
Explora cómo Estados Unidos está al borde de una transformación significativa en la regulación de criptomonedas. Descubre el impacto de la SEC, CFTC, y nuevas reglas para stablecoins en el futuro del mercado cripto.
El panorama de las criptomonedas en Estados Unidos está al borde de una transformación significativa. Después de años de incertidumbre y un enfoque regulatorio fragmentado, se vislumbra un posible «despertar» pro-crypto. Este cambio no es solo una cuestión de políticas gubernamentales, sino un reflejo de la creciente adopción y madurez del mercado de activos digitales. La pregunta ya no es si se regularán las criptomonedas, sino cómo se hará y con qué impacto en la innovación y la economía.
La evolución del ecosistema cripto ha sido meteórica, pasando de ser una curiosidad tecnológica a una fuerza económica que desafía las estructuras financieras tradicionales. Este crecimiento ha obligado a los reguladores a replantearse sus estrategias, buscando un equilibrio entre la protección de los inversores y el fomento de la innovación. La inacción ya no es una opción viable, ya que la creciente adopción de las criptomonedas por parte de empresas e individuos exige un marco legal claro y definido.
Pero para comprender mejor este «despertar regulatorio», es crucial analizar los factores que lo impulsan. La presión de los inversores institucionales, que buscan claridad para poder participar activamente en el mercado, es un elemento clave. Además, la necesidad de combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo obliga a los gobiernos a establecer normas claras para la operación de las empresas de criptomonedas. Finalmente, la creciente popularidad de las stablecoins, y su potencial impacto en la estabilidad financiera, ha acelerado la necesidad de una regulación específica.
La postura regulatoria de la SEC y la CFTC en 2025
La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC) son dos de los principales actores en la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos. Tradicionalmente, estas agencias han adoptado enfoques diferentes, generando cierta confusión en el mercado. La SEC, bajo la dirección de Gary Gensler, ha tendido a clasificar muchas criptomonedas como valores, lo que implica un régimen regulatorio más estricto. Por otro lado, la CFTC ha considerado algunas criptomonedas, principalmente Bitcoin y Ether, como materias primas, lo que conlleva una supervisión diferente, enfocada en la prevención del fraude y la manipulación del mercado.
La diferenciación entre «valor» y «materia prima» es fundamental para determinar el alcance de la regulación. La SEC, responsable de regular los valores, exige un registro exhaustivo de las emisiones y una divulgación completa de la información a los inversores. La CFTC, en cambio, se centra en la supervisión de los mercados de derivados y la prevención del fraude. Esta divergencia ha generado incertidumbre y ha dificultado la operación de las empresas de criptomonedas en Estados Unidos.
Pero en lo que va, y lo que queda de este 2025, se espera una mayor claridad y coordinación entre estas agencias. Varias propuestas legislativas en el Congreso buscan definir claramente los límites de la jurisdicción de cada entidad, con el fin de evitar la superposición regulatoria y proporcionar un marco legal más predecible para las empresas de criptomonedas. Se anticipa que un enfoque más colaborativo permitirá una regulación más eficaz y adaptada a las características específicas de cada tipo de activo digital.
¿Una nueva agencia para el sector crypto?
Una posible solución a la superposición regulatoria es la creación de una nueva agencia, o la asignación de responsabilidades específicas a cada entidad. Algunos expertos sugieren que la SEC debería enfocarse en las criptomonedas que se asemejan más a valores tradicionales, mientras que la CFTC debería supervisar las criptomonedas que se utilizan principalmente como medios de intercambio o reservas de valor. Esta división de responsabilidades podría simplificar el panorama regulatorio y facilitar el cumplimiento por parte de las empresas.
Un ejemplo claro de la necesidad de coordinación regulatoria es el caso de Ripple (XRP). La SEC demandó a Ripple Labs, alegando que la venta de XRP constituía la venta de valores no registrados. Este caso generó una gran incertidumbre en el mercado y ha puesto de manifiesto la necesidad de reglas claras sobre cuándo una criptomoneda debe considerarse un valor. Pero su reciente resolución ha mandado un mensaje más poderoso: la regulación de Estados Unidos está cambiando para ser pro-crypto, y este cambio de reglas afectará de forma significativa el ecosistema.
Nuevas reglas para stablecoins y monedas estables en EE. UU.
Por otro lado, las stablecoins, criptomonedas cuyo valor está vinculado a un activo estable como el dólar estadounidense, han ganado una enorme popularidad como medio de intercambio y reserva de valor en el ecosistema cripto. Con un market cap que ahora supera los 230 mil millones de dólares, y siendo dos empresas estadounidenses las que gobiernan más del 70 % de ese mercado, Tether (USDT) y Circle (USDC), queda claro que esta transformación regulatoria puede impulsar aún más el sector. Sin embargo, su rápido crecimiento también ha generado preocupaciones regulatorias, especialmente en lo que respecta a la transparencia de sus reservas y su potencial impacto en la estabilidad financiera.
La estabilidad del valor de las stablecoins es crucial para su adopción masiva. Si los usuarios pierden la confianza en la capacidad de una stablecoin para mantener su paridad con el activo subyacente, podrían producirse corridas masivas y desestabilizar todo el ecosistema cripto. Por eso, la transparencia de las reservas y la solidez de los mecanismos de estabilización son fundamentales para garantizar la confianza de los usuarios.
En 2025, se espera la implementación de nuevas reglas para las stablecoins en Estados Unidos. Estas reglas podrían exigir que los emisores de stablecoins estén registrados y sujetos a la supervisión de una agencia reguladora, como la Reserva Federal o la OCC (Oficina del Contralor de la Moneda). También podrían establecer requisitos de reserva más estrictos, exigiendo que las stablecoins estén respaldadas al 100% por activos líquidos y seguros, como efectivo o bonos del Tesoro. Estas medidas tienen como objetivo proteger a los inversores y prevenir riesgos sistémicos.
Auditando el mercado stablecoins
La supervisión por parte de una agencia reguladora podría incluir la realización de auditorías periódicas para verificar la integridad de las reservas y el cumplimiento de las normas. Además, se podría exigir a los emisores de stablecoins que divulguen información detallada sobre sus operaciones y los riesgos asociados a sus productos. Esta transparencia ayudaría a los inversores a tomar decisiones informadas y a evaluar la solidez de cada stablecoin.
Un ejemplo de la importancia de una regulación adecuada de las stablecoins es el colapso de TerraUSD (UST), una stablecoin algorítmica que perdió su paridad con el dólar en mayo de 2022, arrastrando consigo miles de millones de dólares en valor. Este evento puso de manifiesto los riesgos inherentes a las stablecoins no respaldadas por activos reales y la necesidad de una supervisión regulatoria rigurosa.
El colapso de UST demostró la fragilidad de las stablecoins algorítmicas, que dependen de algoritmos complejos para mantener su paridad con el dólar. La falta de un respaldo tangible y la opacidad de los mecanismos de estabilización contribuyeron a la pérdida de confianza y al colapso final. Este evento ha reforzado la necesidad de una regulación que exija un respaldo sólido y una transparencia total para todas las stablecoins.
Generando más confianza
Además de los requisitos de reserva, las nuevas reglas podrían abordar cuestiones como la interoperabilidad de las stablecoins y su uso en pagos. Se podría promover la creación de estándares comunes para facilitar la transferencia de stablecoins entre diferentes plataformas y billeteras. También se podría explorar la posibilidad de utilizar stablecoins en pagos transfronterizos, lo que podría reducir los costos y tiempos de las transacciones internacionales.
La interoperabilidad de las stablecoins permitiría a los usuarios transferir sus fondos entre diferentes blockchains y plataformas de forma sencilla y eficiente. Esto fomentaría la adopción masiva de las stablecoins como medio de pago y facilitaría el desarrollo de nuevas aplicaciones financieras descentralizadas. La estandarización de los protocolos y la compatibilidad entre diferentes billeteras y plataformas son elementos clave para lograr la interoperabilidad.
Impacto en intercambios, DeFi y custodios de criptomonedas
Además, la nueva regulación de las criptomonedas tendrá un impacto significativo en los intercambios (exchanges), las finanzas descentralizadas (DeFi) y los custodios de criptomonedas. Los intercambios, que sirven como plataformas para comprar, vender e intercambiar criptomonedas, estarán sujetos a requisitos de cumplimiento más estrictos, como la verificación de la identidad de los clientes (KYC) y la lucha contra el lavado de dinero (AML). Esto podría aumentar los costos operativos de los intercambios, pero también podría mejorar la confianza de los inversores y atraer a un público más amplio.
El cumplimiento de las normas KYC/AML es fundamental para prevenir el uso de las criptomonedas en actividades ilícitas. La verificación de la identidad de los clientes y el monitoreo de las transacciones permiten a los intercambios detectar y reportar actividades sospechosas a las autoridades. Aunque el cumplimiento de estas normas puede aumentar los costos operativos, también mejora la reputación de los intercambios y atrae a inversores que buscan plataformas seguras y confiables.
DeFi transformado
El sector DeFi, que busca replicar los servicios financieros tradicionales de forma descentralizada utilizando tecnología blockchain, se enfrenta a desafíos regulatorios únicos. La naturaleza descentralizada de DeFi dificulta la identificación de las partes responsables y la aplicación de las leyes existentes. Sin embargo, se espera que los reguladores adopten un enfoque pragmático, centrándose en los puntos de entrada y salida del ecosistema DeFi, como los puentes entre diferentes blockchains y las interfaces para interactuar con protocolos DeFi. Se podría exigir a estos puntos de entrada que cumplan con los requisitos KYC/AML y que implementen medidas para prevenir el fraude y la manipulación del mercado.
Regular el sector DeFi es un desafío complejo debido a su naturaleza descentralizada y la falta de una entidad centralizada responsable. Sin embargo, los reguladores pueden enfocarse en los puntos de contacto entre el mundo DeFi y el mundo financiero tradicional, como los intercambios descentralizados (DEX) que permiten a los usuarios intercambiar criptomonedas por dinero fiduciario. Al exigir a estos puntos de entrada que cumplan con las normas KYC/AML, se puede mitigar el riesgo de que el sector DeFi se utilice para actividades ilícitas.
Custodia y seguridad
Los custodios de criptomonedas, que ofrecen servicios de almacenamiento seguro de activos digitales, también estarán sujetos a una mayor supervisión regulatoria. Se podría exigir a los custodios que obtengan una licencia y que cumplan con estándares de seguridad estrictos para proteger los activos de sus clientes. También se podría exigir que mantengan un seguro para cubrir posibles pérdidas debido a hackeos o errores operativos.
La seguridad de los activos digitales es una preocupación fundamental para los inversores. Los custodios de criptomonedas desempeñan un papel crucial en la protección de estos activos, y una regulación adecuada es esencial para garantizar que cumplan con los más altos estándares de seguridad. La exigencia de licencias, la implementación de protocolos de seguridad estrictos y la obligación de mantener un seguro son medidas que pueden proteger a los inversores de posibles pérdidas.
Un ejemplo del impacto de la regulación en los intercambios es la decisión de Binance de restringir el acceso a algunos de sus servicios a usuarios de ciertos países. Esto se debe a la creciente presión regulatoria en todo el mundo y a la necesidad de cumplir con las leyes locales. La adopción de regulaciones claras y armonizadas a nivel global facilitaría la operación de los intercambios y reduciría la fragmentación del mercado.
Implicaciones fiscales y leyes estatales sobre criptomonedas
Las implicaciones fiscales de las criptomonedas son un tema complejo y en constante evolución. En Estados Unidos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) considera a las criptomonedas como propiedad, lo que significa que están sujetas al impuesto sobre las ganancias de capital. Esto implica que cualquier ganancia obtenida por la venta o el intercambio de criptomonedas debe declararse y tributar. La tasa impositiva aplicable depende del período de tenencia del activo y del nivel de ingresos del contribuyente.
La clasificación de las criptomonedas como propiedad tiene importantes implicaciones fiscales. Por ejemplo, si un inversor utiliza criptomonedas para comprar bienes o servicios, se considera que ha vendido las criptomonedas y debe declarar cualquier ganancia de capital resultante. Además, la minería de criptomonedas se considera un ingreso imponible, y los mineros deben declarar el valor de mercado de las criptomonedas que reciben como recompensa.
En 2025, se espera una mayor claridad y simplificación de las reglas fiscales para las criptomonedas. El IRS podría publicar directrices más detalladas sobre cómo calcular las ganancias y pérdidas de capital, cómo tratar las bifurcaciones (forks) y los airdrops, y cómo declarar los ingresos obtenidos por la minería y el staking. También se podría explorar la posibilidad de introducir un umbral mínimo para las ganancias de capital, por debajo del cual no sería necesario declarar los ingresos.
Clarificando las reglas fiscales crypto
La clarificación de las reglas fiscales facilitaría el cumplimiento por parte de los inversores y reduciría la incertidumbre en el mercado. Por ejemplo, el tratamiento fiscal de los forks y los airdrops ha sido un tema de debate, y una guía clara del IRS ayudaría a los inversores a comprender cómo deben declarar estos eventos. Además, la introducción de un umbral mínimo para las ganancias de capital simplificaría el proceso de declaración y reduciría la carga administrativa para los inversores.
Además de las leyes federales, varios estados han promulgado sus propias leyes sobre criptomonedas. Algunas de estas leyes se centran en la regulación de los intercambios y los custodios, mientras que otras abordan cuestiones como el uso de criptomonedas en pagos y la definición legal de los activos digitales. Wyoming, por ejemplo, ha adoptado un enfoque proactivo hacia las criptomonedas, aprobando varias leyes que facilitan la creación y operación de empresas de criptomonedas en el estado. Otros estados, como Nueva York y California, han adoptado un enfoque más cauteloso, imponiendo requisitos de licencia estrictos para los intercambios y los custodios.
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Haciendo a un lado «el ruido regulatorio»
La diversidad de las leyes estatales sobre criptomonedas crea un mosaico regulatorio complejo que puede dificultar la operación de las empresas de criptomonedas a nivel nacional. Algunos estados, como Wyoming, han adoptado un enfoque favorable a la innovación, mientras que otros, como Nueva York, han impuesto requisitos estrictos que pueden limitar el crecimiento del sector. La armonización de las leyes estatales facilitaría el comercio y la inversión en activos digitales a nivel nacional.
Un ejemplo de la complejidad de las leyes estatales sobre criptomonedas es la cuestión de si las criptomonedas deben considerarse dinero a efectos legales. Algunos estados han adoptado leyes que permiten el uso de criptomonedas para el pago de impuestos y otros servicios gubernamentales, mientras que otros estados no han abordado esta cuestión. La armonización de las leyes estatales sobre criptomonedas facilitaría el comercio y la inversión en activos digitales a nivel nacional.
La calificación de las criptomonedas como dinero tiene importantes implicaciones legales y económicas. Si un estado reconoce las criptomonedas como dinero, esto podría facilitar su uso en pagos y fomentar la adopción masiva. Sin embargo, también podría plantear desafíos regulatorios relacionados con la protección del consumidor y la prevención del lavado de dinero. La armonización de las leyes estatales sobre este tema crearía un marco legal más claro y coherente para el uso de las criptomonedas en todo el país.
Transformando el sistema
En conclusión, el «despertar regulatorio» pro-crypto en Estados Unidos representa una oportunidad para establecer un marco legal claro y predecible que fomente la innovación y proteja a los inversores. La coordinación entre la SEC y la CFTC, la implementación de nuevas reglas para las stablecoins, la supervisión de los intercambios, DeFi y los custodios, y la clarificación de las implicaciones fiscales son elementos clave de este proceso. Si se aborda de manera inteligente, la regulación de las criptomonedas podría impulsar el crecimiento del sector y consolidar la posición de Estados Unidos como líder en la economía digital.
El futuro de las criptomonedas en Estados Unidos depende de la capacidad de los reguladores para encontrar un equilibrio entre la protección de los inversores y el fomento de la innovación. Un marco legal claro y predecible que fomente la competencia y la adopción masiva podría impulsar el crecimiento del sector y consolidar la posición de Estados Unidos como líder en la economía digital. Sin embargo, una regulación excesiva o mal diseñada podría sofocar la innovación y llevar a las empresas de criptomonedas a buscar refugio en otros países.
La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.