La Casa Blanca celebrará este 7 de marzo la primera cumbre de criptomonedas bajo el mandato de Donald Trump, reuniendo a líderes de la industria, reguladores y expertos. El evento busca sentar las bases para un marco regulatorio claro y posicionar a Estados Unidos como eje global de innovación en activos digitales.
David Sacks, designado por Donald Trump como «zar de IA y criptomonedas» de la Casa Blanca, ha anunciado que el próximo 7 de marzo, la residencia oficial del presidente Trump será escenario de un hecho sin precedentes: la primera White House Crypto Summit.
La cumbre reunirá a fundadores de empresas blockchain, reguladores federales y representantes financieros con el objetivo de avanzar en la promesa de Trump de convertir a Estados Unidos en el centro mundial de la industria y corregir lo que su administración considera una «persecución regulatoria» perpetrada por el gobierno anterior de Joe Biden.
Un giro regulatorio hacia la política pro-cripto de Trump
Desde su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero, la administración de Donald Trump ha impulsado un cambio radical en la postura hacia las criptomonedas. Mientras el gobierno de Biden enfocó sus esfuerzos en medidas como la aplicación estricta de normas por parte de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y propuestas para gravar transacciones digitales, Trump ha priorizado desmantelar lo que califica como «burocracia asfixiante». Ejemplo de ello fue el nombramiento de Mark Uyeda, crítico de las políticas anteriores, como presidente interino de la agencia federal, y la creación de un Grupo de Trabajo Presidencial sobre Activos Digitales.
Este grupo de trabajo, según la orden ejecutiva que firmó Trump la primera semana de su ascenso como presidente, tiene la tarea de «facilitar la innovación» y promover el uso responsable de los activos digitales en la nación. Además, el pasado 2 de marzo, Trump confirmó oficialmente la creación de una «reserva estratégica de criptomonedas» que incluirá bitcoin, ether y otros criptoactivos, como Solana, XRP y Cardano. La medida busca, según el comunicado de Sacks, «proteger los intereses económicos de Estados Unidos en un sistema financiero global cada vez más digital.
La 1ª edición de White House Crypto Summit
La White House Crypto Summit no será un evento meramente simbólico, sino que es parte de la visión política del presidente Trump, de proporcionar un marco regulatorio claro, permitir la innovación y proteger la libertad económica para que la industria cripto prospere en el país.
Posiblemente, durante esta cumbre se discuta sobre la integración de las stablecoins, considerando discusiones sobre cómo sumar estas monedas digitales al sistema financiero tradicional.
Asimismo, se espera que la Reserva Estratégica de Criptomonedas sea uno de los temas principales. En días pasados, Sacks comentó que se revelarían más detalles técnicos sobre los planes de adquisición y custodia de criptoactivos por parte del gobierno estadounidense durante la celebración de esta cumbre.
Por otro lado, la creación de un marco legal unificado para los criptoactivos también está sobre la mesa, con propuestas que buscan eliminar contradicciones entre agencias como la SEC y la CFTC, cuyas disputas jurisdiccionales han generado incertidumbre, y posicionar a Estados Unidos como un líder global.
La criptocomunidad se debate entre el optimismo y el escepticismo
El anuncio de la cumbre White House Crypto Summit ha tenido efectos inmediatos en los mercados. Tras semanas de volatilidad, Bitcoin superó los $93.000 dólares el 3 de marzo, y criptoactivos como SOL y ADA registraron ganancias del 20% y 65%, respectivamente. Los analistas atribuyen este repunte no solo a la organización del evento, sino a las recientes declaraciones de Trump que priorizan la creación de una reserva estratégica de criptomonedas.
No obstante, persisten las dudas, especialmente, entre quienes consideran que la participación de los gobiernos en el mundo cripto podría afectar sus principios fundamentales, como la descentralización.
Aun así, la celebración de la primera cumbre de criptomonedas en la Casa Blanca marca un punto de inflexión en la relación de Estados Unidos con los activos digitales. Más allá del simbolismo político, el evento podría definir cómo se integrarán tecnologías como blockchain en la economía real y si el país logrará competir con otras potencias mundiales por el liderazgo de esta emergente industria.
La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.
