Descubre por qué las criptomonedas L1 son insustituibles frente a las blockchains corporativas.
Durante las últimas semanas, los titulares financieros han estado saturados con el surgimiento de una nueva ola de blockchains corporativas diseñadas para casos de uso específicos. Grandes nombres del sector tradicional como DTCC están tokenizando valores bajo custodia y plataformas como Stripe avanzan con sus propias redes para activos del mundo real.
Para los puristas del ecosistema cripto, estos desarrollos podrían parecer una señal de alarma y despertar el temor de que los valores fundamentales del movimiento cypherpunk se estén diluyendo ante la llegada de gigantes regulados con enormes balances y canales de distribución masivos.
Si la tokenización de activos reales y las stablecoins se despliegan cada vez más en rieles privados o semi-permisionados, surge una pregunta válida sobre qué papel queda para los protocolos descentralizados como Bitcoin, Ethereum y Solana. La respuesta corta es que queda mucho espacio y su rol es más vital que nunca.
A pesar de la narrativa pesimista que suele acompañar a la acción de precios en mercados bajistas, los informes de muerte de las blockchains de propósito general han sido enormemente exagerados. Estas redes, según los expertos, están cumpliendo exactamente la función para la que fueron diseñadas y siguen siendo el único entorno donde pueden surgir nuevas primitivas financieras a escala global.
Opera con criptomonedas L1 en Bit2MeLayer 1: El verdadero motor de la innovación financiera
El mayor desacierto de muchos analistas al evaluar el ecosistema blockchain es considerar que todas las redes son equivalentes, cuando en realidad responden a propósitos y estructuras muy distintas.
Las cadenas de bloques empresariales se destacan por su eficiencia al digitalizar activos dentro de marcos legales ya establecidos. Operan con precisión y bajo reglas claras, algo que las convierte en herramientas confiables, aunque al mismo tiempo limita su capacidad para impulsar nuevas formas de valor o de organización económica. En cambio, las blockchains de Layer 1, diseñadas con una vocación abierta y experimental, funcionan como los terrenos fértiles donde nacen activos, mercados y modelos financieros que antes no existían.
Lucas Tcheyan, investigador asociado de Galaxy Digital, sostiene una postura firme al respecto. Según su análisis, las redes abiertas actúan como motores de descubrimiento que expanden los límites del sistema financiero global.
Tcheyan argumenta que innovaciones como Bitcoin, las finanzas descentralizadas o las stablecoins no surgieron de grupos de trabajo en organismos internacionales como la ONU, sino que requirieron un entorno donde cualquiera pudiera desplegar código e iterar sin pedir permiso. Esta capacidad de innovación sin barreras no es una característica secundaria, sino el motor principal del valor a largo plazo de estas redes blockchain.
Es cierto que el panorama competitivo se está volviendo más denso, pero la competencia de cadenas especializadas no invalida el papel de las redes abiertas. De hecho, además de Tcheyan, investigaciones recientes de firmas como CoinGecko han destacado que el sector de las Layer 1 sigue siendo uno de los de mayor crecimiento fundamental en términos de actividad y desarrollo, a pesar de las fluctuaciones de precios de sus criptomonedas nativas.
Las innovaciones más exitosas de estas redes abiertas a menudo son adoptadas o replicadas por entidades centralizadas una vez que los modelos están probados, lo que confirma su rol indispensable como vanguardia tecnológica.
Accede a tu cuenta y compra criptos L1La descentralización se perfila como la base del futuro financiero digital
El enfoque de Tcheyan cobra aún más importancia en una economía impulsada por la inteligencia artificial. A medida que la IA reduce drásticamente los costos de lanzar productos y servicios, aumentará la demanda de una infraestructura financiera programable y neutral.
Las Layer 1 permisionadas ofrecen liquidación global y composabilidad para experimentos económicos que ningún regulador o empresa incumbente podría aprobar por adelantado con la velocidad necesaria. En este contexto, la descentralización deja de ser un ideal filosófico para convertirse en una necesidad operativa para agentes de software autónomos que requieren sistemas de pago sin fricciones.
Por otro lado, Tcheyan comenta que asumir que la regulación siempre favorecerá a las cadenas centralizadas es una lectura incompleta del panorama actual. Legislaciones recientes, como la Ley de Claridad en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, indican que la estructura del mercado podría aterrizar en un lugar donde la descentralización funcione como una característica de protección. Asimismo, los marcos analíticos internos de instituciones, como Galaxy Research, asignan puntuaciones más altas a redes más descentralizadas debido a su resistencia y neutralidad.
Por lo tanto, a medida que la regulación madura, la descentralización podría pasar de ser percibida como un riesgo de cumplimiento a ser reconocida como una ventaja estructural que reduce los puntos únicos de falla.
Accede a las principales criptomonedas aquíLa fuerza estructural de las L1 frente a la volatilidad del mercado”
El sentimiento del mercado en torno a las blockchains L1 a menudo es inseparable del precio de sus tokens nativos. Cuando los precios tienen un rendimiento inferior, las narrativas sobre su irrelevancia ganan tracción rápidamente, alimentando un ciclo que es característico de las dinámicas de auge y caída del sector cripto. Sin embargo, la realidad es que cadenas de bloques establecidas como Ethereum o Solana están atadas a ciclos de innovación tecnológica profundos y no a lanzamientos de productos trimestrales. Su relevancia debe medirse en décadas y no en semanas, argumenta Tcheyan.
En su publicación, el experto enfatiza que el verdadero valor de estas redes reside en su capacidad para resistir la censura y proporcionar un sustrato neutral para la economía global.
Aunque los precios de las criptomonedas L1 fluctúen, la infraestructura subyacente sigue procesando valor y asegurando transacciones con una fiabilidad que las bases de datos centralizadas no pueden igualar. Para Tcheyan, ignorar el crecimiento fundamental de este sector basándose únicamente en la acción del precio es perder de vista el cambio estructural que está ocurriendo en las finanzas digitales. Las redes L1 siguen siendo la base sobre la que se construirá el futuro de internet, independientemente de la volatilidad de sus criptomonedas a corto plazo.
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