión fundamentado en su adopción real, según sugieren los analistas. 

Más allá de la volatilidad: el capital paciente y la adopción anticipan un próximo gran salto

La confluencia de estos dos factores, la acumulación de capital paciente y el aumento del uso de la red, dibuja un panorama de confianza renovada. Sugiere que los stakeholders más grandes de Ethereum están mirando más allá de la volatilidad a corto plazo y de los sobresaltos macroeconómicos. 

El optimismo también se refleja en los mercados de predicción. En la plataforma Polymarket, varios inversores mantienen posiciones que predicen que ETH podría superar los 5.000 dólares antes de que termine el año, con algunos pronósticos extendiéndose hasta los 10.000 dólares. Incluso, el analista de mercado Ali Martinez publicó recientemente que un ETH a 10.000 dólares es completamente viable, aunque también comentó que es posible que la cripto no alcance este precio tan rápido como muchos esperan. 

Aun así, no hay que olvidar que la tesis que sostiene este optimismo acerca de Ethereum se basa en su papel estructural en el mercado, con la red consolidándose como columna vertebral de la nueva economía digital. 

El uso creciente de la red Ethereum como infraestructura para stablecoins, su papel en la emergente tokenización de activos del mundo real (RWA) y su adopción como sistema de liquidación institucional son los pilares de esta visión a largo plazo. Si esa tesis se mantiene, la reciente acumulación silenciosa de las ballenas no es una simple reacción al mercado, sino una preparación estratégica para el próximo aumento estructural en la demanda de activos digitales.