El concepto de burn tokens es, para muchos, una novedad. Sin embargo, es una estrategia que ya suma varios años practicándose. Son las criptodivisas que se autodestruyen: un proceso mediante el cual una cierta cantidad de criptomonedas son destruidas, intencionalmente, para reducir su cantidad circulante en el mercado.
¿Existe algo parecido a la quema de tokens en el mundo bursátil? Sí, sucede cuando las empresas deciden recomprar sus acciones para minimizar su circulación, bajando la oferta y estimulando la demanda. Pero, la quema de tokens es diferente: simplemente desaparece del mercado cierta cantidad de criptos.
Cuando el valor de una criptomoneda desciende, se decide quemar tokens para generar cierta escasez de la misma. ¿Y esto qué ventajas devenga? Todo lo que escasea, incrementa su valor. Además, el valor ya existente de las criptomonedas deja de estar disperso y se concentra en unas pocas. Es decir, los tokens que quedan aumentan su cotización.
¿Por qué existen los burn tokens?
La razón principal es la enorme volatilidad del precio de las criptomonedas. En un momento determinado, el valor de estas monedas digitales puede ascender o desplomarse. También, obedece a la necesidad de controlar el valor de las criptos por parte de quien las emite.
Si hay muchos tokens en el mercado, su valor tiene una mengua. Imagina una línea de taxis con muchos vehículos. Si sobran taxis, hay pérdidas y la gente no está dispuesta a pagar mucho por cada viaje, ya que existen taxis de sobra.
¿Qué pasa si reduces la cantidad de taxis? Se forma una fila de gente esperando que haya un taxi disponible. Además, el precio por el servicio se incrementa, ya que es menor la oferta, haciendo que la gente está dispuesta a pagar más a los pocos taxistas disponibles. ¡Esto mismo sucede con las criptomonedas!
Si hay un exceso de criptos circulando, su valor se deprecia. Pero, si su cantidad es menor a la demanda, entonces aumentan su cuantía. Esta es la causa por la cual muchas plataformas suelen quemar sus tokens: así logran controlar el efecto deflacionario.
¿Cómo se realizan los burn tokens?
No se queman con un cerillo, tampoco se “borran”. Cuando se dice que se “queman tokens”, en realidad se envían a la dirección de una billetera que únicamente recibe monedas, pero nunca las libera. Es así como los tokens quedan apresados, retenidos para siempre.
Desde hace unos tres años, el proceso de quemar criptomonedas se hace de manera programada. Algunos exchanges eliminan un porcentaje de sus tokens cada cierto tiempo. También, programan este quemado para que la función de “burn” se active cada vez que las monedas sobrepasen un margen de depreciación. Esto suele hacerse con monedas con el USDT, que están vinculadas a monedas fiduciarias o activos. En estos casos, se queman los tokens para que la relación entre la criptomoneda y el activo real siempre sea de 1:1. Como vemos, la quema de tokens tiene una evidente razón de ser.
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Ventajas de la quema de tokens
En general, es una práctica que se hace con cuidado. ¡Tampoco se pueden quemar las criptos por capricho! Además, una empresa no puede quemar los tokens que ya están en manos de personas, sino únicamente las que posee en un haber. Igualmente, nunca puede suceder que haya más monedas digitales circulando que en propiedad del emisor de las criptomonedas.
Cuando se hace la quema de tokens, el emisor debe asegurarse de que controla la mayoría de las criptodivisas. Solamente puede quemar una cantidad de las que posee. El cálculo se hace considerando que quienes tengan la moneda, se les incrementará su valor y posiblemente intenten vender.
Al quemar tokens, se evita el exceso de liquidez. También, cada moneda circulante incrementa su tasación. Otra ventaja es que se controla la quema de los tokens siempre supervisando cómo evoluciona el precio de la criptodivisa en el mercado. Otro dato es que las mejores monedas para ser quemadas son las que están atadas a activos reales, ya que se sabe cuál es el margen ideal de porcentaje de monedas a eliminar.
La quema de tokens es la manera más simple de controlar el valor de una moneda digital. No se requieren campañas de mercado, ni tampoco jugar con los precios de los activos físicos que en ocasiones controlan estas monedas. Por eso, es una práctica que cada vez es más común, demostrando que el ecosistema de las criptodivisas tiene más estrategias de funcionamiento y control.
