La industria de los videojuegos ha evolucionado hacia la propiedad real de activos. Ahora, los títulos AAA integran la tecnología blockchain para transformar el tiempo de juego en un patrimonio digital verificable.
En 2025, la industria de los videojuegos experimentó un cambio profundo gracias a la tecnología blockchain y los NFT, que ahora impulsan un ecosistema más sólido. Los desarrolladores han superado la etapa de 2021, marcada por el modelo Play-to-Earn, donde el foco de los usuarios en las ganancias rápidas creó mundos virtuales inestables que colapsaban si no existía un flujo constante de jugadores.
Hoy día, el modelo Play-and-Own ha tomado el relevo de este sector, poniendo el entretenimiento en el centro, con la blockchain actuando como un respaldo discreto para dar a los jugadores control real sobre sus logros digitales.
Los equipos de desarrollo de videojuegos ahora están integrando la tecnología subyacente de las criptomonedas de forma sutil, sin obligar a los usuarios a manejar wallets o transacciones complicadas antes de jugar. De esta manera, un jugador puede sumergirse en los impresionantes gráficos y las historias cautivadoras de los juegos, y, al terminar su partida, los ítems ganados por su destreza pasan a ser suyos de verdad, como activos transferibles, vendibles o coleccionables en mercados abiertos, protegidos por contratos inteligentes en cadenas como Ethereum o Solana.
Según los expertos, esta madurez ha surgido de las lecciones aprendidas en el pasado; las plataformas ahora priorizan servidores híbridos que combinan lo centralizado para la fluidez con lo descentralizado para la propiedad, atrayendo a millones que valoran tanto la diversión como el valor duradero de su tiempo invertido.
Crea tu cuenta y opera con criptoactivosBlockchain y NFT: La tecnología invisible detrás de la propiedad digital
Aunque la blockchain y los NFT han estado presentes en los videojuegos durante años, títulos como Off The Grid representan el avance más reciente en este sector este año. Desarrollado por Gunzilla Games, este shooter Battle Royale impulsado por blockchain ha llegado a consolas como PlayStation 5 y Xbox Series X, además de PC, algo impensable hace poco tiempo.
Off The Grid marcó un hito al llevar gráficos de alto nivel gracias al Unreal Engine 5, superando las limitaciones visuales de los primeros juegos cripto, y contó con la narrativa de Neill Blomkamp, el director de District 9, para enganchar a jugadores convencionales.
Sin embargo, la verdadera innovación técnica de este proyecto reside en su capacidad para ocultar la complejidad de la tecnología blockchain.
El juego opera sobre una subred personalizada denominada GUNZ, construida sobre la infraestructura de Avalanche. Gracias a esto, el juego permite que las transacciones sean instantáneas y elimina las tarifas de gas para el usuario. Además, le permite a los jugadores crear una billetera digital en segundo plano vinculada a sus cuentas de usuario, suprimiendo la fricción habitual de entrada de muchos al mundo cripto. De esta forma, el jugador promedio puede disfrutar de la partida sin percibir que interactúa con una cadena de bloques en tiempo real.
Asimismo, en las partidas de estilo Battle Royale, los jugadores pueden encontrar cajas fuertes conocidas como «Hexes». Estos objetos contienen ítems de alto valor, como armas, skins o mejoras cibernéticas. Para reclamarlas, el jugador debe lograr extraer el «Hex» del mapa sin ser eliminado. Si lo logra, el juego desencadena un proceso automático de «acuñación» o minting en la blockchain. Entonces, el objeto deja de ser una línea de código en la base de datos del estudio para convertirse en un activo digital único en la billetera del usuario. En otras palabras, el objeto virtual se acuña automáticamente como NFT en la blockchain, convirtiendo el botín virtual en un activo digital propio y verificado de forma inmutable.
En este punto, la tecnología blockchain valida el esfuerzo y la habilidad de los jugadores, transformando un logro virtual en un bien tangible dentro del ecosistema digital. Y es precisamente este enfoque lo que ha recompensado la habilidad real, demostrando cómo los NFTs pueden habilitar la propiedad genuina de los activos de juego.
Accede a Bit2Me y compra criptoPlay-and-Own: La propiedad real revoluciona los videojuegos
Gracias a la integración de blockchain, el modelo Play-and-Own transforma por completo la forma en que los jugadores interactúan con los videojuegos al romper con los límites de los sistemas cerrados de Web2, como los que vemos en Fortnite o Roblox. En esos mundos, gastar dinero real solo compra un permiso temporal para usar un skin o accesorio; si los servidores se apagan o la cuenta se bloquea, todo ese valor se evapora porque el jugador nunca tuvo propiedad real, solo un alquiler disfrazado.
Por su parte, la tecnología Web3 cambia esto, al hacer que los activos sean inmutables y protegidos contra censuras, anclados en una red descentralizada donde el control pasa directamente al jugador.
La posesión de los activos de juego en una red descentralizada garantiza que el inventario del jugador permanezca bajo su control absoluto. Si bien un desarrollador puede restringir el acceso al juego por violaciones a los términos de servicio, no tiene la capacidad técnica para confiscar los activos que residen en la billetera del usuario como NFTs. Esto otorga una capa de seguridad jurídica inédita en el entorno digital. De esta manera, el jugador conserva la libertad de mover sus ítems, prestarlos o intercambiarlos en mercados secundarios entre pares, sin la necesidad de intermediarios que controlen los precios de manera artificial.
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Finalmente, la economía resultante de este modelo es orgánica y se basa en la utilidad real. Los objetos tienen valor porque sirven para mejorar el desempeño en el juego o permiten una personalización estética deseada, no porque generen un rendimiento pasivo en un token volátil.
Gunzilla Games y otros estudios pioneros han diseñado estos sistemas para que la venta de activos sea una opción secundaria y no el objetivo principal. Entonces, la meta es la recolección y el uso estratégico de los recursos, apuntando a fomentar una comunidad de jugadores comprometidos con la mecánica del juego, y alejando a los especuladores que solo buscaban extraer liquidez del sistema.
Ahora, la interoperabilidad se perfila como el siguiente paso lógico en la evolución de este sector, donde los activos digitales podrían ser reconocidos y utilizados en diferentes entornos digitales, rompiendo el aislamiento que caracteriza a la mayoría de los videojuegos en la actualidad.
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