André Cronje, creador de Yearn Finance, ha revelado las razones detrás de su repentina renuncia al desarrollo del protocolo en 2022, aclarando los desafíos regulatorios y las presiones que tuvo que enfrentar.
En el vibrante, aunque volátil, mundo de las finanzas descentralizadas (DeFi), pocas figuras han generado tanto impacto como André Cronje. Su creación, Yearn Finance, se convirtió en un gigante del ecosistema, llegando su token nativo, YFI, a superar incluso el precio de Bitcoin en su momento álgido.
De acuerdo con los datos de CoinMarketCap, el precio de YFI registró su actual máximo histórico en mayo de 2021, cuando alcanzó un valor unitario de $93.435 dólares por token. Para ese momento, el precio de Bitcoin, la criptomoneda que lidera el mercado por capitalización, rondaba los $49.700 dólares.
Sin embargo, en 2022, Cronje sorprendió al mundo con su repentina renuncia al protocolo, dejando un vacío significativo y generando innumerables especulaciones. Ahora, en un artículo recién publicado, Cronje ha aclarado las razones detrás de esta decisión, ofreciendo una perspectiva inédita sobre los desafíos de liderar un proyecto DeFi de tamaña envergadura.
La presión regulatoria: Yearn Finance bajo la lupa de la SEC
En su artículo, Cronje detalló meticulosamente cómo la presión regulatoria jugó un papel fundamental en su decisión. Desde el lanzamiento de Yearn Finance en enero de 2020, se esforzó por mantenerse al margen de cualquier posible violación a las leyes de valores. Para ello, tomó medidas inusuales en el contexto de la industria cripto. Por ejemplo, no recaudó fondos, no vendió tokens, ni obtuvo ganancias directas del protocolo. Además, todo el código fuente de Yearn Finance fue de código abierto y gratuito, explicó.
«Para asegurarme de mantenerme en el lado correcto de los requisitos regulatorios, no recaudé dinero, no vendí tokens, no hice nada que pudiera considerarse una violación de las leyes de valores de ningún país», afirmó Cronje.
Sin embargo, esta estrategia, aunque admirable en su intento de cumplimiento, resultó en una pesada carga. Cronje reveló que en 2021 recibió su primera carta de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) solicitando información detallada sobre YFI, incluyendo quiénes eran los inversores y quiénes percibían beneficios del proyecto.
En palabras de Cronje, este proceso de recopilación de la información solicitada por el regulador fue una tarea titánica que le insumió semanas de trabajo real, a menudo enfrentándose a la ausencia de datos que él mismo debía reconstruir. Incluso, teniendo un enfoque proactivo, la complejidad y la incertidumbre legal del panorama regulatorio se convirtieron en un obstáculo insuperable.
Después de esta primera carta, la SEC envió otras dos que se sumaron a la presión que estaba atravesando Cronje, quien había iniciado sus proyectos sin incorporación, sin entidades, sin aumentos y sin asesoría ni asistencia legal, como él mismo explicó.
“Las cartas seguían llegando, cada vez girando hacia un nuevo ángulo de ataque”, comentó, indicando que las acciones de las SEC le causaron gran confusión al no ser ciudadano o residente de Estados Unidos y al no estar vendiendo nada a ciudadanos o residentes de este país. Además, Cronje comentó que el regulador de valores, que es entonces era dirigido por Gary Gensler, cambió su enfoque de investigación del crecimiento de Yearn Finance a un “ataque directo” a las bóvedas de rendimiento del protocolo, señalando a las mismas como “vehículos de inversión”.
El peso de la responsabilidad: Más allá del código
Más allá de los aspectos legales, Cronje también describe el peso de la responsabilidad que conlleva liderar un proyecto DeFi tan influyente.
La naturaleza pionera de Yearn Finance, junto con su rápido crecimiento, atrajo una atención intensa, creando un ambiente de alta presión constante. Si bien la transparencia y la descentralización son principios fundamentales de DeFi, la presión por mantener la estabilidad del protocolo y la satisfacción de los reguladores se tornó abrumadora para Cronje.
Esta presión se extendió a su cofundador, Anton Nell, quien también abandonó el proyecto en ese mismo momento, un hecho que Cronje menciona en su artículo.
La decisión conjunta de ambos refleja la magnitud del desafío que enfrentaban, un desafío que va más allá de la codificación y la gestión de tecnología. Se trata de la responsabilidad social corporativa en un sector emergente, donde la regulación aún está en desarrollo.
El legado de Yearn Finance
La renuncia de André Cronje y Anton Nell marcó un antes y un después en la historia de Yearn Finance. Aunque el protocolo continúa operando, la pérdida de sus fundadores dejó una incertidumbre en el futuro del proyecto.
Cronje, a pesar de su salida, reconoce el impacto que dejó Yearn Finance, destacando su modelo pionero y su contribución al ecosistema DeFi. Sin embargo, su decisión subraya los desafíos que enfrentan los proyectos DeFi en su búsqueda de crecimiento sostenible y cumplimiento normativo.
En resumen, las declaraciones de André Cronje arrojan luz sobre las complejidades ocultas detrás del éxito y la evolución de Yearn Finance. Su decisión de renunciar, lejos de ser un acto impulsivo, representa una lección valiosa para otros desarrolladores y emprendedores en la industria, que resalta la importancia de una planificación estratégica sólida y la comprensión de las complejidades de las regulaciones en este sector que está en constante evolución.
